Carlos Martínez, de verde, en fotos con su madre, Sylvia Baldenegro, y su padre, Salvador Martínez, en su casa en Tucsón, a donde Carlos regresó después de casi un año al ser liberado el martes 28 de julio del Centro de Detención Migratoria de Eloy. Carlos obtuvo la cancelación de la deportación y la residencia permanente de Estados Unidos.

La noche del martes 28 de julio, y después de casi un año privado de su libertad en el Centro de Detención Migratoria de Eloy, Carlos Martínez Baldenegro volvió a su casa en Tucsón.

"¡¡¡Gracias Dios!!! Después de pasar mis últimos 355 días en un centro de detención de inmigración, finalmente estoy libre y de regreso a casa con mi familia", escribió Carlos el miércoles al mediodía en su cuenta de Facebook. "Después de 30 años viviendo en los Estados Unidos luchando por una Tarjeta Verde, he ganado mi caso y es un honor ser llamado Residente Permanente de los Estados Unidos".

La abogada Claudia Arévalo, quien representó a Carlos en el largo y desgastante proceso legal, confirmó vía telefónica que el Board of Immigration Appeals (BIA), o Junta de Apelaciones Migratorias, desestimó la apelación presentada por el Departamento de Seguridad Nacional sobre la decisión previa de un juez que había otorgado la cancelación de la deportación a Carlos en febrero.

Aquel triunfo ante un juez le daba a Carlos la residencia permanente de Estados Unidos, pero tuvo que quedarse detenido mientras se procesaba la apelación del ICE. La apelación afirmaba que el juicio no se había centrado en el argumento del daño extremo que la deportación de Carlos causaría en sus padres, el cual había sido el argumento presentado por la defensa de Carlos.

"Adoptamos y afirmamos la decisión del juez de inmigración... por las razones expresadas en su decisión, en que el demandado ha establecido que su expulsión resultaría en dificultades excepcionales y extremadamente inusuales para un pariente calificado, sección 240A (b) (1) (D) de la Ley", dice la resolución de la junta de apelaciones, en palabras de la abogada Arévalo.

Carlos fue uno de los primeros soñadores en obtener DACA en 2012. Su salida del país sin una autorización previa sucedió en agosto de 2019, cuando tras casi 30 años viviendo en Estados Unidos cruzó a México por Nogales en un momento de desesperación, con la intención de visitar a su abuela en su natal Cananea, Sonora.

El egresado de la Universidad de Arizona con maestría en ingeniería en sistemas de cómputo se arrepintió e intentó regresar a Estados Unidos 45 minutos después por el cruce fronterizo Dennis DeConcini en Nogales, Arizona, donde fue detenido y enviado a Eloy.

Recientemente, la organización Arizona Dream Act Coalition inició una campaña pidiendo al ICE la liberación de Carlos, especialmente por considerar que el centro de detención de Eloy no ofrecía garantías de higiene y salubridad ante los riesgos del COVID-19, enfermedad que Carlos contrajo en detención.

"Dios obra de manera misteriosa. Muchas gracias a toda la familia, amigos y todos los que me apoyaron de una forma u otra. Sin su apoyo no estaría aquí", escribió Carlos en Facebook este miércoles.


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