Por Silvia Sánchez

La Estrella de Tucsón

Con lágrimas en los ojos y con un fuerte abrazo es como una estudiante de la Universidad de Arizona despide a Socorro Carrizosa, directora del Centro para Estudiantes Adalberto y Ana Guerrero, en una de sus últimas convivencias con los estudiantes. Carrizosa se retira.

“Mis papás la invitan a comer a mi casa en agradecimiento por todo lo que me ha ayudado”, le dijo Melisa Bohlman, una estudiante de Español y Ciencias del Medio Ambiente en su segundo año de Universidad.

A lo que Carrizosa contestó: “Me encantaría ir”.

Nacida en Cananea, Sonora, Carrizosa es egresada de la Universidad de Arizona y cuenta con maestría en educación y licenciatura en patología del habla.

A sus 61 años de edad, tiene 35 años trabajando en la Universidad de Arizona. Llegó a su puesto después de cumplir con varias responsabilidades como coordinadora de Tutorías, coordinadora Académica, directora de Programas de Verano y después como asistente de directora del Centro de Aprendizaje.

Actualmente, Carrizosa lleva 15 años siendo directora del centro Adalberto y Ana Guerrero, el cual está enfocado en ayudar a los estudiantes hispanos de la UA. El centro los ayuda a alcanzar la excelencia en sus estudios, ya sea solicitando becas o relacionándose en clubs o con otros estudiantes.

“Yo siempre he sido muy tímida”, dijo Bohlman. “Siento que Socorro me ha ayudado a integrarme más a la Universidad y a perder ese miedo de hablar con la gente”.

Carrizosa invitó a Bohlman, como a muchos otros estudiantes, a ser parte de la reunión Aromas, donde algunas abuelitas conviven y llevan comida hecha por ellas mismas a los estudiantes de la UA para hacerlos sentir como en casa. También les dan consejos para que no se rindan en sus estudios.

Pero este año, Carrizosa ha decidido jubilarse el 31 de julio.

“Desde el verano del año pasado notifiqué a mi supervisora que me retiro”, dijo Carrizosa. “Me encanta trabajar con los estudiantes, y no tengo ninguna razón en particular para irme, sólo quiero viajar, quiero hacer otras cosas, quiero ver qué oportunidades hay, y qué haya nueva energía aquí”.

Dijo que todavía no decide si trabajar con estudiantes de preparatoria o de otro nivel, pero que quiere seguir trabajando con jóvenes, porque le gusta mucho.

“Me voy a tomar unos meses de descanso”, dijo Carrizosa. “Y después voy a empezar a buscar qué otras oportunidades hay”.

En este verano todavía va a viajar con Vivir México, que es un curso de verano para cualquier estudiante de la UA que quisiera asistir. Este año irán a Puebla, a la Ciudad de México y a Guanajuato por seis semanas.

“Es una excelente oportunidad para conocer mejor la cultura de México”, dijo Carrizosa.

Más que una directora

Pero esta noticia que Carrizosa ve como una nueva oportunidad representa tristeza para algunos estudiantes que la aprecian y están agradecidos con ella.

“Definitivamente, Socorro me ha ayudado de una manera personal, profesional, intelectual, emocional”, dijo Andra Soria, de 24 años, estudiante de maestría en la UA. “Siempre ha estado aquí para hablar con nosotros de nuestros problemas”.

Ha sido para algunos estudiantes más que la directora de un centro.

“Ha habido varias veces que siento que el mundo se me está cayendo encima y ando llorando, no sé con quién hablar, y luego vengo a decirle a Socorro y ella me ayuda tanto, me da palabras de aliento que me puedan ayudar”, dijo Soria.

Y aunque tuvo éxito, por un tiempo la comunidad chicana de la UA temió que el centro se desapareciera.

La universidad se vio en la necesidad hace un poco más de 5 años de recortar alrededor de 6 centros para estudiantes de minorías, con el fin de ahorrarse cerca de un millón de dólares.

Afortunadamente, el centro se mantuvo abierto y ha seguido creciendo a través de los años.

Carrizosa se mantiene positiva y espera que el nuevo cambio sea para bien de la universidad.

“La otra persona va a traer nuevas ideas y diferentes cosas, y eso está bien, y no va a ser igual que yo”, dijo Carrizosa. “Queremos sentir que ‘cuando yo me vaya nada va a ser igual’ y no, no debe de ser así.

“Yo estoy contenta por ver el cambio”, dijo Carrizosa.

Mientras estuvo en el convivio se le acercaron muchos estudiantes agradeciéndole todo el apoyo que Carrizosa les ha brindado durante todo el tiempo en el que ha estado en Universidad de Arizona.

“Ojalá que el trabajo que haya hecho haya sido algo que les haya ayudado y los haya apoyado”, dijo Carrizosa. “Para eso estamos aquí, para ayudarlos. Si no hablan bien de lo que hacemos, quiere decir que entonces estamos hacienda nuestro trabajo mal”.

No sabe todavía quién la va a reemplazar. Explicó que los estudiantes van a tener voz y voto para elegir a la próxima persona en dirigir el centro.


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Silvia Sánchez es estudiante de periodismo de la Universidad de Arizona y aprendiz en La Estrella de Tucsón. Contáctala en: starapprentice@tucson.com.