Traducida por La Estrella de Tucsón
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) comenzó a exigir prueba de vacunación contra el COVID-19 durante el fin de semana para viajes esenciales y no esenciales a través de la frontera entre Estados Unidos y México.
El requisito no aplica para ciudadanos estadounidenses o residentes permanentes legales. DHS requiere certificar verbalmente su estado de vacunación contra el COVID-19 y proporcionar prueba de una vacuna COVID-19 aprobada por los CDC. Se puede presentar comprobante impreso o digital de vacunación, incluyendo una foto de la tarjeta de vacunación.
No se requiere la prueba de COVID-19 para ingresar a través de un puerto de entrada terrestre o terminal de ferry.
El requisito más estricto que entró en vigencia el sábado 22 de enero se esperaba desde el otoño pasado, cuando el gobierno reabrió la frontera a los viajes no esenciales después de casi 20 meses de restricciones por la pandemia. Sin embargo, generó nuevas preocupaciones entre los funcionarios de las ciudades fronterizas, que aún se están recuperando del golpe económico que sufrieron durante el cierre anterior.
“Desafortunadamente, desde una perspectiva económica, esto podría afectar negativamente a las empresas y a nuestra comunidad local, lo que obstaculizará a los trabajadores esenciales que desempeñan un papel clave en el mantenimiento de nuestra economía”, dijo el lunes el alcalde de Douglas, Donald Huish, en un comunicado.
Huish reconoció que los requisitos de vacunación más estrictos tienen sentido a mayor escala para prevenir la transmisión de COVID-19 entre países, un punto del que se hacen eco algunos comerciantes en las ciudades fronterizas.
“Qué bueno que van a pedir documentos de vacunas”, dijo Evan Kory, propietario de la tienda de ropa La Cenicienta de Nogales, y agregó que el negocio “está un poco mejor ahorita porque finalmente abrieron”.
Pero la mayoría de sus clientes ya estaban tomando precauciones, dijo.
“Hemos visto aquí en la tienda que mucha gente, la mayoría, viene con mascarilla, y son muy respetuosos con eso”, dijo Kory. “Entonces, es todo lo que podemos hacer mientras la situación mejora”.
La frontera entre EE. UU. y México estuvo cerrada a los viajes no esenciales desde marzo de 2020 hasta el 8 de noviembre de 2021. Como resultado, los viajes turísticos de México a Arizona cayeron 43% de 2019 a 2020, y el gasto turístico se redujo a más de la mitad, de $1,370 millones a $613 millones en el mismo período, según datos de la Asociación de Gobiernos de Maricopa.
La cantidad de personas que cruzan la frontera en los puertos de entrada de Arizona se redujo de 24.8 millones en 2019 a 15.8 millones de pasajeros en 2021, dijo Edith Serrano, portavoz de la oficina de Aduanas y Protección Fronteriza en Tucson.
Los viajeros no esenciales han tenido que tener un comprobante de vacunación desde que se les reabrió la frontera en noviembre, pero la última restricción amplía ese requisito a los viajeros esenciales.
Serrano dijo el lunes que los tiempos de espera en la frontera podrían aumentar ligeramente a medida que los oficiales se adaptan a la nueva regla, pero que, por lo demás, el tráfico en los puertos se ha estado moviendo sin problemas desde que se abrieron para viajes no esenciales.
“En (la inspección primaria), ahí es cuando los oficiales preguntarán por el estado de vacunación”, dijo. “Si un oficial siente que un vehículo y los ocupantes del vehículo requieren una inspección adicional… se los remite a una inspección secundaria donde los oficiales pueden pedir a los viajeros una prueba de vacunación”.
La regla exime a los menores de 18 años que viajan con un adulto vacunado, aquellos con condiciones médicas que les impiden vacunarse y aquellos que participan en ensayos clínicos de COVID-19.
La nueva regla se produce cuando Arizona está experimentando un aumento en las nuevas infecciones por COVID-19, impulsadas por la variante omicron. Los nuevos casos diarios se triplicaron con creces, de 8,220 el 1 de enero a 27,681 el sábado 22 de enero. Las tasas de infección en las últimas dos semanas aumentaron un 131% en el condado Cochise y un 203% en el condado Santa Cruz, según un análisis del New York Times de los datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El Departamento de Servicios de Salud de Arizona dijo que el 56.1% de los residentes del estado estaban completamente vacunados hasta el 24 de junio, mientras que Seguridad Nacional dijo que el 55.9% de los mexicanos habían sido completamente vacunados para octubre, con tasas cercanas al 72% en las comunidades cercanas a la frontera.
Kory dijo que es "frustrante que haya muchas personas" que no quieren vacunarse, pero espera que eso mejore con el tiempo. Mientras tanto, dijo, es optimista por la salud económica y física de su pueblo.
“Solo tenemos que seguir cuidándonos y ver qué pasa, día a día”.