Voluntarios y huéspedes de Casa Alitas pintan un mural.

Traducido al español por Claudia “Koleia” Bungard

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Que los miembros de la comunidad se unan para ayudar a 60.000 migrantes durante siete años es lo que Teresa Cavendish más aprecia de su trabajo en Casa Alitas.

Casa Alitas, un centro de asistencia que hace parte de la organización sin fines de lucro Catholic Community Services, brinda asistencia a los solicitantes de asilo. Según cuenta Cavendish, directora del centro, este esfuerzo inició en el verano de 2014 cuando Tucsón estaba comenzando a experimentar el arribo de grandes oleadas de migrantes que eran liberados por el Departamento de Seguridad Nacional.

Este año, mencionó Cavendish, se espera que Casa Alitas ayude a 14.000 migrantes.

“Desafortunadamente, los migrantes están sufriendo las condiciones que los llevaron a dejar sus países de origen”, dijo. “Además de eso, deben enfrentar un viaje muy largo y peligroso, y luego, a menudo, son detenidos por períodos prolongados bajo la custodia del DHS. Cuando al fin son liberadas, muchas de estas personas están enfermas, deshidratadas y es posible que no hayan comido adecuadamente durante varios días”. Tan pronto llegan a Casa Alitas, reciben comida, bebidas, una muda de ropa y refugio durante los días que necesiten, antes de hacer sus preparativos para viajar a donde sus familiares o conocidos en Arizona o en otros estados del país. Cavendish comentó que también les brindan ayuda a las personas con afecciones médicas para que puedan consultar a los proveedores médicos locales.

La directora manifestó además que es común ver en Casa Alitas los casos de familias que han sido separadas durante el proceso migratorio. En particular, ella recuerda la situación de una madre con sus hijos que fueron separados de su padre y tuvieron que encontrar su propio camino para seguir adelante. “Las mamás o las familias vienen a nosotros sin tener idea de dónde están sus cónyuges”, dijo Cavendish. En casos como estos, estas personas “no tienen la información del patrocinador (la persona que va a recibirlos en Estados Unidos), por lo que no pueden avanzar y están completamente aterrorizadas”.

Los niños migrantes juegan en el refugio Casa Alitas de Catholic Community Services, que se enfoca en albergar a familias migrantes que hacen su transición inicial a los Estados Unidos.

Afortunadamente, en Casa Alitas trabajan con la red de refugios dentro de Arizona y, en algunos casos, han logrado encontrar al miembro de la familia desaparecido. Eventualmente pueden incluso traerlos a Tucsón para reunirse con sus familias.

Al igual que le ha sucedido a otras organizaciones, la propagación del COVID-19 ha complicado las cosas para Casa Alitas. Debido a la pandemia, muy pocas personas estaban cruzando la frontera, pero los migrantes en los centros de detención estaban siendo liberados debido a las altas tasas de contagio del COVID-19, dijo Cavendish.

Después de que Casa Alitas Identificó la situación como un riesgo para la salud de la comunidad, la organización pudo trabajar con los centros de detención y con algunos abogados de inmigración locales para proporcionar pruebas de COVID-19. Si resultaban ser positivos, Casa Alitas les proporcionaría un espacio para pasar la cuarentena, dijo Cavendish.

“Creo que fuimos muy efectivos en minimizar el impacto de aquellos que estaban siendo liberados sin tener un conocimiento claro sobre su estado de contagio por COVID-19”, dijo.

Ahora, a los migrantes se les hace una prueba de COVID-19 justo cuando llegan a Casa Alitas y se los lleva a un lugar separado si dan positivo.

Al recibir a más de 100 personas al día, Cavendish cree que sin la ayuda de Casa Alitas, Tucsón estaría experimentando los mismos problemas que tuvo en 2014. Estas personas “no tendrían adónde ir ni idea de cómo llegar a alguna parte”, dijo Cavendish.

Marjorie King, de 71 años, es voluntaria en el Centro de Bienvenida Casa Alitas en Tucsón, donde las familias migrantes reciben ropa, comida y ayuda para encontrar recursos.

Para ella, es inspirador el apoyo que le brinda la comunidad de Tucsón a los migrantes. “Ver que, a través de voluntarios, nos unimos para corregir algo que consideramos una injusticia”, dijo.

Cómo ayudar

De acuerdo con su página web, Casa Alitas cuenta con alrededor de 700 voluntarios que le ayudan a la organización a seguir adelante con su misión. Cavendish anima a la ciudadanía a unirse a la comunidad de voluntarios.

Cavendish también comenta que el centro acepta donaciones. Medias y ropa interior de todas las tallas son siempre prendas que se necesitan, así como chaquetas y ropa para la temporada de invierno.

<&rdpStrong>Otras organizaciones locales que apoyan a los migrantes</&rdpStrong>

Borderlinks

Border Community Alliance

Artisans Beyond Borders

Tucson Refugee Ministry

Iskashitaa Refugee Network


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