Elijah Miranda fue al departamento con aire acondicionado de un amigo para refrescarse. Se acostó en el sofá de la sala, escapando del calor de Tucsón.
Su amigo lo dejó en el departamento en Lind Commons, 3493 E. Lind Road, el jueves 25 de agosto, porque Miranda quería dormir cómodamente, disfrutando del aire frío que el cooler en la casa de su mamá del suroeste de Tucsón no podía producir.
La historia se convirtió en una pesadilla cuando Gavin Lee Stansell, que enfrentaba el desalojo por disturbios en el complejo de apartamentos, se enfureció y disparó fatalmente a tres personas, incluido Miranda, de 25 años, antes de que Stansell se suicidara. El amigo de Miranda era vecino del atacante Stansell, de 24 años.
Además de Miranda, la agente del Condado Pima, Deborah Martínez-Garibay, fue asesinada cuando intentaba desalojar a Stansell. También estaba la administradora de los departamentos, Angela Fox-Heath, quien también murió.
La policía identificó al tirador como Gavin Lee Stansell, de 24 años. Era desalojado por amenazar a un vecino con un arma. Stansell mató a la administradora de los departamentos y a un vecino, ambos de menos de 30 años, además de la agente Martínez-Garibay.
Familiares y amigos de las víctimas lloran a sus seres queridos.
La madre de Miranda está tan angustiada que no puede hablar de su hijo.
Soleste Lupu y Joey Rodgers, quienes pasaron un tiempo con la madre después de la muerte de su hijo, quieren compartir fragmentos de la vida de Miranda como sus amigos y ex instructores de baile.
Miranda tenía 10 años cuando se unió a su hermano menor en Dancing in the Streets Arizona, una escuela de artes escénicas en la ciudad de South Tucson que Lupu y Rodgers cofundaron hace 15 años. Lupu describió a Elijah, su primer estudiante becado, como un “bailarín maravilloso” que era artístico y atlético. Un instructor de tai chi en el estudio también trabajó con él.
“La gente estaba asombrada por sus actuaciones, porque era un niño grande y fornido, pero cuando bailaba era ligero de pies”, dijo Rodgers, mientras imaginaba a Miranda en el escenario, describiéndolo como un “gigante gentil”. Dijo que “a las bailarinas les encantaba bailar con él, porque sabían que era fuerte y podía levantarlas y no dejarlas caer”.
“Podría haber sido apoyador en un equipo de futbol. Sin embargo, fue muy amable y atento con el socio con el que estaba trabajando”, dijo Rodgers.
“Tenía esta ética de trabajo”, dijo Lupu. “Estaba motivado por aprender sobre ballet, y tomó clases para aprender y perfeccionar su baile. Empujó su limitación física tan lejos como pudo. Después de las clases técnicas de tres a cuatro veces por semana, lo impulsaban a practicar, y cuantas más veces vienes a clase, más te ejercitas y tu cuerpo se vuelve más fuerte. El objetivo del entrenamiento de un bailarín es tener memoria muscular. Los pasos deben verse fáciles y fluidos”, explicó Lupu al recordar la habilidad de baile de Miranda.
Los agentes que ejecutan los desalojos carecen del apoyo crítico necesario para manejar situaciones peligrosas, afirma la familia de Deborah Martínez-Garibay, asesinada en el cumplimiento de su deber el 25 de agosto.
Su primera actuación fue “El cascanueces y el rey de los ratones”, recordó Lupu del espectáculo en el Berger Performing Arts Center en el campus de las Escuelas Estatales de Arizona para Sordos y Ciegos. “Era tranquilo, amable y gentil. Él estaba compartiendo con la audiencia el arte, y ellos compartieron su amor a cambio”.
Otras actuaciones en las que estuvo Miranda incluyeron “Sueño de una noche de verano”, e interpretó numerosos papeles en el ballet “El cascanueces”, incluido un muñeco soldado, un rey rata, un príncipe y el rey de las nieves, que fue el papel más avanzado que interpretó en 2014, a los 17 años.
El año pasado, a Miranda le iba bien, vivía en su propio departamento, trabajaba como gerente general en un restaurante de comida rápida y planeaba inscribirse en Pima Community College, dijo la pareja.
Pero a principios de este año, en enero, su vida dio un giro. Según documentos judiciales, conducía a casi 80 mph en North Campbell Avenue, al sur de East Grant Road, de noche. Impactó a un peatón, Lawrence M. Leadman que no estaba en un cruce de peatones. Leadman murió en el lugar y en abril un gran jurado acusó a Miranda de un cargo de homicidio involuntario. Se fijó una conferencia de gestión de casos para septiembre, un paso para la preparación del juicio.
Estaba navegando por los problemas de su vida, enfrentándolos y lidiando con ellos, dijo Rodgers.
Dancing in the Streets Arizona planeaba organizar un tributo privado para Miranda en la escuela de baile y buscará formar la Beca Elijah Miranda para niños.
