Cuando recién estuvo disponible la vacuna contra el COVID-19 a fines de 2020 e inicios del 2021, era casi una odisea conseguir una cita. Luego de semanas de abrirse la vacunación para la población en general, el Condado Pima se enfocó en ofrecer más citas y tener mayor disponibilidad de horarios.

Sin embargo, los números actuales muestran que el interés por obtener la vacuna ha comenzado a disminuir entre la población y ahora el reto para las autoridades de salud es llevar información fidedigna a quienes no están convencidos de recibirla y a quienes no confían en la efectividad o seguridad de las vacunas del COVID-19.

Pero lo más importante, dijo el director médico del Condado Pima, el Dr. Francisco García, es que la vacuna sea accesible para todos.

El Departamento de Salud del Condado Pima creó Vax After Dark, una clínica de vacunación en el estacionamiento de Antigone Books, 411 N. Fourth Ave.

“Estamos tratando de que (la vacuna) sea tan omnipresente que, en esencia, caigas en una aguja de vacunación sin mucho esfuerzo”, dijo García. Añadió que hay muchas más vacunas disponibles a través de clínicas móviles de vacunación en el condado y que se han adecuado diferentes horarios.

“No hay excusa para no vacunarse”, dijo García durante una conferencia virtual el viernes 23 de abril.

El objetivo de las autoridades es que alcancemos la inmunidad colectiva, que según los expertos se logra cuando más del 70% de la población total de una comunidad está vacunada. También se busca que, al estar vacunadas, las personas que contraigan el virus no enfermen de gravedad, se eviten muertes y no se corra de nuevo el riesgo de saturar los hospitales.

Aun así, muchas personas de nuestra comunidad no se sienten seguros de recibir la vacuna del COVID-19.

¿Vacunarse o no vacunarse?

Mientras las autoridades enfrentan los desafíos de ofrecer más lugares y horarios para administrar la vacuna, la demanda sigue bajando. Algunas personas han decidido esperar y otras definitivamente no se la quieren poner.

El reportero Alex Devoid, del Arizona Daily Star, escribió que “las dosis semanales de vacunas administradas en todo el estado del 11 al 17 de abril se redujeron en aproximadamente un 13%, según el cuadro en línea del Departamento de Servicios de Salud de Arizona sobre la administración de la vacuna COVID-19, hasta el viernes (23 de abril). La tabla incluye tanto la primera como la segunda dosis.

“Las dosis semanales administradas en todo el condado cayeron un 17% durante el mismo período, según los datos de vacunas del condado de Pima”, dice el reporte.

Alma Mendoza es una de las tucsonenses que no quiere vacunarse. Afirma que se debe a sus creencias personales y a las dudas que le genera la presión que dice sentir para vacunarse contra el COVID-19.

“Tengo muchas dudas en ¿por qué están casi obligando a la gente a ponerse esta vacuna? ¿Qué es lo que quieren ellos con esta vacuna?", cuestionó Mendoza, inmigrante mexicana, en entrevista telefónica. "En los 32 años que llevo en este país nunca me he puesto ni la vacuna del Flu ni otra vacuna para las alergias, nada de eso, porque yo no creo en las vacunas”.

Según Mendoza, el hecho de que entreguen una tarjeta al vacunarse es una manera de controlar a la población que se está vacunado. “¿Qué va a pasar cuando queramos viajar y no nos dejen porque no tenemos la tarjeta?”, se preguntó.

Mencionó que tiene un familiar en una prisión en el estado con quien acababa de conversar telefónicamente y quien, dijo Mendoza, se sintió presionado para vacunarse. “Y que si no me vacuno no podré ir a verlo, eso es obligarme a ponérmela”.

“El manejo de la vacuna del COVID me genera mucha desconfianza”, afirmó.

Isabel González, también inmigrante mexicana y residente de Tucsón, dijo que no se ha puesto la vacuna porque sufre de alergias y asegura que su médico le recomendó esperar para conocer más de las reacciones en personas alérgicas.

“No estoy completamente convencida de ponérmela, pero no porque no crea en la vacuna o porque desconfíe del gobierno, no lo hago porque no sé cómo me va a afectar por mis alergias y, sinceramente, me da temor”, dijo González, quien se dedica al cuidando de adultos mayores.

Luis García, quien actualmente trabaja desde su casa en servicios de administración y contaduría, narró que él no cree en ninguna vacuna y en redes sociales ha escuchado muchas versiones negativas sobre la vacuna del COVID.

“He leído reportajes en los que afirman que el vicepresidente de una de las farmacéuticas dice que le han mentido a la población e incluso menciona que pueden morir, entonces prefiero no colocármela”, dijo García. Añadió que le preocupa que la compañía para la que trabaja le exija recibirla para regresar a las oficinas o que las escuelas la exijan para recibir a los niños.

“Escucho de mucha gente que no se la quiere colocar, y si necesitan vacunar a más del 70% de la población, temo que va a llegar un momento en que nos pueden obligar” a recibirla, dijo.

En una consulta a un grupo privado de mujeres de Tucsón en Facebook, algunas de las respuestas que obtuvimos a por qué no aplicarse la vacuna del COVID fueron que la vacuna se desarroló en tiempo récord, que solo es efectiva por 6 meses, que esperarán un año para saber qué contiene la vacuna y cuáles son sus contras y que circula información sobre efectos secundarios agudizados en personas que se han aplicado bótox. "Soy alergica hasta al agua helada", escribió alguien más.

“Yo era una de las que no creía”

Gisela Aguilar, propietaria de un negocio de comida en Tucsón, no tenía planes de recibir la vacuna del COVID-19, pero luego de haber sido contagiada con el virus junto a parte de su familia y tener a su mamá grave cambió de opinión.

“Uno se deja llevar por todo lo que dice social media, y la verdad le meten miedo a la gente. A mí y a toda la familia nos dio COVID, mi mamá estuvo muy grave en el hospital con neumonía y sus pulmones dañados, los doctores no le daban muchas esperanzas, pero gracias a Dios ya está bien y regresó a trabajar”, relató Aguilar, de 33 años.

Luego de salir de la cuarentena, toda la familia decidió ponerse la vacuna, a pesar de que muchas personas les preguntaban para qué recibir la vacuna si ellos ya tenían anticuerpos.

Gisela Aguilar, propietaria de un negocio de comida en Tucsón, no tenía planes de recibir la vacuna del COVID-19, pero luego de haber sido contagiada con el virus cambió de opinión.

“Después de haber pasado por lo que pasó mi madre (nos vacunamos) y todos en la casa en la primera dosis sentimos los efectos secundarios, pero de ninguna manera se comparan a tener el virus. Yo pienso que si hubiera tenido la vacuna y nos hubiera dado COVID no hubiera sido tan fuerte para mi mamá y nosotros”, dice la propietaria del camión de comida Carnitas Los Gordos. “No hubiéramos pasado por todo lo que pasamos”.

Si ahora le preguntan si prefiere tener el COVID o la vacuna, diría mil veces que la vacuna, aseguró Aguilar.

Hay vacunas para todos

El cónsul general de México en Tucsón, Rafael Barceló Durazo, resaltó el apoyo que ha brindado el gobierno mexicano a sus connacionales en las diferentes etapas de la pandemia.

Cuando llegó el llamado a la vacunación y ante la dificultad de muchas personas mayores para acceder a internet y hacer una cita, el consulado puso a disposición de la comunidad una línea directa específicamente para las personas que tuvieran dificultades para programar sus citas.

“A través de este sistema atendimos a más de 400 personas en la Ventanilla de Salud del consulado”, dijo Barceló.

También pusieron el consulado a disposición del programa de vacunación del Condado Pima, considerando que es un espacio donde mucha gente se siente cómoda al asistir, sin importar su situación migratoria, explicó el cónsul.

“En muchas ocasiones evitan ir inclusive a centros de salud, porque se sienten nerviosos por su situación migratoria, y el consulado es un espacio en el que se sienten seguros”, mencionó.

El sábado 17 de abril se realizó la primera jornada de vacunación en la sede consular mexicana, donde se distribuyeron más de 200 vacunas de Moderna.

El próximo sábado 15 de mayo se efectuará una nueva jornada de vacunación. No es necesario programar una cita. Las personas mayores de 18 años pueden recibir esa vacuna.

El 17 de abril se realizó un evento ambulante de vacunación en el Consulado de México en Tucsón, en coordinación con el Condado Pima. La segunda fecha es el 15 de mayo.

El cónsul dijo que el reto ahora es convencer a las personas de que el consejo de los expertos es vacunarse.

“Está circulando mucha desinformación y llega por canales que muchas personas consideran legítimos; una persona lo comparte y genera un error de racionamiento, y como le tiene confianza, cree en lo que dice”, resaltó Barceló.

Recomendó prestar atención a los expertos, como lo haríamos, por ejemplo, en el caso de un diagnóstico de cáncer.

El cónsul también recordó que en otros países hay gente que quisiera vacunarse, pero aún no tienen la posibilidad.

“El resto del mundo ve con envidia esa posibilidad (de vacunarnos en Estados Unidos) y lamentablemente, aunque nos encontramos en medio de este privilegio, hay personas que por este tema de información errónea dicen: Nos vamos a esperar a ver qué pasa”, dijo el cónsul.

Barceló recalcó que el Consulado de México en Tucsón realizará más jornadas de vacunación. “Lo que vamos a hacer ahora es convencer a las personas de los beneficios abrumadores que tiene vacunarse sobre no vacunarse. Hay información en español y se ha probado en este 2021 que las hospitalizaciones y muertes por COVID se disminuyen considerablemente cuando la gente está vacunada”.

Los hispanos están en la mira del Departamento de Salud del Condado Pima, el cual está monitoreando de cerca la información de seguimiento del Censo para identificar las áreas donde las personas están en mayor riesgo, afirmó el Dr. García.

El condado también ha tomado medidas para ofrecer vacunas en horarios convenientes para las personas que no pueden salir de su trabajo para ir a vacunarse. Consulta el sitio web www.pima.gov/coivd19vaccine para obtener una lista de estos sitios.

A mitad del camino

De acuerdo con las cifras publicadas por el sitio web del Departamento de Salud de Arizona, hasta el lunes 26 de abril en el Condado Pima se habían administrado 654,900 dosis de vacunas contra el COVID, lo que representa el 37.5% de la población. A nivel estatal se había vacunado al equivalente al 39.9% de los residentes del estado hasta esa fecha.

La inmunidad colectiva se logra cuando entre el 70 y 75% de la población está vacunada. El problema es que el ritmo de la demanda por las vacunas ha disminuido.

Hay más información sobre por qué las vacunas contra el COVID estuvieron disponibles en lo que parece un tiempo récord, por qué los científicos y los gobiernos las consideran seguras, qué hace que los efectos secundarios varíen de una persona a otra, y otros temas abordados en dos entrevistas a un profesor del Departamento de Inmunobiología de la Universidad de Arizona. Haz clic aquí y aquí para leerlas.


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Paula Díaz es periodista independiente.