Sheila Soto

Ya estamos a un año del inicio de lo que ahora se reconoce como una pesadilla mundial. Nadie se imaginaba antes de eso que en un instante no podríamos abrazar y besar a nuestros seres queridos. En solo 12 meses ha fallecido a causa del coronavirus más de medio millón de personas en Estados Unidos, 195 mil en México, y 2.67 millones a nivel mundial.

Abril es conocido como el Mes Nacional de la Salud de las Minorías. Minoría es un término para definir un grupo de personas que es más pequeño en relación a toda la población en conjunto. Esto incluye grupos distintos por raza, etnia, ingresos, educación, nivel social, género, etc. Usualmente se usa el término para diferenciar grupos que enfrentan barreras para satisfacer necesidades cotidianas como un hogar seguro, alimentos saludables y ropa.

Yo crecí en una casa móvil con mis papás y tres hermanos. Cuando era pequeña, yo no prestaba atención a nuestro nivel social, al igual que otros niños latinos hijos de padres agricultores, y siempre estaba contenta cuando mis hermanas me pasaban su ropa, porque para mí era nueva. De niña, no notaba las barreras para acceder a los recursos básicos.

La pandemia nos ha llevado a crear una conciencia enorme de lo esencial que son las minorías para el funcionamiento este país. Sin embargo, somos desproporcionadamente afectados por disparidades de salud como la diabetes, presión arterial (hipertensión), y obesidad; todas condiciones de alto riesgo durante la pandemia. Han muerto más latinos y afroamericanos que cualquier otra raza por causa del COVID-19 en EE.UU. y, aun así, somos los menos vacunados.

En la Unidad Móvil de Salud de la Universidad de Arizona nos enfocamos en proveer información creíble de sitios de prestigio como los Centros de Control y Prevención de las Enfermedades (CDC), el Instituto Nacional de Salud (NIH) y el Departamento de Servicios de Salud del Estado de Arizona (ADHS). Los mitos en las redes sociales y medios de comunicación alcanzan a más latinos en comparación a los medios profesionales de salud. Los diferentes mensajes por ambos medios llevan a la desconfianza en nuestra comunidad y a no saber si lo que escuchan es verídico o falso.

Otro grupo minoritario de latinos afectados por la pandemia son los inmigrantes indocumentados. Debido a políticas públicas pasadas, como la Carga Pública, y a la desinformación, esta minoría no se ha beneficiado tanto de los múltiples servicios de salud ofrecidos durante la pandemia, como las pruebas y las vacunas para el COVID-19.

Si somos ciudadanos o residentes permanentes de EE.UU., hay que reconocer que es un derecho poder vacunarnos y solicitar pruebas para detectar la infección. Muchos, incluyendo nuestras familias de México, quizá no tienen los mismos servicios a la mano. Recordemos que la vacuna es gratuita para todos, sin importar el estatus migratorio o si se tiene o no seguro médico.

Nuestra meta como profesionales de la salud es brindarle información confiable y verídica para tomar decisiones informadas para que usted se proteja y se mantenga saludable al igual que a su familia y su comunidad.

Si tienes alguna duda o pregunta sobre las vacunas contra el COVID-19, por favor contáctanos por medio de nuestra página de Facebook:  www.facebook.com/MHU.Tucson o llámanos al (520)251-8418.


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Sheila Soto es administradora del programa Unidad Móvil de Salud de Prevención Primaria del Colegio de Salud Pública Mel y Enid Zuckerman de la Universidad de Arizona en Tucsón. Es estudiante de doctorado en Gestión y Políticas de Salud Pública.