Camina por los pasillos de City Wide Produce y encontrarás frutas y verduras en cajas y jabas en estantes y en mesas. El piso de concreto está limpio, y unos coloridos y brillantes posters adornan las paredes amarillas y blancas del almacén.
La tienda podría estar en cualquier parte de Tucsón.
Pero City Wide está en South Campbell Avenue, cerca de Sunnyside High School, al norte del Aeropuerto Internacional de Tucsón. Es una parte de la ciudad que no cuenta con mercados de granjeros ni jardines comunitarios y donde hay pocas tiendas de comestibles.
Es un desierto de alimentos, y Jeff Ingram no podría estar más feliz con la ubicación de esta tienda.
“No hay un terreno completo de frutas y verduras cerca”, dijo Ingram, gerente general de City Wide desde que él y su familia abrieron la tienda hace un año.
Conforme se expande el énfasis en la comida saludable, algunas partes están quedando fuera. Los pocos jardines comunitarios que existen están cerca del centro de Tucsón, y los mercados de granjeros se instalan por unas horas al día, pocos días a la semana. Y aunque hay unas cuantas tiendas de comestibles cerca de City Wide, no son muchas.
En City Wide hay surtido de frutas y verduras siete días a la semana. Algunos pueden estar deformes y no verse como los que se venden en las cadenas comerciales, pero City Wide vende a un costo menor.
Y para los habitantes de este lado de la ciudad con gran cantidad de trabajadores obreros, buena fruta y verdura a buen precio es un buen negocio.
“Es realmente limpio y conveniente. Hay muy buena variedad”, dijo Eleite Boren, una clienta que vive al dar la vuelta.
Audra Christophel dijo que la tienda es un agregado muy valioso que da a los vecinos más oportunidades de comer saludable.
Como coordinadora de sistemas de alimentación del Banco Comunitario de Alimentos del Sur de Arizona, dijo que ciertas partes de Tucsón son menos favorecidas por las cadenas de supermercados porque consideran que ahí no obtendrán ganancias.
Para llenar ese hueco, el banco de alimentos financia mercados de granjeros, jardines comunitarios y ofrece educación nutricional.
“En nuestro trabajo hay mucha demanda para aprender cómo construir y hacer crecer a las comunidades y las familias”, dijo.
Ingram, de 29 años, egresado del Colegio de Administración Eller de la Universidad de Arizona, siente que su tienda es una parte integral de brindar a la gente más opciones para comer mejor.
“Tenemos espacio para crecer”, dijo.
Ingram conoce la fruta y la verdura, creció con ellas.
Nació en Salinas, California, una región rica en agricultura. Y su papá, quien se crió en Nogales, Arizona, ha trabajado como comerciante de ese tipo de productos por muchos años.
Ingram, sus papás Bob y Kelly Ingram, y una hermana, Kaity Carman (quien es maestra en Utah), se vinieron a Tucsón hace unos 18 años con el sueño de abrir una frutería. La familia incluso construyó en aquel tiempo el almacén de 12 mil pies cuadrados en 621 S. Campbell Ave. Pero no era el momento.
Adelantemos la historia hasta el 2014. El contrato de renta de las instalaciones a una compañía de agua venció, y la familia tenía que tomar una decisión. Optaron por su largamente aplazado sueño.
Ingram surtió la tienda con productos de Yuma (lechugas y melones), de California (espinacas, apios y fresas), de Washington (manzanas y papas) y de México (pepinos, chiles, calabazas, zanahorias, piñas y aguacates). Su papá va casi a diario a Rio Rico para recoger frutas y verduras de los muchos importadores de productos agrícolas que hay ahí.
Los productos que trae City Wide son de temporada. Ingram podría almacenar productos fuera de temporada, pero el precio sería más alto para los consumidores. Y la tienda no surte algunos productos, como champiñones y col china.
Pero si crece la demanda por productos que no venden, Ingram dijo que encontraría la forma de surtirlos.
City Wide ha estado atrayendo clientes porque se ha corrido la voz entre la gente y por las redes sociales. Su página de Facebook es actualizada constantemente, publicando nuevos artículos y precios.
Ingram dice que la tienda “es popular” entre clientes que están hasta Green Valley y Sahuarita.
Philip Valdez y su mamá, Ruth Valdez, no vienen desde tan lejos pero sí leen sobre la tienda en Facebook. Encontraron desde la primera visita que los precios valían la pena. Dijeron que era mejor que Walmart.
Ingram dijo que las cadenas de supermercados son una fuerte competencia, pero piensa que City Wide puede competir y ganarles a los grandes.
“Seremos lo que somos”, dijo.