Tyler Espinoza es un participante del Programa de Becarios ASEMS.

La Universidad de Arizona recibió una subvención federal de $5 millones para apoyar a más estudiantes, especialmente aquellos hispanos o de familias de bajos ingresos que estudien ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas.

La subvención de cinco años del Departamento de Educación de EE.UU. tiene como objetivo ayudar a los estudiantes a transferirse más fácilmente a la UA desde otras instituciones y ayudar a los estudiantes a experimentar un sentido de pertenencia en sus programas STEM, informaron los funcionarios de la universidad. El proyecto también permitirá aumentar la cantidad de oportunidades de investigación de pregrado, capacitar a profesores, personal y mentores de estudiantes para mejorar la inclusión en sus interacciones con ellos y, así, aumentar las tasas de graduación de hispanos en carreras STEM.

Kimberly Sierra-Cajas, directora de STEM Learning Center comentó que la forma en que los estudiantes de la UA avanzan actualmente en sus estudios es un “modelo único para todos” que no siempre tiene en cuenta “las normas culturales que predominan en la cultura latinx”, como un fuerte sentido de responsabilidad comunitaria y familiar. Latinx es un término de género neutral para personas de culturas de habla hispana o de ascendencia latinoamericana.

Sierra-Cajas

“Inherente a esta subvención está nuestra responsabilidad de abordar las barreras que experimentan los estudiantes en todas nuestras estructuras y entornos institucionales, y que conducen a disparidades en las tasas de graduación de STEM”, dijo Sierra-Cajas.

Los datos muestran que menos de la mitad de los estudiantes hispanos de la UA que comienzan en carreras STEM completan sus programas dentro de los seis años, comentó. Y solo un tercio de los estudiantes latinos con especializaciones en STEM que reciben Becas Pell (becas federales para estudiantes con necesidades económicas) se gradúan con un título en STEM en seis años. Alrededor del 42% de los estudiantes latinos transferidos se gradúan dentro de los tres años posteriores a la transferencia.

La subvención abordará cómo asesorar y navegar el complejo sistema para tener en cuenta que muchos estudiantes tienen que mantener trabajos mientras están estudiando y tienen responsabilidades considerables para las familias, lo que compromete su tiempo y sus recursos, dijo Sierra-Cajas.

“Por lo general, cada departamento STEM propone solo un plan, suponiendo que se ajuste a la realidad de todos los estudiantes. Esta desconexión contribuye a la disparidad en la finalización exitosa de los cursos STEM”, dijo. “No tener en cuenta las realidades vividas por los estudiantes latinos y de bajos ingresos puede hacer que los estudiantes tengan dificultades académicas y pierdan el sentido de pertenencia tan pronto como comienzan a tener dificultades en los cursos. Como resultado, los estudiantes a menudo abandonan sus carreras en STEM, si no es que acaban abandonando la universidad”, dijo Sierra-Cajas.

La investigadora comentó además que los estudiantes transferidos han dicho que necesitan orientación específica sobre cómo equilibrar la educación general y los cursos de entrada STEM para evitar horarios encontrados en su primer semestre en la universidad. “Muchos estudiantes se transfieren y toman de tres a cuatro clases STEM a la vez, mientras tienen que trabajar de 20 a 40 horas”, dijo Sierra-Cajas.

Daniela Ortiz es participante del Programa de Becarios ASEMS.

Según Sierra-Cajas, los estudiantes hispanos necesitan sentirse bienvenidos y tener un sentido de pertenencia en los departamentos de STEM de las universidades, y esto ayuda cuando los estudiantes se conectan “con profesores, profesionales y compañeros de STEM, especialmente a través de actividades académicas y extracurriculares”. Gracias a este proyecto, los estudiantes hispanos también podrán encontrar y hacer parte de investigaciones en áreas que les interesen, así como temas relevantes para las necesidades de sus comunidades.

La subvención permitirá, además, que más miembros de la facultad participen en el Instituto de Desarrollo de Currículo Culturalmente Responsable de la universidad (Culturally Responsive Curriculum Development Institute), un programa de verano de una semana que apoya a los participantes en la implementación de prácticas de enseñanza y aprendizaje más inclusivas en sus cursos. El instituto ayuda a los miembros de la facultad a rediseñar sus cursos incorporando aspectos de los antecedentes culturales de los estudiantes en el plan de estudios del curso.

El instituto ahora da la bienvenida a 20 participantes al año y está abierto a la postulación de profesores de toda la universidad. Los participantes que completan el programa reciben un estipendio de $1,000. El instituto podrá inscribir a 10 miembros adicionales de la facultad que imparten cursos introductorios de STEM en matemáticas, informática, física, química y biología, dijo Judy Márquez Kiyama, co-investigadora principal de la subvención, quien dirige el instituto como vicerrectora asociada.

Kiyama

El instituto enseñará a los profesores a desarrollar contenidos de cursos que reflejen los antecedentes culturales y las historias de los estudiantes”, dijo Kiyama, quien también es profesora en la Facultad de Educación. También se desarrollará una capacitación similar para los asesores y para personal de apoyo a los estudiantes que asesoran y se involucran con los estudiantes, dijo. En la primera capacitación del año pasado, se rediseñaron 22 cursos en toda la universidad, lo que impactó a más de 2,000 estudiantes.


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Contacta a la reportera Carmen Duarte en cduarte@tucson.com o vía Twitter: @cduartestar