El regreso de Albert Pujols a Saint Louis debe ser uno de los acontecimientos más emotivos en la historia de Major League Baseball. Fue recibido con una ovación que rebasó el minuto de aplausos.
Pujols dejó a los St. Louis Cardinals al acabar la temporada de 2011, lo hizo luego de ganar la Serie Mundial. Ahí con los Pájaros Rojos se convirtió en un ídolo a base de cañonazos, muchos de ellos en momentos oportunos. Logró ganar en dos ocasiones el Clásico de Otoño.
En su momento se reportó que Pujols llegó a rechazar una oferta de los Cardinals de más de 200 millones de dólares por 10 temporadas, en parte por la molestia de tener una primera oferta de únicamente 5 temporadas; prefirió entonces ir a los Angels de Los Ángeles, quienes le dieron un contrato de más de 250 millones por 10 campañas.
Desde 2012, cuando Pujols jugó por primera vez con los Angels, no se había presentado una visita de este equipo a St. Louis.
Por supuesto que los boletos para esos tres juegos se agotaron con mucha anticipación, pero el cariño que los aficionados le mostraron al cañonero dominicano fue algo fuera de serie.
El primer día con el recibimiento, en un partido donde se registró la segunda máxima asistencia en la historia del Estadio Busch; el segundo día festejando un jonrón recibido por el equipo local con una ovación que hizo que Pujols saliera a agradecerla; luego, en el tercer juego, la despedida. Un fin de semana de lo más emotivo.
No olvidar que con los Angels se encuentra uno de los peloteros más espectaculares, si no es que el más espectacular en todos los tiempos, Mike Trout. Sin embargo, esos días como quien dice Trout pasó desapercibido.
En Arizona lo más cercano que hemos visto a lo ocurrido hace unos días en St. Louis es cuando Luis González regresó a Phoenix en la temporada de 2007 uniformado de Dodgers de Los Ángeles. Solo que en su caso fue a la siguiente campaña de que jugó su último partido con los Arizona Diamondbacks.
Desde la oficina
Se reportó que aparentemente con los New York Mets se han registrado momentos en 2019 donde en pleno partido la decisión de sacar a un pitcher o meter a un bateador emergente viene desde la oficina y no necesariamente desde el dugout.
La realidad es que ahora más que nunca los directivos influyen en cuestiones de estrategia en un juego de beisbol, pero esto se da básicamente en detalles previos al juego, como orden al bat, posiciones defensivas, sugerencias de qué relevista emplear en “x” situación del partido y otros aspectos.
Lo relevante en el caso de los Mets es que se supone que a la hora que el juego inicia, ya el mánager toma por completo las riendas del equipo.
Seguramente, a muchos les sorprende que así se esté manejando ahora en equipos de la MLB, pero es que se trata de aprovechar toda la información que hay a disposición de cada club y sienten que es la mejor manera de hacerlo.
Los Mets están en una temporada muy complicada, en más de una ocasión se ha rumorado que despedirán al mánager Mickey Callaway, pero si no es el único dirigiendo en pleno juego, entonces se complica para el directivo tomar una decisión así.
