Por Alex Devoid
La Estrella de Tucsón
A finales de junio, Arizona alcanzó su punto máximo en casos nuevos de coronavirus. Desopués de eso, la propagación de COVID-19 se ha desacelerado en Arizona y el Condado Pima, pero el nivel de riesgo sigue siendo elevado en todo el estado, sugieren varios puntos de datos.
A pesar de las recientes mejoras en las tendencias de COVID-19, los expertos en salud pública advierten que estas tendencias podrían empeorar fácilmente si los arizonenses no continúan tomándose la pandemia en serio.
“De ninguna manera estamos fuera de peligro”, dijo el Dr. Francisco García, director médico del Condado Pima. “Necesitamos seguir redoblando nuestras estrategias de mitigación”.
El número de casos de COVID-19 nuevos, confirmados en todo el condado y en todo el estado volvió a disminuir recientemente de una semana a la siguiente, considerando los resultados de las pruebas según el día en que se tomó la muestra.
Una disminución simultánea en las pruebas de diagnóstico podría haber reducido la cantidad de casos nuevos confirmados, pero el porcentaje de pruebas que dieron positivo para COVID-19 también disminuyó, lo que sugiere que el virus podría estar propagándose menos, dijo el Dr. Joshua LaBaer, director ejecutivo del Instituto de Biodiseño de la Universidad Estatal de Arizona, en una conferencia telefónica el 5 de agosto.
El Rt (que mide el número promedio de personas a las que infecta una persona infectada) estimado de Arizona también ha tenido una tendencia a la baja, con un valor de .84 hasta el jueves 6 de agosto, según el sitio web rt.live. Esto refleja la realidad de que la transmisión del virus se ha reducido un poco en Arizona, dijo LaBear.
Las infecciones se ralentizan cuando el Rt es inferior a 1.
La ocupación hospitalaria debido al COVID-19 también ha disminuido, dijo LaBear. No ha disminuido tan rápido como los casos, pero eso no es ninguna sorpresa, ya que los pacientes hospitalizados por el virus pueden tardar mucho en recuperarse.
“Mi percepción de las cosas es que seguimos avanzando en una dirección razonablemente positiva”, dijo. “El estado no solo está estabilizado, sino que en realidad muestra una tendencia general hacia una disminución del número de casos positivos”.
Menos casos, pero menos pruebas
Los nuevos casos confirmados en todo el estado totalizaron 11,311 del 19 de julio al 25 de julio, según los datos publicados por el Departamento de Servicios de Salud de Arizona (ADHS, por sus siglas en inglés) el viernes 7 de agosto, y considerando el día en que se tomaron las muestras de las pruebas. Esta fue una disminución de 6,919 casos, o 38%, con respecto a la semana del 12 de julio al 18 de julio. Las pruebas disminuyeron en un 29% durante el mismo período de tiempo.
En todo el estado, el porcentaje de casos positivos del 19 al 25 de julio fue del 13%, en comparación con el 16% de la semana anterior, según datos de ADHS.
Estas métricas aúb podrían cambiar a medida que lleguen más resultados de pruebas realizadas del 19 al 25 de julio.
Es muy probable que el número de casos y pruebas de las últimas semanas todavía esté incompleto debido a los retrasos en la notificación de datos, lo que dificulta la interpretación de las tendencias recientes del coronavirus.
En el Condado Pima, la cantidad de casos ha comenzado a mostrar una “pendiente descendente”, mientras que el porcentaje de casos positivos también ha disminuido, dijo García.
En todo el condado, los casos nuevos totalizaron 1,020 del 19 al 25 de julio. Esta fue una disminución de 476 casos, o 32%, en comparación con la semana anterior.
La cantidad de pruebas de diagnóstico en todo el condado disminuyó aproximadamente un 26% durante el mismo periodo de tiempo. Pero García dijo que la demanda de pruebas sigue siendo alta.
El porcentaje de casos positivos en el Condado Pima del 19 al 25 de julio fue del 10%, frente al 13% de la semana anterior, según los datos de ADHS publicados el 7 de agosto.
García dijo que no estará contento hasta que el porcentaje de casos positivos esté por debajo del 5%. Ahí es cuando creerá que hay pruebas adecuadas y una menor transmisión comunitaria, dijo.
Estas mejoras en las tendencias de COVID-19 enfatizan los beneficios que trajeron los cambios en la política hace unas semanas, dijo LaBaer.
En el Condado Pima, por ejemplo, García señaló que el número de casos nuevos comenzó a disminuir poco después de que la Junta de Supervisores del condado aprobara una ordenanza sobre el uso de cubrebocas el 19 de junio.
Este tipo de leyes han ayudado a frenar la propagación del virus, pero el virus aún se está propagando.
Propagación asintomática
“Una gran parte de la transmisión en este momento de este virus es asintomática. Eso significa que las personas que no saben que lo tienen lo están transmitiendo a otras personas “, dijo LaBaer. “Y la única forma de encontrarlos es haciéndose la prueba”.
El tiempo de respuesta de los resultados de las pruebas ha sido un desafío para el Condado Pima, pero está empezando a mejorar, dijo García.
“La mayoría de los laboratorios, todo el sistema, nunca contemplaron este tipo de volumen y demanda que estamos impulsando”, dijo. “Pensemos que es como intentar sacar mucha agua de una manguera muy, muy pequeña”.
Lo ideal sería que el rastreo de contactos ocurriera dentro de los cuatro días posteriores a una prueba de coronavirus, según un memorando que el administrador del condado, Chuck Huckelberry, envió a la Junta de Supervisores. El objetivo es evitar que los pacientes infectados transmitan el virus a otras personas.
Los resultados de las pruebas que se obtienen en dos semanas no son particularmente útiles, dijo LaBaer.
El nivel de riesgo sigue alto
El mapa de niveles de riesgo de COVID-19 del Harvard Global Health Institute le dio a Arizona una calificación de riesgo de rojo hasta el viernes 7 de agosto. Es la más alta de cuatro categorías: verde, amarillo, naranja y rojo.
El Condado Maricopa también tenía un nivel de riesgo rojo. El Condado Pima tenía un nivel de riesgo de naranja. Estas categorías se basan en el promedio móvil de siete días de nuevos casos diarios por cada 100,000 personas.
Si bien el Condado Pima tiene un nivel de riesgo más bajo que el condado de Maricopa en este momento, García dijo que eso podría cambiar.
“Todo lo que sucede en el Condado Maricopa termina derramándose aquí”, dijo. “Mientras Maricopa sea rojo, todo el estado debe estar muy preocupado”.