Para La Estrella de Tucsón
Lo acontecido con Hunter Pence entre 2018 y 2019 fue uno de los sucesos más interesantes en torno al beisbol actual. El outfielder que llegó a destacar en dos de los títulos de Serie Mundial que tuvieron los San Francisco Giants durante la presente década se fue a jugar pelota invernal a República Dominicana.
Hace un año, Pence fue a los Toros del Este, equipo que juega en La Romana, República Dominicana, venía de su peor temporada en la Major League Baseball y no tenía contrato para el siguiente año, pero lo que más le atraía de jugar beisbol invernal era tratar de hacer algunos ajustes en su estilo de bateo, porque se había dado cuenta de que con el estilo de antes estaba siendo muy vulnerable.
A Pence, como a casi el 100 por ciento de los toleteros que fueron desarrollados de unos cinco años para atrás, le crearon una mecánica en el swing donde el lanzamiento se atacaba tratando de conectar hacia abajo, jamás hacia arriba, pero ahora había una corriente nueva tratando de elevar la bola que estaba funcionando y, lo más importante, ese tipo de peloteros era el que estaba siendo buscado por los directivos.
En la actualidad se busca mucho más el bateo hacia arriba. En esta era de tantos estudios se encontró que era lo más recomendable, igual que ahora es más recomendable no tocar la bola y algunos cambios más en el estilo de juego.
Pence se fue a los Toros del Este con esa idea de ajustar el swing. Venía de una temporada tan mala de la MLB que lo único que consiguió para 2019 fue un contrato de Liga Menores de los Texas Rangers, con invitación a entrenamiento primaveral, y lo consiguió el 7 de febrero, cuando prácticamente estaba arribando la fecha para reportar a los entrenamientos.
Pero era todo lo que necesitaba: una oportunidad para mostrar que había hecho el ajuste, se había actualizado. Pence “hizo el roster” de día inaugural con Rangers, y tuvo tan buen desempeño que hasta fue invitado al Juego de Estrellas. Su caso se publicitó tanto que le dio una excelente imagen al beisbol invernal, porque una y otra vez dijo que le había ayudado en su regreso al éxito.
LA ACTUALIDAD
Uno de los prospectos más llamativos que llegaron a tener los Arizona Diamondbacks en la presente década fue Peter O´Brien, cañonero que llegó a jugar anteriormente pelota invernal en México, con Naranjeros de Hermosillo y Yaquis de Obregón.
O´Brien ha jugado brevemente en las últimas dos campañas de la MLB con los Miami Marlins, no se ha podido establecer, pero actualmente este pelotero está destacando con el mismo equipo donde jugó Hunter Pence en 2018, los Toros del Este. Y vaya que O’Brien está resultando productivo, es el máximo jonronero y productor de carreras en el circuito de Quisqueya.
Definitivamente, cabe pensar si está por ser la versión de Pence para 2020 en la MLB, si O´Brien finalmente se establecerá en la gran carpa. La gran diferencia con Pence sería que O´Brien en realidad todavía no tiene un buen año.
De todos los peloteros que andan jugando beisbol invernal, él es quien pudiera llamar más la atención. Y conste que hay casos como el de Olmo Rosario en Venezuela, que presentaba a inicios de la semana un promedio de bateo de .451 con las Águilas de Zulia, pudiera tumbar -y por mucho- el récord de porcentaje en Venezuela. También Héctor Santiago es un pitcher agente libre que llevaba 22 innings sin permitir carrera limpia con los Gigantes de Carolina, en Puerto Rico.
De igual forma andan algunos prospectos por los circuitos de la Confederación del Caribe, un ejemplo es Jazz Chisholm en Puerto Rico, fue prospecto número uno de Diamondbacks, lo cambiaron a los Marlins en la transacción donde Arizona adquirió al pitcher Zac Gallen.
Pero, principalmente se observa a peloteros con cierta experiencia todavía con la oportunidad de jugar en la MLB, probablemente con la necesidad de hacer un ajuste en su juego.