Por Curt Prendergast y Perla Trevizo
La Estrella de Tucsón
Alma Jacinto se cubría los ojos con sus manos mientras le rodaban las lágrimas.
La guatemalteca de 36 años salió de la sala de la corte federal sin una respuesta para la pregunta que hizo que se le salieran las lágrimas: ¿Cuándo volvería a ver a sus hijos?
Jacinto llevaba un brazalete amarillo en la muñeca izquierda, mismo que, dicen los abogados defensores, identifican a los padres que son arrestados con sus hijos y procesado bajo el programa Operation Streamline, con el que se procesa de forma expedita a inmigrantes indocumentados.
Momentos antes, su abogado defensor de oficio le preguntó al juez magistrado cuándo podría Jacinto reunirse con sus hijos, de 8 y 11 años. No hubo una respuesta clara para Jacinto, quien fue sentenciada a tiempo cumplido por los cargos de ingreso ilegal tras cruzar la frontera con sus hijos cerca de Lukeville el 14 de mayo.
Los padres que cruzan la frontera con sus hijos pueden enfrentar cargos criminales mientras los fiscales federales en Tucsón siguen una directriz reciente del fiscal general Jeff Sessions de enjuiciar todos los casos válidos, dijo el vocero de la Oficina del Fiscal de Estados Unidos, Cosme Lopez.
El Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza empezó hace varias semanas a referir para ser enjuiciadas a familias detenidas mientras cruzaban de forma ilegal, dijo Lopez. Los juicios se desarrollan tanto en casos de Streamline (donde se hacen varios juicios expeditos en la misma sesión) como en juicios individuales.
El jueves 24 de mayo, Efrain Chun Carlos, también de Guatemala, recibió más información que Jacinto cuando le preguntó a la jueza magistrada Lynnette C. Kimmins sobre su hijo durante los juicios de Streamline.
“Sólo quería preguntar sobre el paradero de mi hijo en este país”, dijo Chun.
Kimmins respondió que ella no sabía dónde estaba su hijo y le sugirió que preguntara a los oficiales en las instalaciones donde estará detenido.
Christopher Lewis, fiscal federal en la audiencia, le dijo a Kimmins que los niños de países que no son contiguos a Estados Unidos serán puestos bajo el ciudado temporal (foster care) mediante la Oficina de Reasentamiento de Refugiados.
“Cuándo serán reunidos, es algo que no puedo decirle, porque ese es un asunto migratorio”, dijo Lewis.
Un vocero de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) no proporcionó información sobre el proceso para padres e hijos detenido por la Patrulla Fronteriza o por los que se presentan en los puertos de entrada.
Aún no está claro qué pasa con los hijos de padres que son enjuiciados, dijo Laura St. John, directora legal del Proyecto de Derechos de Inmigrantes y Refugiados en Florence, con sede en Arizona. Técnicamente, una vez que los niños son separados de sus padres se les considera menores no acompañados y sus casos debieran ser procesados por separado.
Si los padres son deportados, pueden pedir que sus hijos se vayan con ellos o que los hijos sean reunidos con otra persona o entidad que se haga cargo de su sustento (sponsor) en Estados Unidos, lo que da a los niños la oportunidad de pelear por sí mismos un caso migratorio como niños no acompañados, explicaron funcionarios consulares y abogados. Si uno de los padres decide pelear el caso y es liberado por el ICE, pueden pedir ser reunidos con sus hijos fuera de la detención.
Efecto disuasorio
Lopez dijo que él no sabía cuántos juicios de padres con hijos se han realizado hasta ahora. El Arizona Daily Star encontró nueve casos de Streamline la semana pasada en los que los acusados preguntaron al juez sobre sus hijos menores de edad.
En esos casos, lo papás habían sido arrestados por agentes de la Patrulla Fronteriza cerca de Lukeville entre el 12 y el 15 de mayo. Ocho de ellos eran de Guatemala y uno de El Salvador. Eran siete hombres y dos mujeres.
En un memorando el 6 de abril a los fiscales federales, Sessions anunció una política de “cero tolerancia” para los inmigrantes indocumentados detenidos por primera vez en la frontera. El 7 de mayo, dijo que el Departamento de Seguridad Interna (DHS) estaba enviando al 100 por ciento de los que cruzaban de forma ilegal a cortes federales para juicio criminales.
“Si cruzas esta frontera de forma ilegal, entonces nosotros te enjuiciaremos”, dijo Sessions. “Así de simple”.
Incluyó en su directriz a padres que llegan con sus hijos.
“Si contrabandeas a un niño, entonces te realizaremos un juicio y ese niño podría ser separado de ti como lo requiere la ley”, dijo.
De acuerdo con reportes de la prensa, los procesos a padres que cruzan con sus hijos de forma ilegal se han desarrollado por varios meses en Texas, lo mismo que la separación de familias vía medidas de inmigración civil se ha dado en gran parte de la frontera entre Estados Unidos y México.
Las estadísticas de la Patrulla Fronteriza muestran menos detenciones de familias en sectores de Texas en lo que va del año fiscal 2018, en cual inició en octubre, comparado con el mismo periodo del año fiscal 2017. Sin embargo, esas aprehensiones crecieron 103 por ciento en el Sector Yuma y 69 por ciento en el Sector Tucsón.
En una entrevista con la National Public Radio, el jefe de personal de la Casa Blanca, John Kellly, dijo que la separación familiar podría ser un fuerte disuasivo, “un giro mucho más rápido en los solicitantes de asilo”.
Los niños serían “puestos en cuidado temporal o lo que sea, dijo Kelly en respuesta a las críticas de que separar a una madre de su hijo es cruel y desgarrador.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza en el Sector Tucsón aprehendieron a 2 mil 500 personas que cruzaban la frontera como familias desde octubre hasta fines de abril, según muestran los registros de CBP. En el Sector Yuma, los agentes detuvieron a casi 8 mil. El total de detenciones en la frontera es de casi 50 mil, por debajo de las 59 mil 500 durante el mismo periodo del año fiscal 2017.
En los puertos de entrada de Arizona, aproximadamente 5 mil 500 personas que viajaban en familia se consideraron inadmisibles de octubre a abril. El total en la frontera fue de 30 mil, en comparación con los 21 mil durante el mismo período en el año fiscal 2017.
Casa Alitas ayuda un poco
El número de salvadoreños que llegaron a la frontera aumentó en un 40 por ciento en comparación con el año pasado, dijo Germán Álvarez Oviedo, cónsul de El Salvador en Tucsón. Estimó que el total todavía está en docenas, pero aún no tenía los números finales.
“No existe una política de separación familiar como tal”, dijo, “pero al declarar una política de tolerancia cero y enjuiciar a todos los que entran, se produce la separación familiar”.
Si el padre es sentenciado a tiempo cumplido, lo cual es común para quienes ingresan por primera vez, los funcionarios deberían considerar mantener a los niños pequeños con sus padres, dijo.
“No es lo mismo estar bajo el cuidado de la madre que en un refugio, especialmente cuando el niño tiene 2 años”, dijo Álvarez Oviedo.
El gobierno ha batallado con el manejo del aumento de las familias que cruzan la frontera, tanto vía los puertos de entrada como entre medio de ellos, ya que las cifras comenzaron a aumentar en 2014.
Inicialmente, los funcionarios permitieron que los padres con hijos ingresaran al país bajo libertad condicional humanitaria. Los dejaban en una estación de autobuses en Tucsón con una cita para reunirse con ICE en su destino final dentro de dos semanas.
Más tarde, los funcionarios comenzaron a liberarlos, pero con un brazalete en el tobillo para limitar lo que los críticos llamaron una política de captura y liberación, ya que no todos los padres cumplían con sus citas. El gobierno también aumentó el espacio de detención para las familias.
La semana pasada, más de 100 padres y niños, muchos de ellos guatemaltecos, se formaron en el puerto de entrada en el centro de Nogales para ser procesados para ingresar a Estados Unidos, algunos esperando más de un día.
En general, los padres que esperan cruzar en el puerto y que no tienen antecedentes migratorios anteriores son procesados y liberados con sus hijos en Tucsón con un monitor de tobillo y una cita para reunirse con funcionarios de inmigración. En al menos un caso, dijeron las familias, un hombre con violaciones migratorias previas fue separado de su hijo para ser procesado.
Algunas de las familias con las que habló el Arizona Daily Star el lunes 21 de mayo en el lado mexicano del puerto de entrada fueron a Casa Alitas, una casa en Tucsón inaugurada por Catholic Community Services para evitar que las familias pasen la noche en las estaciones de autobuses. Las familias pueden bañarse, conseguir ropa limpia y comer una comida caliente mientras sus familiares compran sus boletos de autobús o de avión.
En una declaración por escrito, los funcionarios del ICE dijeron que la agencia prioriza ubicar a las familias en centros residenciales. Pero si están operando a capacidad, “también podemos buscar espacio temporal en el hotel o considerar alternativas a la detención, como libertad condicional supervisada o el uso de monitor de tobillo”.
Las familias dijeron que los funcionarios de aduanas en el puerto de entrada de Nogales no les hicieron muchas preguntas, más allá de sus razones para venir a Estados Unidos.
La extorsión, la violencia doméstica y la extrema pobreza fueron razones por las que buscaban un futuro mejor en Estados Unidos, dijeron al Star.
La falta de lluvia también estaba perjudicando su capacidad de sobrevivir. Para los productores de café, sus campos no estaban produciendo lo suficiente y sus cultivos eran más susceptibles a plagas que no tenían dinero para tratar.
Katherine Smith, coordinadora de voluntarios en Casa Alitas, dijo que pocas familias llegaron el otoño pasado. Luego el flujo comenzó a aumentar en Navidad, con el ICE tratando de encontrar ubicación para 100 personas en un día.
Se había vuelto a reducir la velocidad hasta hace poco, cuando el ICE comenzó a preguntar a Casa Alitas todos los días si podían llevarse de 40 a 60 padres e hijos que la agencia estaba liberando, dijo Smith.
Smith no sabe la razón del aumento, aparte del aumento normal en el sur de Arizona justo antes del calor de tres dígitos del verano.
Hasta el 7 de mayo, el Proyecto de Derechos de los Inmigrantes y Refugiados de Florence había atendido a 135 familias separadas por las autoridades de inmigración este año. A este ritmo, dijo el grupo, las separaciones familiares están en camino a aumentar un 75 por ciento en los últimos años.
“Varias de estas familias parecen tener un temor real de regresar a su país de origen”, dijo St. John, director legal del Proyecto Florence. “Huir o dejar atrás a un niño para evitar ser separado por el gobierno de Estados Unidos es una decisión que ningún padre debería tener que tomar”.



