La última vez que estuvimos con Carlos Martínez, el "soñador" de Tucsón que el año pasado recibió un permiso de trabajo y una residencia temporal por dos años bajo la Acción Diferida, nos dijo que si conseguir un empleo y obtener una licencia de conductor no era posible en Arizona, entonces se iría.

El miércoles 12 partió a California, donde hay un empleo esperándolo.

El gigante global IBM contrató a Martínez, quien hasta septiembre pasado vivió en las sombras por ser un inmigrante indocumentado pero que ahora es libre para trabajar y caminar sin miedo. Los años vividos en la oscuridad por temor a una latente deportación se han esfumado para Martínez, de 31 años de edad, y están siendo reemplazados por un futuro con brillantes expectativas.

"Es increíble", dijo, tratando de encontrar las palabras que describieran adecuadamente sus emociones, mismas que han experimentado un sube y baja con el debate nacional por la reforma migratoria. Finalmente aterrizó en "hermoso".

Seguaramente es hermoso.

Martínez, de quien escribí en septiembre pasado, fue uno de los primeros en el país en cambiar su estatus bajo la Acción Diferida. Es uno de los 12 mil jóvenes de Arizona y de los más de 290 mil en todo el país que han obtenido una residencia temporal bajo este programa iniciado por la administración de Obama en agosto de 2012, según cifras del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos.

Los soñadores son inmigrantes indocumentados que fueron traídos por sus padres a este país siendo niños y que han crecido aquí, se han graduado de la preparatoria o de la universidad y, en muchos casos, hasta han trabajado, todo al tiempo que vigilan sobre sus hombros que no haya un agente de inmigración acechándolos.

En su caso, tenía 9 años cuando en 1991 sus papás los trajeron a él y a su hermano mayor, Salvador, desde Cananea, Sonora. Su papá era obrero, su mamá atendía la casa y él y su hermano estudiaban.

Martínez obtuvo un título en Ingeniería en Computación y una maestría en Ingeniería de Sistemas de Software. Su hermano se graduó como ingeniero eléctrico, se casó, consiguió la residencia legal y ya solicitó la ciudadanía estadounidense.

Martínez se llevará todas sus habilidades y su energía a San Francisco, donde trabajará en la venta de software. Pero su corazón permanecerá con sus compañeros soñadores. Planea seguir asesorando a jóvenes soñadores y ser un modelo a seguir.

"Compartiendo mi historia puedo hacer crecer la esperanza", dijo.

Eso es algo que él y los miles de soñadores necesitan a manos llenas.

El Senado de EU inició el debate de la reforma migratoria, presentada por un grupo bipartidista de senadores formado para este tema, la cual podría conceder la residencia legal a millones de inmigrantes indocumentados. Los republicanos en la Cámara están poniendo fuerte resistencia a la versión de reforma del Senado, de manera que su aprobación se ve complicada, si no imposible.

Incluso la Acción Diferida es temporal y podría ser revocada en el futuro por un presidente que no se apellide Obama.

Aun cuando Martínez pasó por el escrutinio y el proceso de contratación de IBM, su estatus legal proveniente de la Acción Diferida le hizo ruido al Departamento de Recursos Humanos de la compañía.

Dijo que fue altamente indagado sobre su condición migratoria. ¿Era estudiante extranjero? ¿Tiene alguna visa especial de trabajo? ¿Hay alguien que sea su aval?

Martínez tenía una risita mientras subrayaba la gran ironía: el interrogatorio sobre su estatus provino de la India.

Con las cuestiones migratorias plenamente respondidas y el boleto de avión en mano, ahora Martínez tiene que concentrarse en algo trivial pero urgente, encontrar dónde vivir.

Dejar a su familia le trae una sensación agridulce, pero no tiene ningún problema con alejarse de Arizona y de su estridente rechazo a los soñadores. La gobernadora Jan Brewer les ha negado la expedición de licencias para conducir, medida que fue avalada por un juez federal en Phoenix.

Sin embargo, Martínez trabajará, contribuirá positivamente y pagará impuestos en California.

Ah, y también sacará su licencia para manejar.

Ernesto "Neto" Portillo Jr. es editor de La Estrella de Tucsón. Contáctalo al (520) 573-4187 o en netopjr@azstarnet.com. En Twitter: @netopjr

When we last left Carlos Martinez, the Tucson "Dreamer" who last year received a work permit and two-year temporary residency under Deferred Action, he said that if a job and driver's license were unavailable in Arizona, he would leave.

Next week, he departs for California, where he has job waiting for him.

Global giant IBM has hired Martinez, who until September had lived in the shadows as an undocumented immigrant but is now free to work and walk free of fear. Years of living in the darkness of potential deportation have evaporated for Martinez, 31, and are being replaced with a future of bright expectations.

"It's unbelievable," he said, trying to find the words to describe his emotions, which have risen and fallen along with the country's debate over immigration reform. He finally settled on "beautiful."

Beautiful it is.

Martinez, whom I wrote about last September, was one of the first in the country to receive Deferred Action status. He stands among more than 12,000 people in Arizona and more than 290,000 nationwide who have received temporary residency under the program initiated by the Obama administration in August, U.S. Citizenship and Immigration Services figures show.

Dreamers are undocumented immigrants who were brought to this country as children by their parents and who have grown up, graduated from high school and college, and, in many cases, worked, all the while looking over their shoulders for immigration agents.

In his case, he was 9 years old when his parents brought him and his older brother, Salvador, here from Cananea, Sonora, in 1991. His father did manual labor, his mother cared for their home, and he and his brother studied.

Martinez earned a bachelor's degree in computer engineering and a master's degree in software systems engineering. His brother earned a degree in electrical engineering, gained legal residency and has applied for U.S. citizenship.

Martinez will take his skills and energy to San Francisco, where he'll work in software sales. His heart, however, will remain with his fellow Dreamers. He plans to continue to advise Dreamers and serve as a role model.

"By sharing my story I can raise hope," he said.

That's something he and the other thousands of other Dreamers need plenty of.

The U.S. Senate last week began debate on immigration reform, hammered out by a bipartisan Senate ad-hoc group, which could lead millions of undocumented immigrants to legal residency. Republicans in the U.S. House are vigorously resisting the Senate version, and passage will be difficult, if not impossible.

Even Deferred Action is temporary and could be revoked by a future president not named Obama.

Even as Martinez underwent IBM's scrutiny and hiring process, his Deferred Action status befuddled IBM's human resource department.

Martinez said he received several inquiries about his immigration status. Was he a foreign student? Does he have a special work visa? Does he have a sponsor?

Martinez chuckled as he recounted the rich irony - the immigration queries came from India.

With immigration questions asked and answered, plane ticket in hand, Martinez now will focus on the more mundane, but immediate, task of finding a place to live. Leaving his family is bittersweet, but he is not conflicted about leaving Arizona and its strident rejection of Dreamers. Gov. Jan Brewer has denied driver's licenses to Dreamers, a position upheld by a federal judge in Phoenix.

However, Martinez will work, contribute positively and pay taxes in California.

He also will get a driver's license.

Ernesto "Neto" Portillo Jr. is editor of La Estrella de Tucsón. He can be reached at (520) 573-4187 or at netopjr@azstarnet.com


Become a #ThisIsTucson member! Your contribution helps our team bring you stories that keep you connected to the community. Become a member today.