Eduardo Sainz es director de Mi Familia Vota Arizona.

Las opiniones en esta columna corresponden al análisis personal del autor.

El cambio climático está sucediendo ahora y está empeorando los desastres naturales. Justo en este instante, queramos creerlo o no, amenaza nuestra salud, nuestra economía y, en definitiva, nuestro futuro. Gran parte de lo que amamos está en juego, desde alimentos tan simples y placenteros como el café y la cerveza, hasta la capacidad de respirar aire fresco o vivir en una ciudad costera.

Sin embargo, las cosas no tienen por qué ser así.

La solución es trabajar en sociedad para conformar una economía basada 100 por ciento en energía limpia, evitando producir más contaminación ambiental de la que podamos eliminar para 2050. Esto es realmente posible y está a nuestro alcance si los legisladores en Washington lo vuelven una prioridad.

Una muestra de que es posible es que tan sólo en la última década, los precios de la energía solar se han reducido casi un 90 por ciento y la energía eólica es ahora casi un 70 por ciento más barata. Actualmente, más de 4 millones de estadounidenses cuentan con empleos que derivan de fuentes de energía limpia. Esto trabajadores representan 160 mil empleos más que los que genera la industria del carbón.

Nos corresponde hacer todo lo posible para eliminar la contaminación ambiental de nuestra atmósfera, desde utilizar la innovadora tecnología de captura de carbono hasta recompensar a los agricultores por proteger los bosques, que son los grandes almacenes originales de carbono.

Los efectos del cambio climático son reales. Tan sólo el año pasado, los agricultores y las comunidades en el medio oeste de Estados Unidos fueron gravemente afectados por inundaciones históricas que costarán al menos 3 mil millones de dólares.

En California, por ejemplo, ocurrieron incendios forestales sin precedentes. El incendio en Camp les costó la vida a 88 personas y dejó más de 10 mil estructuras destruidas. En cuanto a huracanes, el 2018 fue uno de los peores años de los que se tiene registro: el huracán Florence dejó a su paso por las Carolinas 48 muertes y daños que superaron los 60 mil millones de dólares.

En Arizona, todos los días vivimos con las consecuencias de la contaminación ambiental en la calidad del aire que respiramos y cada año experimentamos más días de calor extremo.

Dos importantes informes climáticos publicados en 2018, la “Evaluación Nacional del Clima de EE.UU.” y el “Informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU” (IPCC, por sus siglas en inglés), establecieron el grave estado de nuestra trayectoria climática. Contamos con poco tiempo para trabajar juntos y tomar acciones reales y rápidas.

Día con día, mujeres, niños, comunidades de distintas etnias y de bajos ingresos se ven afectadas de manera desproporcionada debido al cambio climático. Una economía basada 100 por ciento en energía limpia protegerá no solo nuestro futuro colectivo sino también a nuestros vecinos, trabajadores y agricultores más vulnerables, permitiendo la creación de una economía baja en carbono que funcione para todos.

El congresista A. Donald McEachin, demócrata por Virgina, ha propuesto una legislación que ofrece un camino verdadero para lograr una transición hacia las energías limpias para el 2050 y así alcanzar una “Meta Nacional” a través de leyes que protejan la salud pública y el medio ambiente y la creación de empleos bien remunerados en la industria de la energía limpia.

Su propuesta destaca la eliminación de la contaminación generada por carbono mediante la utilización de energía eólica, solar y otras fuentes de energía limpia, permeando en los diversos sectores de nuestra economía –desde la industria del transporte hasta la generación de electricidad- y deteniendo la contaminación climática, más allá de lo que generamos en nuestra atmósfera.

La propuesta legislativa de McEachin hace un llamado a la “acción inmediata” de las autoridades y menciona que se debe preparar a las comunidades ante los riesgos e impactos del cambio climático.

Nuestro planeta no puede esperar. Es momento de pedirle al congresista federal por Arizona Thomas Charles O’Halleran que apoye una economía basada totalmente en energía limpia, así como reconocer a la congresista Ann Kirkpatrick su liderazgo y apoyo a la propuesta de McEachin.

Es una propuesta ambiciosa y realista la de McEachin, que merece ser apoyada. El bienestar y futuro de nuestras familias y de nuestra nación depende de proyectos como éste y de que exijamos a nuestras autoridades la aprobación de este tipo de legislaciones.


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Eduardo Sainz es director de Mi Familia Vota Arizona. Contáctalo en eduardos@mifamiliavota.org