En las dos pasadas ediciones del cada vez más grande Festival del Libro de Tucsón, el ya desaparecido programa de Estudios Mexicoamericanos del TUSD ha ocupado una tajada de este creciente evento de dos días en la Universidad de Arizona.

En 2012, el popular autor Luis Alberto Urrea, cuyos libros incluyen temas de la inmigración e historia de los chicanos, pronunció un ardiente discurso en la cena de arranque del festival, a la que asistieron muchos de los autores y patrocinadores del evento. Urrea, quien regresa para el festival de este fin de semana, arremetió en contra de la decisión del Distrito Escolar Unificado de Tucsón de retirar de los salones de clase libros de historia y literatura chicana, incluyendo uno suyo, después de que el programa había sido aplastado por autoridades estatales.

Y el año pasado, el escritor y editor Santino Joaquín Rivera, quien estuvo invitado al festival y quien también regresa este año, presentó una antología de poesía, prosa e ilustraciones para protestar por el asalto político a los Estudios Mexicoamericanos.

Este año no será diferente. Esta vez, sin embargo, el tema de los Estudios Mexicoamericanos será presentado el sábado 15 por dos de los principales arquitectos de su plan de estudios.

Julio Cammarota, profesor asociado de Estudios Mexicoamericanos de la UA, y Augustine Romero, director de Plan de Estudios Multicultural, hablarán sobre su nuevo libro “Raza Studies: The Public Option for Educational Revolution”, una sólida defensa de los Estudios Mexicoamericanos y una importante respuesta a los críticos y detractores.

En su libro recién lanzado, publicado por la Editorial de la Universidad de Arizona, ambos colegas académicos y activistas de la educación pusieron cuatro convincentes argumentos que respaldan su postura adoptada desde hace mucho tiempo. Afirman que los Estudios Mexicoamericanos era un programa excepcionalmente exitoso para los estudiantes latinos, quienes registraron mejores calificaciones en sus exámenes, adquirieron habilidades de pensamiento crítico y modificaron en forma positiva su trayectoria.

Además, el libro apunta en forma crítica hacia los detractores, básicamente políticos de la Legislatura y del gobierno estatal guiados por su ideología, quienes convirtieron la cancelación del programa en su misión.

“El libro brinda la oportunidad de que surja la verdad … para cualquiera que esté dispuesto a ser educado”, dijo Romero, quien actualmente supervisa los cursos culturalmente relevantes del distrito, sucesores de los Estudios Mexicoamericanos.

Cammarota dijo que el punto relevante del libro es que la educación puede ser algo más que desarrollar las habilidades de los estudiantes para aprender a leer y a escribir.

Lo que su plan de estudios mostraba es que los estudiantes pueden aprender mejores habilidades de comunicación para enfrentar injusticias en su vida o en su comunidad y hacer cambios positivos. Los alumnos de los Estudios Mexicoamericanos se comprometieron con la educación, con mejorar sus comunidades y volverse mejores estudiantes, agregó.

“Esta era una fórmula exitosa”, dijo Cammarota, quien ha estado en la UA por 12 años.

El libro incluye 10 ensayos sobre educación y los Estudios Mexicoamericanos escritos por Romero, Cammarota y otros académicos, incluyendo a Andrea Romero, Anna Ochoa O’Leary, Mary Carol Combs y Nolan Cabrera, de la UA. Los participantes se aproximaron a los Estudios Mexicoamericanos desde varios puntos de vista pedagógicos, políticos e históricos.

El libro es básico para entender cómo los Estudios Mexicoamericanos, que eran voluntarios, fueron desarrollados e implementados en muchas preparatorias del TUSD con un alto índice de alumnos chicanos y una larga historia de bajo rendimiento. Los autores detallan también cómo este programa de grandes logros fue arrastrado por la agenda política y la retórica del acaparamiento del voto del procurador general, Tom Horne, y del superintendente de Educación Pública, John Huppenthal, ambos republicanos.

“La evidencia de lo que estábamos tratando de hacer es clara”, dijo Augustine Romero. “Estábamos desarrollando un sentido de identidad, de propósito y de esperanza”.

Cammarota y Romero estarán en el escenario Nuestras Raíces, en el UA Mall, el sábado 15 de marzo a las 10 a.m., moderados por Mari Herreras, periodista del Tucson Weekly.

ENGLISH VERSION

In the past two editions of the ever-growing Tucson Festival of Books, TUSD’s now defunct Mexican-American Studies program has occupied a sliver of space in the sprawling two-day event at the University of Arizona.

In 2012, the popular author Luis Alberto Urrea, whose books deal with immigration and Chicano history, gave a blistering speech at the festival’s kickoff dinner attended by many of the authors and sponsors of the event. Urrea, who returns to next weekend’s festival, took issue with Tucson Unified School District’s decision to withdraw books, including his, on Chicano history and literature from classrooms after Mexican-American Studies was squashed by state officials.

And last year, author and publisher Santino Joaquin Rivera, who was invited to the festival and who returns this year, presented an anthology of poetry, prose and illustrations to protest the political assault on Mexican-American Studies.

This year will be no different at the festival. This time, however, the subject of Mexican-American Studies will be presented Saturday by two of the curriculum’s key architects.

Julio Cammarota, an associate professor of Mexican-American Studies at the UA, and Augustine Romero, TUSD’s director of multicultural curriculum, will discuss their new book, “Raza Studies: The Public Option for Educational Revolution,” a solid defense of Mexican-American Studies and a critical response to critics and bashers.

In their just-released book, published by University of Arizona Press, the two academic colleagues and educational activists put forth cogent arguments to buttress their long-held position. They say TUSD’s Mexican-American Studies was an exceptionally successful educational program for Latino students, who scored high in achievement tests, acquired strong thinking skills and positively changed their trajectory. In addition, the book takes critical aim at the program’s critics, mainly ideologically driven politicians in the state Legislature and government, who made it their mission to undo the program.

“The book gives the opportunity to get the truth out there ... for anyone willing to be educated,” said Romero, who currently oversees the district’s culturally relevant courses, the successor to Mexican-American Studies.

Cammarota said the book’s main point is that education can be more than students learning reading and writing skills. What their curriculum showed was that students can learn strong communication skills to challenge injustices in their lives and communities, and to make positive changes. Students in Mexican-American Studies became engaged in education, made their community better and became better students, he added.

“This was a successful formula,” said Cammarota, who has been at the UA for 12 years.

The book includes 10 essays written by Romero, Cammarota and other academicians in education and Mexican-American Studies, including Andrea Romero, Anna Ochoa O’Leary, Mary Carol Combs and Nolan Cabrera from the UA. The contributors approach Mexican-American Studies from various pedagogical, political and historical viewpoints.

The book is critical to understanding how the voluntary Mexican-American Studies was developed and implemented in several TUSD high schools with high Chicano enrollment and a long history of underperformance. The authors also detail how the high-achieving program was dragged down by the political agenda and vote-grabbing rhetoric of Republicans Attorney General Tom Horne and John Huppenthal, superintendent of public instruction.

“The evidence is clear in what we were trying to do,” said Augustine Romero. “We were developing a sense of identity, purpose and hope.”

Cammarota and Romero will be at the Nuestras Raíces Presentation Stage on the UA Mall March 15 at 10 a.m. with moderator Mari Herreras of the Tucson Weekly.


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Ernesto “Neto” Portillo Jr. es editor de La Estrella de Tucsón. Contáctalo en netopjr@azstarnet.com o al 573-4187.

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