Esta serie ha sido posible gracias una beca para La Estrella de Tucsón de Solutions Journalism Network, una organización dedicada a impulsar el periodismo que analiza las respuestas de la comunidad a problemas específicos.
Unos meses después de que su hija Mariah empezó a asistir a preescolar de manera gratuita a través de Head Start, Janet Cervantes, una mamá tucsonense, notó algo sorprendente.
Usualmente, cuando alguien le quitaba un juguete a su pequeña hija de 3 años de edad, la niña reaccionaba con muchos gritos y llanto, recuerda Cervantes.
“Después de que los maestros trabajaron con ella, la niña cambió completamente”, comenta Cervantes. “De hecho, mi hija comenzó a decir, ‘Oye, yo estaba usando eso. ¿Puedes por favor esperar tu turno?’. Empezó a haber más comunicación y no solo lágrimas y gritos”.
Actualmente Mariah, de ahora 8 años, está avanzando en la escuela primaria y en agosto Cervantes registró a su hijo de 4 años, Juan Enrique, en el programa de jornada extendida de Head Start. Esta opción de día completo fue crucial para Cervantes, pues le permite trabajar más horas en In-N-Out-Burger, además de darle una ayuda extra a su hijo antes de que inicie preescolar el próximo año.
“De hecho, él nunca ha estado alrededor de niños de su edad, especialmente por la pandemia”, dijo Cervantes. “El niño se perdió de todo un año de muchas cosas. Estoy contenta de que por fin el niño estará en un salón de clases y que podrá experimentar todo eso”.
Head Start y otros proveedores de educación infantil temprana de alta calidad están recibiendo un impulso este otoño gracias a una inyección de fondos de 10 millones de dólares aprobada por la Junta de Supervisores del Condado Pima en mayo pasado.
El financiamiento beneficiará a más de 1,200 niños de bajos recursos, cuyas familias no podrían pagar por un preescolar de calidad sin ese financiamiento.
“No puedo dejar de enfatizar el momento tan emocionante que esto representa para la enseñanza temprana de alta calidad en el Condado Pima”, comentó Jessica Harrington, la directora regional senior para el Sur de Arizona de First Things First, una dependencia estatal dedicada a brindar recursos para los primeros años de la infancia. La agencia ofrece apoyo y subsidios para prestadores de servicios para niños desde recién nacidos hasta los 5 años de edad, con el objetivo de que ellos puedan atender a más familias. “Ver a la comunidad unirse con el espíritu de ayudar a los pequeños niños y sus familias es realmente inspirador”.
El nuevo programa nombrado Becas para el Programa de Educación Temprana en Pima, o PEEPS, siglas en inglés de Pima Early Education Program Scholarships, financia el acceso al preescolar de tres maneras:
First Things First ofrecerá 599 becas adicionales para niños de bajos recursos que estén asistiendo a escuelas de preescolar de alta calidad dentro de su programa “Quality First”.
Siete distritos escolares ofrecerán preescolar de alta calidad a 480 niños adicionales a los que ya atienden.
Y los programas de preescolar de Head Start ofrecerán programas con horario extendido para 250 niños más en sus ubicaciones del Condado Pima.
Precios inalcanzables
Con un promedio de 836 dólares al mes, el costo del cuidado de un niño pequeño en una guardería es muy cercano al costo de la renta de un departamento de una recámara en Tucsón (que después de los recientes aumentos en los precios de vivienda ronda los 900 dólares mensuales), lo que lo hace escandalosamente caro para la mayoría de las familias, de acuerdo con un estudio elaborado en 2018 por la Universidad de Arizona y solicitado por la Fundación de las Mujeres del Sur de Arizona (Women’s Foundation of Southern Arizona).
Cervantes, quien gana aproximadamente 20,000 dólares al año y quien además cuenta con el ingreso de su esposo como conductor de camiones, está agradecida por las oportunidades para la educación temprana gratuita que le está ofreciendo Head Start. Ella tiene amigos que pagan 200 dólares a la semana por el servicio de guardería.
“Me quedo como, ‘santo cielo’, esto es mucho”, dice Cervantes. “Siento que esto debería estar disponible para todos”.
El 90 por ciento del crecimiento del cerebro de un niño se da antes de los 5 años, por lo que las inversiones en educación temprana durante este tiempo serán extraordinariamente benéficas en el futuro.
La inteligencia emocional que se obtiene y desarrolla durante preescolar sienta el camino para el éxito académico y profesional, aseguró Reem Kievit, director de educación comunitaria y temprana para la niñez en el Distrito Escolar Unificado en Tucson (TUSD), qué está actualmente construyendo salones de clases de preescolar para atender a estudiantes de PEEPS.
“Se reducen los niveles de deserción escolar, se están reduciendo los niveles de pobreza, estás creando adultos que puedan unirse a la fuerza laboral o asistir a la universidad y puedan ser exitosos”, señaló.
Promesa de Preescolar
Si bien los activistas están celebrando el financiamiento local logrado enfocado al cuidado infantil, llegar hasta aquí no fue fácil, y todavía hay un largo camino por recorrer antes de que el acceso a la educación preescolar sea universal.
Esta victoria llega 4 años después de que los electores del Condado Pima rechazaron en las boletas la iniciativa Strong Star Tucson, lo que frustró las esperanzas de los defensores para abordar la crisis del cuidado infantil. La propuesta contemplaba un incremento de medio centavo al impuesto sobre ventas y habría generado aproximadamente 50 millones de dólares al año para ayudar a pagar programas de educación temprana de alta calidad para niños.
Bill Berk, ex director de la escuela preescolar Outer Limits, fue uno de los defensores líderes de Strong Start Tucson, la iniciativa que fracasó con un amplio margen en la elección local del 2017.
“Cuando mataron la iniciativa en las urnas, las personas que estaban en contra de Strong Start Tucson eventualmente se acercaron a nosotros y nos dijeron, ‘Sabemos que tenemos que hacer algo. Pero no nos gustó lo que habían diseñado’”, dijo. “Esto inició la conversación”.
La importancia de la educación de la primera infancia ya no es controversial. Un estudio reciente entre 400 personas, encargado por Arizona Early Childhood Funders Collaborative, descubrió que el 76% de los arizonenses apoya que el estado invierta en la educación temprana infantil para pequeños desde su nacimiento hasta los 5 años.
El amplio apoyo proviene de los beneficios comprobados social y económicamente de invertir en los niños desde los primeros años, asegura Monica Brinkerhoof, vicepresidente asociada de educación infantil temprana de United Way of Tucson and Southern Arizona.
El retorno de inversión estimado para la educación temprana de calidad es de entre 7 y 12 dólares por cada dólar invertido, de acuerdo con un estudio realizado por el investigador en desarrollo humano y economista James Heckman, explicó Brinkerhoof.
“Es simplemente una buena inversión”, insistió Brinkerhoff. “Ayuda a preparar a la fuerza laboral del mañana”.
Así que los defensores se organizaron y agruparon de nuevo, lanzaron grupos de enfoque y establecieron Promesa de Preescolar (Preschool Promise), un grupo de trabajo diverso y para toda la comunidad que incluye representantes empresariales y de negocios, organizaciones no gubernamentales, padres de familia, educadores y representantes del sector público, como la oficina de la Administración del Condado. El compromiso del grupo es encontrar una solución a la crisis del cuidado infantil.
“Se puede fallar espectacularmente, entender qué fue lo que salió mal, involucrar a las personas que te dijeron que estabas equivocado y encontrar un nuevo camino”, consideró Kelly Griffith, directora ejecutiva del Centro para la Integridad Económica (Center for Economic Integrity) en Tucsón y líder de la Iniciativa Promesa de Preescolar.
El grupo trató de abordar todas las objeciones de la iniciativa Strong Start Tucson, incluyendo las críticas en el sentido de que solo beneficiaría a niños que viven dentro de los límites de la ciudad y que el impuesto propuesto no tenía fecha de vencimiento. Los líderes de Promesa Preescolar también se aseguraron de solicitar opiniones de las comunidades rurales y tribales para incorporarlas.
El marco y resultados que surjan de PEEPS son un testimonio del poder que tiene el encontrar consenso al involucrar a los críticos”, dijo Harrington.
“Esto se sintió como un verdadero esfuerzo de la comunidad”, dijo Harrington, quien ofreció datos de First Things First durante su trabajo en Promesa Preescolar. “Realmente nos queremos asegurar que esto no se trata solamente de que los pequeños tengan acceso a la educación temprana. Sino que también tengan acceso a educación temprana de calidad. Ahí es donde obtenemos los mejores resultados”.
Expandir el acceso
Antes de encontrar Head Start hace algunos años, la asistente médica tucsonense Cielo Higuera pagaba 300 dólares a la semana por el servicio de guardería para su hijo Christian.
“La renta y la guardería eran mis dos gastos más elevados. Ni siquiera el recibo de la luz con el aire acondicionado prendido todo el día” era tan alto, dijo. “Estaba prácticamente trabajando para pagar la renta y el cuidado del niño en la guardería”.
Christian, de 6 años de edad, está ahora en primer grado, pero Chloe, la hija de 3 años de Higuera, ahora necesita el servicio de guardería. Recientemente Higuera aceptó una oferta de trabajo en el área de admisión de pacientes en urgencias del Hospital St. Mary’s y el programa de horario extendido de preescolar ofrecido por Head Start para Chloe le permitió aceptar el trabajo.
“Ella está muy apegada a mí. Al principio estaba muy nerviosa”, dijo Higuera. “Parecería que es un día muy largo para una niña de 3 años. Pero ha estado en el programa ya por dos semanas y se está viendo que ha sido muy bueno para ella. El primer día fue duro para ella, pero después de eso, ella solita se baja del carro y me dice ‘adiós mami, nos vemos al rato’”.
Head Start, que tiene 11 aulas preescolares en 10 sitios en todo Tucsón, recibió 1.1 millones de dólares para el año en curso de los fondos de PEEPS, dijo Erin Lyons, directora ejecutiva de Child-Parent Centers, el beneficiario de Head Start en el Sur de Arizona. La dependencia atiende a 2,900 niños en cinco condados, incluyendo 1,700 en el Condado Pima.
Mientras que algunos padres de familia prefieren la opción de día parcial para sus hijos que incluye tres horas y media o cuatro de cuidado infantil y educación para sus hijos, la mayoría de ellos necesita la jornada completa de guardería y educación para sus hijos debido a sus cargas laborales o de escuela, dijo.
Pero no hay suficientes espacios para los horarios extendidos disponibles, agregó.
“Algunas veces los padres de familia no los pueden inscribir con nosotros, aún cuando así lo requieren, porque no tenemos espacios en las aulas con horarios extendidos”, dijo Lyons. “Estamos agradecidos con la oportunidad de ampliar la disponibilidad”.
El distrito escolar más grande de Tucsón, TUSD, está integrando nuevas aulas en los programas de preescolar gratuitos existentes en las escuelas primarias de todo el distrito. Estos programas son inclusivos, lo que quiere decir que el 50% de su población escolar son estudiantes con necesidades especiales, ya sea sociales, emocionales o académicas; y el otro 50% son estudiantes que se están desarrollando de manera típica, dijo Kievit.
Hasta antes de la pandemia por COVID-19, el TUSD tenía regularmente mil familias en una lista de espera para este programa, mencionó.
“Es por eso que estábamos realmente emocionados de añadir ocho nuevas aulas, porque la demanda es mucho más alta que la oferta”, agregó.
Pero la demanda todavía supera la oferta: TUSD ya ha recibido más de 200 solicitudes para estos 144 espacios financiados por PEEPS, dijo.
Faltan maestros
Los defensores reconocen que la aprobación de PEEPS es solo el comienzo. Muchos centros de cuidado infantil de alta calidad cerraron durante la pandemia y la escasez de educadores de preescolar significa que los actuales centros de cuidado infantil están todavía batallando para contratar maestros.
Los distritos escolares Tucson Unified y Amphi han tenido que posponer la apertura de sus nuevas aulas financiadas por PEEPS hasta octubre, porque todavía están batallando para encontrar personal de alta calidad, explicó Nicole Fyffe, asistente del administrador del condado, Chuck Huckelberry.
Kievit, de TUSD, dijo que el distrito está dedicando todos sus fondos de PEEPS a los salarios de maestros certificados en las nuevas aulas PEEPS. Cada una de las nuevas aulas de preescolar de PEEPS tendrá una capacidad para 18 estudiantes, añadiendo una capacidad para 144 niños más en total, de entre las edades de 3, 4 y 5 años, dijo. Cada salón tendrá dos asistentes de maestros, cuyos salarios serán cubiertos con el financiamiento de PEEPS.
Otros gastos para inmobiliario y materiales serán cubiertos con el presupuesto de TUSD.
“Queremos asegurarnos de enfocarnos en la calidad”, mencionó.
A pesar del compromiso de pagarles a los maestros un salario más alto, TUSD no ha podido encontrar a educadores para llenar esas posiciones vacantes, comentó.
“Las familias están desesperadas por empezar. Nos llaman todo el día, todos los días. ‘¿Cuándo pueden empezar mis hijos?’”, añadió Kievit.
Kievit dijo que la cuarta ola de la pandemia por COVID-19 está ciertamente impactando en la indecisión de los maestros. Y aun así, está sorprendida con el nivel de los desafíos que está teniendo TUSD en cuanto a la contratación.
“No sé qué más hacer”, dijo a finales de agosto. “Hemos hecho alianzas con todas las universidades y colegios: Pima, UA, ASU. Ya nos hemos acercado a DES (Departamento de Seguridad Económica) y están tratando de reclutar gente para nosotros… Es una locura. ¿Dónde está la gente?”.
Reclutar maestros es casi imposible con los salarios que la mayoría de las escuelas de preescolar pueden ofrecer, dijo Berk, el ex director del preescolar Outer Limits.
Berk narró que él y su esposa comenzaron a trabajar en la educación infantil temprana porque les importaba mucho ofrecer oportunidades de aprendizaje de alta calidad a los niños, sin importar cuánto dinero ganaban las familias. Pero pronto se dieron cuenta de que para mantener la operación de una escuela se requería el pago de matrícula de más familias que pudieran pagar de su bolsillo.
“Empezamos en esto queriendo trabajar con todas las familias, queríamos asegurarnos de que todo mundo tenga acceso a preescolar de alta calidad”, dijo. “Pero el hecho es que si nos mantenemos firmes en eso, no estaríamos en el negocio”.
Como la mayoría de las escuelas de preescolar, Berk dijo que la mayoría de sus maestros eran madres solteras con ingresos bajos, y tres cuartas partes de ellas solamente tenían un certificado de preparatoria. Con el apoyo de Berk y financiamiento para el desarrollo profesional de First Things First, muchas de ellas obtuvieron un certificado del Colegio Comunitario Pima (PCC), añadió.
Pero a Berk le dolía no poder pagar a sus educadores lo que realmente valía su trabajo y seguir manteniendo abierto el negocio. El darse cuenta de los cálculos financieros imposibles que los directores de preescolar tienen que enfrentar lo llevó a comenzar a enfocarse en políticas públicas, en un esfuerzo por cambiar el sistema completo.
“Todo el sistema se mantiene sobre las espaldas de mujeres principalmente de bajos ingresos, solteras y sin educación”, mencionó él. “Este es el grupo poblacional que está trabajando en este campo, muchas de ellas porque realmente les preocupan mucho los niños y están dispuestas a realizar este trabajo difícil por muy poco dinero”.
Los pilares cruciales de un preescolar de alta calidad incluyen maestros altamente capacitados y clases pequeñas, es decir, una baja proporciones de alumnos por maestro, dijo.
“Todo eso cuesta mucho más de lo que las familias de clase media tienen la posibilidad de pagar, si estuvieran pagando el costo real del cuidado infantil”, añadió.
Pero las cosas se están comenzando a mover en la dirección correcta, consideran los activistas.
Las tasas de reembolso del Departamento de Seguridad Económica de Arizona para los centros de cuidado infantil estuvieron estancadas durante 20 años, hasta que las tasas aumentaron finalmente en el 2019, dijo Barbie Prinster, directora de programa para la Asociación para la Educación Infantil Temprana de Arizona (Arizona Early Childhood Education Association), una organización sin fines de lucro basada en membresías que representa los centros de cuidado infantil con licencia.
Pero aún así, “no les estamos pagando lo que vale su trabajo”, insistió Prinster. “No somos solamente niñeros o niñeras, o proveedores de cuidado infantil, estamos formando cerebros”.
Aprendizaje de calidad
En el Desert Spring Children ‘s Center en Tucson, la filosofía de enseñanza está basada en las escuelas de pensamiento Montessori y Waldorf y la filosofía de aprendizaje “Reggio Emilia”. La filosofía Reggio surgió en Italia después de la Segunda Guerra Mundial con un enfoque en educar a los niños en contra del surgimiento de dictadores a través de promover el libre pensamiento y la tolerancia, explicó la directora Sara VanSlyke.
Es una filosofía de aprendizaje colaborativo liderada por la comunidad en donde los niños traen ideas y preguntas, mientras que los padres de familia y maestros siguen su ejemplo, comentó ella. La escuela cuenta con un entorno propicio para la exploración, con un centro de ciencias, mesas de arena y agua para la exploración de arte y un área de juego con jardínes, árboles y muchos lagartos para explorar la naturaleza, añadió VanSlyke.
Los maestros están capacitados para crear la atmósfera más positiva posible para los niños, utilizando desde voces cálidas, contacto visual y con una orientación corporal que involucra a los niños en interacciones positivas, añadió. Es esa atención para los niños que ayudó a que el centro obtuviera la calificación de cinco estrellas en el sistema voluntario de calificación de First Things First, “Quality First”, mencionó ella.
“Obtener cuatro estrellas es muy difícil, pero una calificación de cinco estrellas es realmente agotador”, mencionó.
Desert Spring tiene ocho becas Quality First, que cubre alrededor de 600 dólares de los 850 dólares de la tarifa mensual, dijo. Los padres de familia con becas solamente tienen que pagar la mitad del resto de la cantidad mensual, añadió.
El apoyo de PEEPS para esas becas puede parecer insignificante, pero “es la gran cosa,” dijo VanSlyke. “Cada familia que es ayudada y cada niño que es ayudado, eso es hacer una diferencia en la familia. Puede ser una cantidad insignificante, pero cada apoyo cuenta”.
Aurelia Lozano recién comenzó a enseñar en Desert Spring. Lozano, quién se salió de la preparatoria cuando tuvo a su primer hijo a la edad de 17 años, destacó que fue contratada por la experiencia que tiene de haber trabajado 4 años con niños en el YMCA y su personalidad cálida, explicó Lozano.
Lozano dijo que cuando su hijo Aydan nació, ella estaba aprendiendo apenas a ser una persona adulta, mientras criaba a su bebé y buscaba trabajo.
“Me tuve que salir de la preparatoria para enfocarme en ser una madre,” dijo ella. “En ese tiempo, no me di cuenta de lo importante que era la educación”.
Pero al tener a sus propios niños, eso le ha cambiado su perspectiva sobre la enseñanza, añadió. Lozano está terminando su GED y haciendo planes para obtener su grado de asociado en Pima y para continuar con un grado de licenciatura en UA. Ese tipo de desarrollo profesional enfocado es común entre los maestros de Desert Spring, Lozano explicó.
“Estar rodeada de estos maestros realmente me mostró que es posible”, dijo.
Después de una relación de diez años, Lozano y el padre de sus hijos están comprometidos. Ahora tienen a su hija de 3 años, Azareya, quien asiste a Desert Spring con una beca de PEEPS en una aula al lado del salón de clases donde Lozano enseña. Azareya está progresando en preescolar, aseguró Lozano.
El programa PEEPS está expandiendo becas ofrecidas a través de “Quality First.”
First Things First, que se financia a través del impuesto al tabaco, lanzó Quality First hace diez años, dijo Liz Barker Alvarez, la directora de políticas de la agencia. El programa se asocia con proveedores para mejorar la calidad de sus programas a través de una evaluación inicial que identifica las fortalezas y debilidades; un consultor de salud del cuidado infantil, quien puede ayudar con prácticas de salud de calidad e incentivos y financiamiento para mejoras en la calidad, así como nuevas áreas de juego o desarrollo profesional del staff, Barker Alvarez dijo.
Los programas de preescolar que obtienen al menos tres de cinco estrellas en las asignaciones de First Things First pueden ofrecer becas de Quality First a los padres de familia que ganan hasta el 200 por ciento del nivel federal de pobreza. Para una familia de cuatro, eso es 53,000 dólares por año. Los subsidios de DES para el cuidado infantil van a familias que ganan hasta el 165 por ciento de la cantidad que a nivel federal está determinada como ingreso bajo o pobreza. En 2021, se considera nivel de pobreza un ingreso anual de $26,500 para una familia de 4 personas. El 165% del nivel de pobreza, entonces, asciende a 43,725 dólares anuales.
En 2013, cuando Quality First publicó sus primeras calificaciones de proveedores para sus 850 programas participantes, cerca de un cuarto de ellos cumplieron o incluso excedieron los estándares de calidad, lo que quiere decir que obtuvieron entre 3 y 5 estrellas, en una escala de 5 estrellas, explicó.
Para el 2020, el 79 por ciento o más de los 1,000 proveedores participantes en Arizona recibieron entre 3 y 5 estrellas, añadió ella.
Esas mejoras algunas veces requieren de años de apoyo y esfuerzo sistemáticos, añadió.
“Toma tiempo, toma intencionalidad, requiere recursos y los proveedores necesitan apoyo constante para mantener ese nivel de calidad”, explicó ella.
En el Condado de Pima, cerca de 200 proveedores de cuidado infantil y educación temprana están participando en Quality First y 142 de ellos recibieron fondos de becas PEEPS, dijo Barker Alvarez de First Things First. Esto incluye 118 proveedores basados en centros, incluidos distritos escolares y 24 hogares de cuidado infantil familiares. Y 114 de los proveedores de PEEPS también tienen un contrato con DES, señaló Barker.
Un cambio sustentable
En el Distrito Escolar Unificado de Sunnyside Unified School, el 83% de estudiantes califica para un almuerzo gratis/reducido, un indicador de pobreza, y las becas para calidad preescolar están muy demandadas, dijo Ana Gallegos, directora de escuelas de SUSD. A veces el distrito ha tenido hasta 80 familias en la lista de espera para becas para preescolar.
Con el financiamiento de PEEPS, el distrito está añadiendo dos aulas para estudiantes con beca este año en su Centro de Aprendizaje Temprano Ocotillo, en South Campbell Avenue, Gallegos dijo. Ocotillo tiene una calificación de cinco estrellas del programa “Quality First” de First Things First, del cual ha sido parte durante diez años.
“Lo que esto significa es que ahora podemos atender a más familias, especialmente a nuestras familias más necesitadas”, dijo ella. “Dios, es casi como un salvavidas, poder ofrecer un programa de preescolar de calidad y que también garantizará que los niños estén listos para kindergarten, y no solo para kinder, sino para el futuro”.
Fundamentalmente, el financiamiento de PEEPS se supone que se mantendrá a largo plazo, dijo Gallegos.
Hace algunos años, Sunnyside recibió un subsidio para financiar la construcción de seis aulas para preescolar.
Pero Gallegos dijo, “cuando se acabaron los subsidios, tuvimos que cerrarlas”.
“Para nosotros es muy alentador que el condado de Pima quiera hacer de este proyecto, un proyecto sostenible”, dijo. “Si los fondos están ahí, esperamos que el próximo año agreguemos dos o tres aulas preescolares más. La Junta de Supervisores del Condado Pima aprobó recientemente un plan para dedicar dólares federales de la Ley del Plan de Rescate Estadounidense para financiar PEEPS para los próximos tres años”, dijo Fyffe.
El inicio
La necesidad de educación en la primera infancia es solo un problema urgente relacionado con el bienestar de los niños, dijo Harrington de First Things First. Se estima que uno de cada cinco niños en Arizona vivían en condiciones de pobreza en el 2019, de acuerdo con datos de Kids Count, un proyecto de Annie E. Casey Foundation.
“Hay mucho de qué hablar, y esperemos que continúe la conversación”, dijo Harrington. “Este es solo el inicio”.
Los educadores coinciden en que el preescolar universal debe ser la meta a alcanzar, el objetivo final.
“Realmente creemos que todos los niños deberían de tener acceso a la educación temprana de alta calidad”, dijo Brinkerhoff de United Way. “Los costos no deberían de ser una barrera”
Incluso los padres de ingresos moderados, quienes no están viviendo en el 200 por ciento o por debajo del nivel federal de pobreza, se ven obligados a conformarse con un cuidado infantil más barato y de menor calidad, dijo Kievit de TUSD.
Los padres de familia se sienten frecuentemente con una culpa abrumadora por tener que conformarse con un cuidado de baja calidad, dijo Kietvit.
“Es realmente un predicamento aterrador en el que están, y nadie tendría que hacer eso, solo estás tratando de sobrevivir y pagar las cuentas”, dijo.
“Este es un tema de justicia social”, añadió. “Si, queremos empezar con personas que no pueden pagar nada. Pero mi esperanza es que un día tengamos financiamiento federal, estatal y del condado para ayudar a subsidiar esto para todas las familias”.