Lo que no lograron en su momento Jorge Rivero, Enrique Novi, Fernando Allende, Eduardo Yáñez, entre otros, es decir, mexicanos que dejaron la farándula nacional y emigraron a EE. UU. con la intención de triunfar en Hollywood, es ya una realidad para Eugenio Derbez.
Su rostro y su nombre comenzaron a hacer acto de presencia en el público angloparlante con apariciones breves en cintas de Adam Sandler (Jack and Jill, Sandy Wexler), en dramas de mediana importancia como Miracles from Heaven y hasta en súper producciones como Geostorm.
Sin embargo, el comediante surgido en la legendaria serie mexicana Cachún cachún ra ra! puede presumir de que su entrada a la meca del cine se la labró el mismo, picando piedra y levantando de la nada proyectos modestos como Instructions Not Included (Eugenio Derbez, 2013) y How to be a Latin Lover (Ken Marino, 2017), dirigidas más al público hispano pero coqueteándole al estadounidense (ambas fueron lanzadas al público tanto en español como en inglés).
Overboard (Bob Fisher, Rob Greenberg, 2018), la cinta que nos ocupa esta semana es, en mi opinión, la primera producción que busca de lleno entrar al mercado hollywoodense con su nombre como gancho principal, siendo How to be a Latin Lover la que preparó el terreno.
Y es que, aunque es verdad que en el filme comparte el protagónico con Anna Faris y hay un elenco de apoyo bastante familiar para el público estadounidense (John Hannah, Eva Longoria, Swoosie Kurtz), Overboard es la primera película francamente hollywoodense con Derbez como producto principal.
La historia gira alrededor de un soberbio millonario llamado Leonardo (Derbez), quien nunca ha tenido que trabajar en su vida para ganarse el pan. Pero su existencia da un vuelco completo cuando un accidente en su yate le hace perder la memoria.
El hecho será muy bien aprovechado por Kate (Faris), una empleada de Leonardo que ha tenido que sufrir los maltratos del acaudalado bueno para nada, así que, a manera de venganza, le hará creer al amnésico ricachón que ambos son marido y mujer, que tienen varios hijos y, lo que le hará pasar por los episodios más difíciles, que son pobres.
El cuerpo de la cinta será exponer al millonario a situaciones cómicas al tener que someterse a los trabajos más duros con tal de ganarse el sustento, pero será también en esta nueva vida que Leonardo entenderá que la felicidad no siempre se podrá encontrar entre dinero y lujos.
Hay que subrayar que la versión de Derbez es un remake de la popular cinta que fue protagonizada por Goldie Hawn y Kurt Russell en 1987, en donde el rol de los protagonistas está invertido, es decir, el personaje de Hawn es una millonaria malcriada y creída (que por un accidente sufre de amnesia) y Rusell es el empleado maltratado que se desquitará haciéndole creer que ambos forman una feliz y pobre pareja.
Además del reparto anglo anotado antes, la película cuenta con el soporte de conocidos rostros del medio artístico mexicano, como Omar Chaparro, Jesús Ochoa, Mariana Treviño, Cecilia Suárez, Édgar Vivar, Fernando Luján y Adrián Uribe, lo que habla muy bien de Derbez, al incluir a muchos paisanos en su inicio ya oficial a la industria más lucrativa del mundo.
Hasta la próxima.
