No hay nada que el tiempo no cure, reza el dicho, y en el caso de Gloria de los Ángeles Treviño Ruiz, mejor conocida como Gloria Trevi, aplica más que bien. Hay que recordar que la regiomontana estuvo en el ojo del huracán por años y que, a pesar de las graves acusaciones que tuvo a cuestas (violación agravada, rapto, corrupción de menores…), su música nunca se dejó de escuchar.

Fueron los propios noticieros que contaron la oscura historia que vivió al lado del siniestro Sergio Andrade los responsables de mantenerla vigente. Su estancia de 4 años (de 2000 a 2004) en una cárcel de Brasil fue, tal y como lo describe ella misma, un infierno, pero su carácter le permitió sobrevivir como pudo, algo que yo mismo pude constatar cuando trabajé como editor en TVnotas USA, revista que publicó un cómic ilustrado por la misma estrella desde su celda, con el fin de tener una fuente de ingreso que le permitiera subsistir en la prisión brasileña.

Una muestra más de su personalidad fue que en el mismo año de su liberación (2004), la cantante y compositora decidió reconquistar a su público con el álbum Cómo nace el universo, algo que logró solo a medias. Sin embargo, con el que grabó casi dos años después, titulado La trayectoria, se reinstaló de nueva cuenta como figura central del pop en español con su éxito Todos me miran, canción que se dejó escuchar en todas las discotecas del país y que se convirtió en una especie de himno de la cultura gay.

Con pretexto de la reciente visita de la estrella mexicana a Tucsón, Palomeando encontró el ejemplo perfecto para comentar la breve filmografía de la también intérprete de Doctor psiquiatra, canción que la dio a conocer.

Pelo Suelto (Pedro Galindo III, 1991) significó su debut en la pantalla grande con una historia simple al lado de un respetable actor como Humberto Zurita. La trama, que fue un éxito en taquilla, hablaba de una joven aspirante a cantante (Trevi) quien, luego de conocer a una famosa artista arrogante, promete que ella no será así. Zurita, por su parte, es el productor que la descubrirá y la llevará al estrellado.

A ese éxito le siguió Zapatos viejos (Sergio Andrade, Pedro Galindo III y otros más, 1993), en donde la cantante encarna a una adolescente rebelde que escapa de un convento/orfanato para ir a cantar en los camiones; su misión esta vez será rescatar a sus ex compañeras de la cruel Miss Thorina.

En su tercera cinta, Una papa sin cátsup (Sergio Andrade, 1995), la Trevi interpreta a dos personajes: “La Greñas” (una chica buscada por la mafia) y otra muchacha inocente que debe hacerse pasar por ella, obligada por su desesperada doble, quien tiene secuestrada a su abuela.

Para serle honesto, las tres cintas son bastante malitas tanto en guion como en actuación; sin embargo, tienen lo suficiente como para llenarle el ojo a los fans o, incluso, para satisfacer la curiosidad de quienes quieren ver la faceta como actriz que tuvo la controvertida Trevi.

Tal vez el único trabajo sobre ella que sí vale la pena palomear es el filme Gloria (Christian Keller, 2014), un buen biopic en donde se puede ver una recreación realista de los inicios de la actriz y la conflictiva relación que tuvo con su representante Sergio Andrade.

La cinta es una puesta en escena bastante respetable de sus conciertos y lo que ocurría tras bambalinas. Lo más interesante, tal vez, es atestiguar de cerca cómo se fue creando ese fenómeno que tanta popularidad tuvo en los 90’s. Sobresalen las actuaciones de Sofía Espinosa como Gloria Trevi y Marco Pérez en el papel de Sergio Andrade.

Hasta la próxima.


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José María “Chema” Rodríguez es crítico de cine y tv radicado en Guadalajara, Jalisco, México. Contáctalo en chema16sep@hotmail.com.