El sueño dorado de Neto es pertenecer al Mariachi Cobre.
Pensé en presentarme a la audición para un nuevo empleo esta semana. Quería ser mariachi. Quiero, todavía.
Pero no cualquier mariachi. Fui a una audición del Mariachi Cobre, originado en Tucsón. Sin duda, el pararme en el escenario con uno de los mejores mariachis del mundo ha sido un sueño de toda la vida.
“Pero, ¿tocas algún instrumento y cantas?”, me preguntó Stephen Carrillo, miembro fundador del Mariachi Cobre, el miércoles por la mañana, cuando me aparecí en las audiciones.
“No”, le dije. Pero sí puedo explicarte por qué quiero ser parte del Mariachi Cobre, agregué.
Le conté a Carrillo que en mi fantasía yo aparezco codo a codo con los músicos, pulcramente vestido con un clásico traje de charro negro, la chaqueta de talle corto hasta la cintura, pantalones con botonadura de metal brilloso a lo largo de la pierna, botines, un brillante moño colorado y, por supuesto, mi sombrero.
Nadie me acusaría nunca de ser un fashionista, pero si se trata de vestirse de mariachi, puedo hacerlo a la perfección.
Es un sueño, y los sueños se hacen realidad, según Disney, pero Carrillo me dijo que éste podría ser demasiado complicado.
“Si cantas, si tocas el violín o el ritmo, entonces tienes una gran parte”, me dijo en el estudio de danza donde se realizaban las audiciones. Por su cara y su voz, era claro que debería quedarme en mi empleo actual.
Le dije que toda mi vida he escuchado a grandes mariachis como el Mariachi Vargas de Tecalitlán, Los Camperos de Nati Cano, Mariachi Aztlán de Pueblo High School, y a cantantes de ranchero como Jorge Negrete, Pedro Infante, Javier Solís, Antonio Aguilar y Alejandro Fernández.
En las audiciones lo acompañaban el violinista del Mariachi Cobre Joseph Baca, de Albuquerque, Nuevo México, y un representante de Walt Disney World en Orlando, Florida, donde el Mariachi Cobre ha estado realizando siete presentaciones al día, cinco días a la semana, durante 36 años. También hubo audiciones el lunes en Las Vegas y tendrían otras a fines de esta semana en McAllen y El Paso, Texas, todos terrenos ricos para músicos talentosos que deseen unirse a la élite del mariachi en el país.
El Mariachi Cobre, un tesoro tucsonense nacido en 1971, atraviesa por cambios en el elenco.
Hace poco se jubiló el violinista Mack Ruiz, de Tucsón, miembro original de Cobre, dijo Carrillo. Y pronto se irá Arturo Pasalagua, de la Ciudad de México, quien también toca el violín y canta.
“Estamos buscando dos violinistas y dos voces, una de tenor y la otra tenor/barítono”, dijo Carrillo. “Son muy difíciles de encontrar”.
Espera a que me escuches a mí, pensé.
Y a finales de año habrá un cambio grande en la agrupación: Randy Carillo, fundador y director del mariachi, quien canta y toca el guitarrón, se va a jubilar, dijo su hermano menor, Steve.
Con la salida del mayor de los Carrillo, Steve quedará como el último miembro fundador del grupo, que celebrará 48 años en enero. Pero él no se irá a ningún lado en el corto plazo.
“De verdad disfruto tocar. Es la pasión de mi vida”, dijo.
La génesis de Cobre fue Los Changuitos Feos de Tucsón, generalmente considerado el primer mariachi juvenil en Tucsón y en el país. Los hermanos Carrillo y Ruiz fueron de los primeros integrantes de Los Changuitos, que se convirtieron en una sensación a nivel local. En pocos años, Los Changuitos estaban viajando a otras ciudades de Estados Unidos. Salieron en programas de televisión aquí y en México, donde tocaron para el presidente mexicano Gustavo Díaz Ordaz. En 1969 cantaron en la toma de protesta del presidente Richard M. Nixon en Washington, D.C.
Dos años después se creó el Mariachi Cobre como un grupo profesional, el cual incluía a los hermanos Carrillo, a Ruiz, al arreglista musical Frank Grijalva, Rubén Moreno, Fred Tarazón, Gilbert Vélez y Jim Acuña. El grupo se presentaba en Tucsón y en todas partes, ganando fama muy pronto. Grabaron un disco en Tucsón en 1974, y en 1982 se fueron a Florida para trabajar como el número artístico principal del Pabellón Mexicano en el EPCOT Center de Walt Disney World.
Desde entonces han grabado varios discos y se han presentado en muchas partes del mundo, incluyendo actuaciones con más de 40 sinfónicas en Estados Unidos, entre ellas la Sinfónica de Tucsón, y en México. Han hecho presentaciones y grabaciones con la Sinfónica Boston Pops y con la cantante tucsonense Linda Ronstadt.
Como pioneros del mariachi, la estatura de Cobre está por encina de la de sus pares aquí y en México. Pero su mayor legado será el concepto de la conferencia del mariachi.
En 1981, Cobre asistió a un festival de mariachi en San Antonio, Texas, y ganó la competencia. Ahí tocó con el reconocido e impresionado Mariachi Vargas de Tecalitlán de la Ciudad de México, considerado el abuelo de los mariachis actuales. A esa se le consideraba la primera conferencia de mariachis, pero Cobre pensó que podría realizarse una mejor en Tucsón.
Cobre ayudó a lanzar en 1983 la Conferencia Internacional del Mariachi bajo el auspicio del Centro La Frontera, una organización local de salud mental. Pero más que un festival, la conferencia desarrolló un fuerte componente educativo.
Con los años, miles de estudiantes de mariachi han asistido cada mes de abril al evento de Tucsón para aprender de mariachis consolidados como Cobre, Vargas y Los Camperos de Los Ángeles.
“Ahora, muchas escuelas del país tienen clases de mariachi”, dijo Steve Carrillo.
Dijo que el futuro de Cobre es fuerte. Los nuevos integrantes traerán frescura y energía al grupo, que seguirá tocando en EPCOT, dijo Carrillo. Y los miembros futuros de Cobre surgirán de las conferencias de mariachis, agregó.
Y pueden estar seguros de que habrá tucsonenses formando parte de Cobre. Se espera que Alex García Jr., quien tocaba con Los Changuitos Feos, sea el próximo en tocar el guitarrón en el grupo.
Veo un gran futuro para esta agrupación y para mí. Así es que volví a preguntar. ¿Puedo presentarme a la audición?
Carrillo dudó. No dijo que no, pero tampoco que sí. “Encontraremos un lugar para ti”, fue lo que dijo.
¡Ya la hice!