Cuando las hermanas Tani y Derri Sánchez salían de la escuela, caminaban a la casa de su abuela, una vieja y elegante casa en el borde del barrio del Presidio. Ahí hacían sus tareas: limpiar y encerar la mesa de madera oscura del comedor, sacudir el polvo de otros muebles y otras cosas que su abuela les pidiera. Y escuchaban sus historias.

Su abuela materna, Mary Louise Wright Euell, les contaba la historia de la familia, su migración de Luisiana al sur de Arizona en un vagón del tren y el trabajo duro que su abuelo Curley L. Euell hacía para sostenerlos, primero como leñador en McNary, en la Reserva Fort Apache, y más tarde en la Base de la Fuerza Aérea Davis-Monthan en Tucsón.

Las hermanas aprendieron sobre la dedicación de sus abuelos hacia la familia, su diligencia al plantar sus raíces, su insistencia en la educación y escucharon historias de otras familias de la ciudad que experimentaron retos similares y que compartían los mismos valores.

“Esa era la rutina”, dijo Tani Sánchez.

Para las hermanas, los resultados de esa “rutina” han sido años de exploración de sus raíces profundas, creando edredones y realizando otros esfuerzos artísticos que ayudan a contar la historia de la familia y recopilando libros sobre su familia y otras de la comunidad negra de Tucsón que también fueron ignoradas.

“Si no la conoces (la historia de los negros de Tucsón), entonces supondrás que los negros no eran parte de la comunidad”, dijo Tani Sánchez. “Se ha ocultado mucho de la historia”.

Durante más de cuatro décadas, las hermanas han desenterrado esa historia oculta.

Su colección de historias familiares y de otras familias negras de Tucsón incluye fotografías, censos y registros de la Guerra Civil, documentos familiares, minutas de reuniones de grupos comunitarios, historias orales y pruebas genéticas de Tani y Derri, hijas de un puertorriqueño ya fallecido.

Gran parte de ese tesoro de documentos difíciles de encontrar proceden de su abuela y su madre, Marguerite Euell Sánchez, que vive con su hija Derri en la casa que Curley y Mary Louise compraron en 1938 en Sixth West Street. Está en el borde de lo que se conocía como Snob Hollow, donde estaban las grandes mansiones habitadas por familias de la clase alta blanca, y al otro lado de la calle de los barrios Anita y Dunbar Spring, donde tenían sus hogares las familias negras, mexicanas, chinas e indoamericanas.

“Esto realmente se trata de mi abuela. Ella lo guardó todo”, dijo Tani, profesora asociada de Estudios Africanos en el Colegio de Humanidades de la Universidad de Arizona y genealogista dedicada.

La primera publicación se hizo en 1994, “Meals and Memoirs — Recipes and Reflections of African Americans in Tucson”, editada por Tani para el capítulo de Tucsón de la Sociedad Histórica y Genealógica Afroamericana como un proyecto para recaudar fondos. El folleto en espiral de 65 páginas está salpicado de recetas y breves recuerdos de colaboradores locales.

Le siguió en 1999 “Unsung Memories: A Scrapbook of the African American Community in Tucson, Arizona, From 1900 to 1950”, escrito por Derri y su mamá, Marguerite, quien dio clases en la escuela de Dunbar cuando fue segregada y quien después fue bibliotecaria de Tucson High School y Safford Junior High School hasta jubilarse.

Otra publicación es “Traditions of Uplift: A History of the Arizona Association of Colored Women’s Clubs”, publicada en 2007, en colaboración con la Asociación Nacional de Clubes de Mujeres de Color, una organización nacida en 1896 para apoyar a las mujeres negras. Fue editado por Tani y La Monica Everett-Haynes. Y este año, Tani publicó la rica historia de su familia en “Didn’t Come From Nothing: An African-American Story of Life”, que se vende en Amazon.com y que actualmente está en actualización.

Además de los libros, Derri es una bordadora de colchas consumada. Ha creado edredones con imágenes que reflejan la historia de su familia.

Documentar esta historia y recopilarla es fundamental para comprender el Tucsón de hoy, dijo Tani, quien imparte una clase de cine de hip-hop.

“Te da una mejor perspectiva”, dijo. “El pasado explica el presente, aunque la gente no quiera creerlo”.

Para entender la desigualdad racial, entender las relaciones raciales, entender los éxitos y aspiraciones de los tucsonenses negros, Tani sugiere que leamos la historia de su familia y de otras familias que formaron parte de la gran migración de familias negras del Sur.

“Si quieres conocerla, ahí está”, dijo.


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Ernesto “Neto” Portillo Jr. es editor de La Estrella de Tucsón. Contáctalo en netopjr@tucson.com o al 520-573-4187.