La ciudad de Tucsón está planeando simplificar las reglas para permitir que los dueños de propiedades puedan construir pequeñas viviendas con cocina incluida.

La Comisión de Planificación de Tucsón aprobó una propuesta que podría facilitar la construcción de casitas en toda la ciudad, algo que, según quienes la presentan, podría crear opciones de vivienda más accesibles para los residentes de Tucsón.

Las casitas, o unidades de vivienda accesorias, son edificaciones pequeñas, del tamaño de un garaje, con cocina, baño y espacio para dormir. Estos espacios se construyen junto a casas de tamaño completo.

Por lo general, las casitas cuestan aproximadamente la mitad del precio de una casa típica, pero las reglas de zonificación restrictivas solo permiten su construcción en grandes propiedades residenciales, lo que no es común en Tucsón.

Según la nueva propuesta se permitirá construir casitas en cualquier lote residencial siempre y cuando cumplan con ciertos requisitos de tamaño y diseño, como tener al menos un espacio de estacionamiento. Esta propuesta surgió en noviembre de 2020 y fue respaldada por la Comisión de Planificación la tercera semana de septiembre de 2021, después de meses de divulgación pública.

Los funcionarios esperan que el cambio cree más flexibilidad de vivienda para personas mayores y familias numerosas, aunque el impacto que tendrá en el nivel de viviendas asequibles de Tucsón aún es incierto.

“Es difícil de decir”, señaló Ann Chanecka, subdirectora de Vivienda y Desarrollo Comunitario en Tucsón. “Es una herramienta para ayudar con la vivienda, pero es solo una herramienta y, en mi opinión, también necesitamos muchas otras”.

La Asociación Americana de Personas Retiradas (AARP, por sus siglas en inglés) promovió la construcción de las casitas debido a los posibles beneficios que presentan para las personas mayores, uno de los grupos que se espera que más se beneficien si la propuesta se adopta en su totalidad.

Las casitas brindan más opciones para que las personas mayores reduzcan el tamaño de su vivienda y también pueden servir como una alternativa rentable a los hogares de ancianos para los propietarios de viviendas que necesitan cuidar a parientes ancianos.

“Lo que permite es realmente el cuidado en el lugar y al mismo tiempo la vida independiente, e incluso estar lo suficientemente cerca de los miembros de la familia para cuidarlos y ayudarlos a medida que envejecen”, dijo Dan Bursuck, el planificador principal de Servicios de Planificación y Desarrollo de Tucsón.

El personal de la ciudad espera que se incluyan otras protecciones en el plan final que beneficiará a las familias, incluido un “programa de amnistía” que protegería de sanciones a los residentes con casitas no autorizadas durante los próximos cinco a seis años.

El programa está diseñado para ayudar a quienes dependen de las casitas, como miembros de familias numerosas que necesitan espacio adicional, permitiéndoles hacer que las estructuras no permitidas cumplan con las características necesarias y hacerlas más habitables.

Los residentes de bajos ingresos también podrían recibir financiamiento a través de un programa de reparación para propietarios de viviendas para cubrir el costo de cualquier cambio estructural requerido.

“Buscamos apoyar a los propietarios de viviendas que tienen unidades de vivienda accesorias (ADU, por sus siglas en inglés) existentes con ese proceso”, dijo Chanecka. “Básicamente, si tienen un miembro de la familia que vive en la ADU, pero la ADU necesita un poco de reparación, (el programa) puede ayudarlos a proporcionar una vivienda segura y estable para su familia”.

Sin embargo, no está claro cómo la propuesta hará que las nuevas opciones de vivienda estén disponibles para los residentes que no son amigos o familiares de los propietarios.

Las casitas deben construirse en lotes residenciales que sean propiedad de aquellos que ya tienen al menos una casa existente en esa propiedad. A menudo están cerca de la casa principal, o incluso adjuntas en algunos casos, y el plan ofrece a los propietarios pocos incentivos para alquilar sus casitas al público en general.

“La segunda fase de esto para nosotros sería ayudar a la ciudad a desarrollar un programa en el que realmente nos aseguremos de que esto se utilice como una herramienta para viviendas asequibles”, comentó Shay Jiménez, de la Comisión de Vivienda Equitativa (Commission on Equitable Housing).

La ciudad está explorando incentivos potenciales que se pueden agregar a la propuesta, incluidas exenciones de tarifas o reglas especiales de zonificación que han sido utilizadas con éxito por otras ciudades, según los funcionarios.

Una de las opciones de incentivos más fuertes sería subsidiar la construcción de casitas si los propietarios acuerdan arrendarlas a tarifas asequibles. Requeriría que las ADU se incluyan en la estrategia de vivienda asequible de Vivienda y Desarrollo Comunitario, la cual estará completamente desarrollada para fin de año.

“Otra cosa que estamos viendo es lo que han hecho otras ciudades, que es ayudar a respaldar la construcción de ADU si el propietario las alquila para ser viviendas asequibles. Por ejemplo, si aceptaran un vale de la Sección 8”, dijo Chaneka. “Estas son cosas que estamos analizando y explorando, pero aún no tenemos un plan definitivo”.

En la tercera semana de octubre, el Concejo Municipal estará revisando la propuesta en una audiencia pública final.


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El periodista Sam Kmack cubre noticias del gobierno local. Puede contactarlo en skmack@tucson.com.