Más de 71,000 clientes de Tucson Water que residen en áreas no incorporadas del Condado Pima, es decir, que no viven en los límites de las ciudades del condado, verán que sus facturas de agua aumentarán en el mes de diciembre después de que el Concejo Municipal de Tucsón votara en junio pasado por esta alza en las tarifas.
Los miembros del Concejo o cabildo acordaron aumentar un 10% el servicio de agua con base en el consumo para los clientes en áreas no incorporadas, aumentos que no afectarán a los clientes de Tucson Water en jurisdicciones como Oro Valley, Marana y Sur Tucsón, sino específicamente a los clientes de áreas no incorporadas del condado, como Catalina Foothills y Avra Valley.
La decisión, que se consolidó luego de una votación del Concejo en octubre pasado, ha creado un choque entre los funcionarios de la ciudad y del condado. Si bien la ciudad dice que cuesta más entregar agua a las áreas no incorporadas, los funcionarios del condado han cuestionado el costo real y han calificado la medida de “discriminatoria”.
El ayuntamiento de Tucsón ordenó al personal que realizara un estudio para determinar la diferencia en los costos entre el suministro de agua a los clientes dentro de la ciudad y de las áreas no incorporadas. El estudio encontró que el servicio de agua no incorporado cuesta un 5% más, pero se ha cuestionado los métodos del estudio y la eficacia de los hallazgos.
Costo del servicio
Un cliente promedio de Tucson Water en los límites no incorporados del condado verá un aumento en las facturas mensuales de agua de $50.28 a $56.45 por mes.
En abril de este año, el mismo día que el Concejo Municipal emitió su aviso de intención de implementar esta medida, la Junta de Supervisores del condado votó 3-2 para oponerse a las tarifas diferenciales de agua.
Ahora, con el aumento que entrará en vigencia el 1 de diciembre, la ciudad anticipa ganar alrededor de $10 millones en ingresos anuales adicionales para invertir en el mantenimiento de la infraestructura, la respuesta climática y la provisión de programas de asistencia para personas de bajos ingresos.
La ciudad ha sostenido que aumentar las tarifas del agua es una decisión basada puramente en las políticas de cobro, que se justifica por esos motivos. Sin embargo, el cabildo ordenó de cualquier forma al personal que realizara un estudio del costo del servicio.
La decisión se tomó después de que Chris Avery, asistente del fiscal municipal principal, investigara qué tan legal es imponer tarifas diferenciales basadas en un estatuto estatal vigente y en el código de la ciudad de Tucsón. Ambos sugieren que el aumento de las tarifas del agua debe basarse en el costo de suministro de agua.
Avery también mencionó un fallo de la Corte Suprema de Arizona que dice que las empresas de agua de propiedad municipal pueden cobrar más por el servicio de agua fuera de los “límites corporativos”. En última instancia, recomendó que cualquier tarifa diferencial adoptada se someta a un estudio de costo de servicio antes de la adopción final para resistir cualquier desafío legal a la razonabilidad de las tarifas.
Sin embargo, Avery comentó que dado que los ingresos generados permanecerán dentro de la empresa de servicios públicos, “las tarifas de Tucson Water, en conjunto, son tarifas de ‘costo de servicio’”.
La consultora Galardi Rothstein Group y Raftelis llevaron a cabo el estudio del costo del servicio y encontraron que cuesta un 5% más el agua y la infraestructura que se necesitan para suministrar agua a áreas no incorporadas que dentro de la ciudad.
La empresa también evaluó el costo del servicio en una variedad de retornos de inversión, o cuánto más cuesta proporcionar agua a los clientes fuera de la ciudad para recuperar la misma inversión inicial que los clientes dentro de la ciudad.
Utilizando este enfoque, que se denomina método de utilidad, la empresa encontró que la tasa diferencial oscila entre el 9% y el 26%, lo que abarca el aumento de base del 10% que adoptó el ayuntamiento.
El administrador del Condado Pima, Chuck Huckelberry, y los miembros del Comité Asesor del Agua para los Ciudadanos de Tucsón –un grupo establecido en 1977 para asesorar al alcalde y al concejo sobre la planificación de los recursos hídricos para los ciudadanos dentro y fuera de los límites de la ciudad–, han cuestionado esta metodología, ya que Tucson Water no considera tasas de retorno al definir las tarifas de agua actuales.