No vaya a salir usted con que han sido las soberbias actuaciones, la fotografía artística o el ingenioso guion lo que le ha llamado la atención de la saga de John Wick. Seamos sinceros y aceptemos que lo que nos ha incitado a comprar un boleto para verlo en acción es el gore fino, los enfrentamientos a balazos o con dagas/espadas, las persecuciones a pie y en auto, pero sobre todo las espectaculares coreografías de combate cuerpo a cuerpo, en donde Keanu Reeves ha puesto en práctica el entrenamiento personal al que se ha sometido a lo largo de su vida (ha practicado muy en serio Jiu-jtsu, wushu, boxing, krav maga, judo y karate).

Efectivamente, son los stunts arriesgados pero también creíbles los que se han convertido en el sello característico de la serie; y si han llamado la atención es porque en la actualidad predominan las acrobacias orquestadas más por una cámara temblorosa y la mesa de edición que una coreografía bien planeada, en lo cual se puede ver la pereza mental de la que sufren los creativos hoy en día.

Sin duda quien está detrás de todo el éxito de la saga Wick, además del propio Reeves, es su director Chad Stahelski, quien conoce en carne propia todo lo relacionado al diseño de secuencias de acción. Su experiencia en el área incluye un pasado en el kick-boxing y como stunt de cine desde los 24 años, lo que lo llevó a ser doble (stuntman) del fallecido Brandon Lee en The Crow (Alex Proyas, 1994), a quien entrenó personalmente para el rol (algo que hizo por el propio Reeves en la revolucionaria trilogía de The Matrix).

Fue en 2014 que Stahelski debutó como director con la aclamada John Wick, la cual se instaló en un lugar sobresaliente en ese subgénero de moda que coloca a actores maduros en roles de acción (Liam Neeson, Pierce Brosnan, Kevin Costner, etc.).

La cinta pronto se ganó un lugar como cinta de culto, así que de inmediato se sospechó que su aventura nos daría más entregas. La secuela, John Wick: Chapter 2 (2017,) logró lo que parecía imposible y superó en emociones y manufactura lo logrado en el capítulo inicial, con una historia aún más ambiciosa, coreografías más elaboradas y locaciones internacionales.

John Wick: Chapter 3- Parabellum (2017) es la tercera parte de una sangrienta trilogía que inició con el asesinato del perro del sicario más letal de la historia del cine. El capítulo dos, recordemos, le debe su odisea a la decisión de Wick de salirse del mundo del crimen y su negativa a pagar una deuda aceptando una última misión.

La tercera entrega, Parabellum (término latino que quiere decir “Prepárate para la guerra”), retoma la historia a partir del final de la anterior, en donde Wick es condenado a muerte cuando se le pone un jugoso y tentador precio a su cabeza.

Como era de esperarse, asesinos de todo el mundo comienzan a prepararse para eliminarlo y cobrar la atractiva recompensa. Como ya lo imaginará, el esperado capítulo 3 consistirá en eso: el enfrentamiento del protagonista con los matones más peligrosos del mundo, a quienes tendrá que ir aniquilando uno a uno de cualquier manera y con cualquier recurso con el que cuente.

Y es que 14 millones de dólares a pagar por la muerte de un solo sujeto es motivante suficiente como para que hombres y mujeres de todo el mundo y la peor calaña quieran colectar la suma, sólo que antes deberán enfrentar un pequeño detalle: John Wick, su presa, está bien preparado para recibirlos.

Completan el elenco Hally Berry como Sofía (quizá la única aliada de Wick en esta odisea), Anjelica Huston como The Director, además de Ian McShane, Lance Reddick y Laurence Fishburne, quienes repiten su papeles de Winston, Charon y Bowery King, respectivamente.

Hasta la próxima.


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