La alcaldesa de Tucsón, Regina Romero, pedirá al Cabildo Municipal que considere establecer un toque de queda nocturno obligatorio a partir del martes 1 de diciembre a las 8 p.m, anunciaron las autoridades el lunes.
El cabildo celebrará una reunión especial el martes por la tarde para discutir medidas de mitigación adicionales para frenar la propagación del COVID-19. Si se implementa, el toque de queda estaría vigente cada noche a partir del martes 1 de diciembre hasta el 22 de diciembre, de las 8 p.m. hasta las 5 a.m.
El toque de queda prohibiría a los residentes de Tucsón estar en calles o espacios públicos a menos que viajen al trabajo u otras actividades esenciales. El personal de seguridad pública, los profesionales de la salud, los trabajadores esenciales y las personas sin hogar también estarían exentos del toque de queda.
El Condado Pima implementó la semana pasada un toque de queda nocturno voluntario para los residentes a partir de las 10 p.m.
Las pruebas son de saliva y se suman a otros sitios que ya operan en el condado de forma gratuita, tanto con pruebas nasales como de saliva.
El posible toque de queda de la ciudad de Tucsón se produce cuando la transmisión de COVID-19 alcanza nuevos récords en todo el condado. En noviembre, el Departamento de Salud del Condado Pima registró casi cuatro veces el número de casos que se informaron en octubre y superó el pico anterior del condado durante el verano.
Hasta el lunes, el Condado Pima tenía 39,813 casos de coronavirus, con 691 muertes; Arizona ha tenido 325,995 casos con 6,634 muertes. Las pruebas del Condado Pima muestran una tasa de positividad del 8%, según las últimas cifras del estado.
“Después de consultar con expertos en salud pública y hospitales locales, hemos determinado que se necesitan pasos adicionales para controlar el aumento de casos de COVID-19”, dijo la alcaldesa Regina Romero. “Estamos en un punto de inflexión y nuestras acciones de hoy determinarán lo que ocurra en las próximas tres semanas. Mis colegas del concejo y yo les pedimos a todos y cada uno de los tucsonenses que hagan su parte para frenar la propagación, especialmente para nuestra familia y amigos que trabajan en nuestros hospitales. Necesitamos una acción en todo el estado, e insto encarecidamente al gobernador Ducey a que actúe con rapidez para proteger la salud de los arizonenses”.
Implementar un mandato de cubrebocas en todo el estado y una orden de quedarse en casa durante dos semanas, junto con medidas de ayuda económica adicionales, son las sugerencias del equipo de modelado de COVID-19 de la UA.
Además del toque de queda, el concejo también votará si aprobará un alivio económico adicional para los trabajadores, las familias y las pequeñas empresas a medida que continúa la pandemia.
“Se necesitará más apoyo, e insto tanto al gobernador Ducey como al Congreso a actuar lo antes posible para brindar un alivio económico adicional”, dijo Romero.
La alcaldesa solicitará la aprobación de lo siguiente:
Un toque de queda obligatorio a partir del martes 1 de diciembre hasta el 22 de diciembre, de las 8:00 p.m. a las 5:00 a.m. (a menos que se realicen más modificaciones).
Durante las horas especificadas, este toque de queda prohibiría a todas las personas usar, pararse, sentarse, viajar o estar presentes en cualquier calle pública o en cualquier lugar público, incluso con el propósito de viajar, con las siguientes excepciones:
- Todas las fuerzas del orden, bomberos, paramédicos u otro personal médico, y cualquier otro personal de respuesta a emergencias;
- Cualquiera que viaje directamente hacia y desde el trabajo; asista a servicios religiosos; servicios de transporte y entrega comerciales; a cuidar de un familiar, amigo o animal; manejar u operar un negocio que sea una función esencial; esté en busca de atención médica o huyendo de circunstancias peligrosas; participe en actividades esenciales y que viaje para cualquiera de los servicios o propósitos anteriores.
- Personas que se dediquen o se transporten para realizar o recibir funciones esenciales; y personas sin hogar.