Por Tina Giuliano
Cronkite Noticias
Jennifer Pastrana asegura que su progenitora es una madre hispana tradicional, desempeñando múltiples trabajos para ayudar a su familia, ahorrando dinero, dejando poco tiempo para visitar al médico. Mucho menos, no tiene horas libres para aprender la técnica de reanimación cardiopulmonar (CPR, por sus siglas en inglés).
Pero esta situación no solo la vive la madre de Pastrana.
Un estudio realizado el año pasado descubrió que en vecindarios principalmente hispanos, es menos común que un transeúnte ofrezca la técnica de reanimación cardiopulmonar a alguien que sufra de un ataque al corazón. Consecuentemente, concluyó el estudio, las posibilidades de sobrevivir a un paro cardíaco en estos vecindarios son bajas.
Esa situación se complica más por la renuencia de los residentes de vecindarios hispanos a llamar al 911, según indica otro estudio. Y es exactamente una llamada como esta que podría ayudar a alguien que sufre un paro cardíaco lo que podría guiar a un transeúnte para que realice el procedimiento.
Pastrana está estudiando flebotomía, tratamiento médico que consiste en la extracción de sangre de un paciente. Como parte de sus estudios, ella aprendió CPR. Además, está instruida en aspectos básicos de la medicina y así mensualmente se asegura de que cada miembro de su familia se encuentre en buen estado de salud. Sin embargo, se preocupa por lo que la falta de capacitación pudiera significar en su comunidad.
“Podrían tener enfermedades cardíacas o problemas pulmonares, y un día –Dios no lo permita– podrían empezar a tener un paro cardíaco y tú comienzas a realizar CPR, lo que potencialmente podría salvarles la vida”, dijo.
La reanimación cardiopulmonar es una técnica de primeros auxilios que ayuda a mantener el flujo sanguíneo cuando el corazón deja de latir al presionar manualmente el pecho de la persona.
El problema de la atención inadecuada es particularmente más perceptible en los vecindarios hispanos, según un estudio.
“La Asociación Americana del Corazón está impartiendo clases gratuitas de CPR en español, que creo, es el primer paso para involucrar realmente a la comunidad”, dijo la Dra. Rachel Bond, miembro de la junta directiva de la Asociación Americana del Corazón.
La asociación ofrece una serie de guías y recursos de CPR en español, y el Departamento de Servicios de Salud de Arizona está trabajando para ayudar a difundir la importancia de aprender esta técnica y también sobre la salud del corazón. Además, un grupo de estudiantes de medicina de la Universidad de Arizona está creando videos de capacitación, en español e inglés, sobre cómo hacer CPR únicamente con las manos.
El departamento de salud también ha desarrollado el programa Save Hearts in Arizona Registry and Education que tiene como objetivo educar al público sobre cómo ayudar a una persona que sufre de un paro cardíaco fuera de un hospital.
“La gran mayoría de los casos que ocurren fuera del hospital, alrededor del 80%, se deben a que el corazón simplemente deja de bombear”, dijo Bond. “No tenemos que realizar reanimación boca a boca, lo podemos hacer sólo con las manos”.
Pero incluso en vecindarios más preparados, no todos saben CPR. En el estudio sobre CPR realizado por transeúntes la tasa fue de sólo 37%. Ahí es donde una llamada al 911 puede ayudar— pero, de nuevo, los vecindarios hispanos están en desventaja.
Un estudio encontró obstáculos que los residentes de esos vecindarios enfrentan para llamar al 911. Entre los problemas que les impidió pedir ayuda de emergencia estaba la desconfianza hacia las fuerzas del orden, el estatus migratorio del transeúnte y los problemas de idioma.
“Así que con ese primer paso simple de llamar al 911 puede haber un temor, especialmente ahora cuando el estatus migratorio de la gente está siendo cuestionado,” dijo Bond.
Pastrana dijo que una de las mayores maneras de ayudar a la comunidad a aprender acerca de CPR es involucrar a los padres.
“Debemos encontrar recursos para ayudar a los padres, especialmente a nuestros padres”, dijo Pastrana.”Cómo decir ‘hola mamá, papá, tía, tío, si ves esto, deberías aprenderlo’ porque nunca sabes lo que le puede pasar a tu abuelo, abuela o incluso a tu bebé”.
Charla de La Estrella de Tucsón con Ramón Valadez, presidente de la junta de supervisors del Condado Pima, y Felipe García, vicepresidente ejecutivo de Vamos a Tucson



