Oriundo de Agua Prieta, Sonora, y radicado en Tucsón, Arizona, Alfredo Hurtado es un beisbolista profesional que durante la pasada temporada regular de la Liga Mexicana del Pacífico estuvo con los Tomateros de Culiacán, el club que representó a México en la recién concluida Serie del Caribe.
De apenas 22 años, Hurtado acaba de tener un año, el 2019, que vino a ser el trampolín que estaba buscando, el periodo que elevó todavía más su confianza y las esperanzas que tienen en él los clubes a los que pertenece en México.
La historia beisbolera de este joven aguapretense inicia en Tucsón, aunque para efectos de la pelota profesional, es en Sonora donde lo descubren.
Fue en un Regional en Nogales, Sonora, donde se empezaron a interesar en él. Lo firmó Sultanes de Monterrey por recomendación del scout Humberto Soto, cuando Hurtado tenía apenas 16 años.
Sultanes le dio los primeros turnos al bat en el equipo grande de Liga Mexicana de Verano en 2019, cuando ya tenía 21 años, y en su primer juego conectó jonrón. De inmediato causó un impacto.
En la primera mitad de 2019 todavía no pertenecía a ningún club de la Liga Mexicana el Pacífico, pero en el draft de peloteros libres nacionales de julio, Hurtado confirmó claramente el valor que tenía para los Tomateros de Culiacán.
DE PRIMERO EN EL DRAFT
El día del draft de la LMP (el proceso en el que los equipos toman un orden para seleccionar refuerzos por rondas), en el mes de julio, Mario Valdez, gerente de Tomateros de Culiacán, le mandó un mensaje de texto a Alfredo Hurtado diciendo que estuviera pendiente, que era prioridad para su equipo.
Siendo la vida del pelotero una auténtica montaña rusa, de momentos buenos y malos, de alegrías y decepciones, Hurtado ya había tenido las experiencias suficientes como para no querer ilusionarse tanto.
“Me puse a ver el draft, yo estaba solo en el vestidor del estadio de Monterrey, y al escuchar mi nombre entre los primeros, se me vinieron las lágrimas a los ojos”, recordó el joven sonorense, quien a los minutos recibió la emotiva llamada telefónica de sus padres.
Los Tomateros seleccionaron a Alfredo Hurtado como primera opción del draft de 2019, ese turno donde en años anteriores los Guindas llegaron a tomar elementos que se convirtieron en estelares, como Luis Carlos Rivera (1995), Jorge Cantú (1997), Ramiro Peña (2005) y Manny Bañuelos (2008). Todos ellos llegaron a Grandes Ligas.
“Teníamos muy buenas recomendaciones de él, a mí me tocó verlo jugar en Cancún, y me gustó mucho”, comentó el gerente de los Guindas, Mario Valdez. “Lo vi los tres días que estuve ahí, me gustó su manera de trabajar, vi a un muchacho tranquilo, dedicado, sobre todo, muy dedicado”, dijo Valdez.
El buen brazo, la defensiva, el batear por ambos lados y las amplias recomendaciones, incluso una plática que tuvo Valdez con Roberto Kelly, mánager de Hurtado en el equipo de Sultanes, influyeron para que fuera la primera opción Guinda en el draft.
Sin duda, había razones para contemplarlo como primera opción del draft, t eso quedó demostrado cuando en plena pretemporada se presentó una necesidad en el equipo y Hurtado fue la solución.
“Yo iba como uno de los tres catchers, entonces, en Douglas, Arizona, en la pretemporada, se nos lesionaron unos infielders”, recordó Hurtado. “Le dije al mánager (Benjamín Gil) que también podía jugar cuadro, no había quien respaldara a Ramiro Peña durante la temporada (en la segunda base), por eso se me dio la oportunidad de jugar más”.
Hurtado jugó más como pelotero de cuadro durante el rol regular de LMP y también estuvo brevemente de jardinero izquierdo.
“Nosotros todo el tiempo lo seguimos de cátcher, no sabíamos que había jugado infield”, mencionó Valdez. “Lo empezamos a ver que se movía muy bien, hacía rápido los doble plays, brazo ya sabíamos que tenía. Fue una grata sorpresa”.
Eso le ayudó a permanecer en el roster de temporada regular y, aunque no fue parte de la alineación de Tomateros en los playoffs ni en la Serie del Caribe, se notó el interés de la organización por seguirlo desarrollando. Fue así como Hurtado estuvo entre los elegidos a viajar a Puerto Rico como receptor de bullpen.
EN PUERTO RICO
Los Tomateros de Culiacán lograron el título número 12 de LMP durante la temporada 2019-2020, venciendo en la Serie Final a los Venados de Mazatlán en el máximo de siete partidos. Después, estuvieron cerca de jugar por el campeonato de la Serie del Caribe, donde quedaron con récord de 4-1 en la primera fase, pero en semifinales fueron eliminados en un duelazo de pitcheo ante Venezuela, donde cayeron por marcador de 1-0.
Para Alfredo Hurtado fue una agradable experiencia estar ahí. Confirmó lo importante que es él para la organización, que vio esa experiencia como parte del desarrollo del joven pelotero.
Son eventos donde las emociones se ponen a flor de piel, “el ambiente era una cosa increíble”, dijo Hurtado, “tanta fanaticada (de su país) allá tan lejos, que en el estadio pusieran canciones típicas de México. Estando tan lejos y sentirte en casa fue emocionante”.
Alfredo Hurtado cuenta también de sus inicios como fanático del beisbol.
“Estando aquí en Tucsón o en el área de Agua Prieta, es lo máximo escuchar de Naranjeros, de Tomateros, y era un sueño lejano jugar ahí, que poco a poco se fue acercando. Desde los 5 años me sentaba a ver la TV con mi papá, viendo los juegos de Naranjeros, y recuerdo decirle, ‘apá algún día voy estar ahí’”.
El segundo partido de Hurtado en le LMP fue en Hermosillo. Gran parte de su familia viajó de Cumpas, Sonora, a Hermosillo, para verlo. “No me caía el veinte, era algo grande, le agradecía a Dios por estar ahí”, dijo.
TUCSÓN EN EL CAMINO
Aunque nació en Agua Prieta, los inicios de Alfredo Hurtado en los campos de beisbol se dieron en la pelota infantil en Tucsón, desde el “Tee Ball”. Cuando habla de su desarrollo en aquellos años, recuerda con agrado a gente como Eddie García, Erick Estrella, Robert Campillo y Brian Johnson, entre otros. También menciona a la Western Little League, Tucson Baseball Academy, Centerfield Champs y Tucson Copperheads.
Lo mismo que a la Liga Bachicuy de Agua Prieta, donde también jugó y a la que representó asistiendo a varios torneos.
Una enfermedad de un hermano de Alfredo hizo que sus padres pasaran mucho tiempo en Tucsón, donde finalmente se quedó a radicar la familia. Orgulloso, su hermano ha lucido en la escuela el jersey de los Tomateros de Culiacán, los actuales campeones de LMP.
Alfredo Hurtado tiene muchas razones para estar feliz y optimista por lo que pudiera venir en 2020, cuando estará en Liga Mexicana de Verano con Bravos de León y deberá jugar seguido, más como receptor, antes de que lo volvamos a ver en invierno con los campeones de la Mexicana del Pacífico.