JoAnn Larra Trujillo y Gloria Hugues Rodríguez están haciendo un llamado directo:

La Liga de Mujeres Mexicoamericanas, que durante 50 años ha ayudado a educar y moldear a las adolescentes de Tucsón y ha reunido cientos de miles de dólares para becas educativas, está a punto de desaparecer.

Está a la baja el número de miembros, de niñas y de sus familias dispuestas a participar en el evento anual de 15 años y está a la baja el optimismo de que la organización llegará a cumplir los 51 años de vida.

“Queremos seguir”, dijo Trujillo, integrante de la Liga desde 1979.

Pero debido a la falta de interés, a los cambios en el comportamiento social y a los costos crecientes de organizar el baile de gala en el que se presenta cada año a las debutantes (por considerar que a los 15 años las niñas debutan en sociedad), la liga se está evaporando, se le está acabando su tiempo.

“Es triste”, dijo Gloria Rodríguez, miembro de la liga durante 35 años.

Nacida a mediados de la década de 1960, cuando los vientos del cambio social y político comenzaban a azotar a todo el país, la Liga estaba formada por un pequeño grupo de mujeres mexicoamericanas para promover la educación y proporcionar becas universitarias a estudiantes de Tucsón. Su evento central es la recaudación de fondos de septiembre, la Fiesta en Xochimilco, basada en la tradición social de la quinceañera. Pero a diferencia de una fiesta en la que la niña de 15 años es el centro de atención, las Florecitas voltean hacia la comunidad, la familia y la cultura.

Las niñas participan en proyectos de servicio comunitario, como alimentar a los necesitados, limpiar un parque, ofrecerse como voluntarias en Ben’s Bells, en su iglesia o en la escuela. Toman clases de etiqueta y participan en el desfile anual La Fiesta de los Vaqueros. Reafirman sus valores personales y familiares y las animan a que se conviertan en participantes a plenitud en su comunidad, que le retribuyan a la sociedad.

Ahora la Liga está pidiendo apoyo a las muchas Florecitas y a otras personas para que se conviertan en miembros activos y ayuden a revigorizar la misión del grupo.

“Nadie se opone a recaudar dinero para la educación”, dijo Rodríguez, “pero, ¿qué más podemos hacer para recaudar dinero?”.

En su apogeo, la Liga tenía más de 80 miembros, y cada año más de 40 adolescentes eran Florecitas y había un número igual de Botoncitos, niñas de 14 años.

Actualmente, la Liga tiene alrededor de 40 miembros. Una cuarta parte de ellos hace el trabajo pesado. Y el baile de Xochimilco de este año, con el cual se celebra el aniversario de oro de la Liga, tiene sólo seis Florecitas y dos Botoncitos.

En 1980, la Liga otorgó más de 20 mil dólares en becas. El año pasado fue un poco más de 18 mil. Sin embargo, con el dramático aumento de los costos universitarios, esos 18 mil no llegaron muy lejos.

Rodríguez y Trujillo dijeron que la Liga nunca ha sido exclusiva de mujeres y niñas mexicoamericanas. Está abierta a todas.

El baile ha sido especialmente una tradición multigeneracional para los miembros de la Liga. Las dos hijas de Trujillo y una nieta fueron Florecitas, mientras que la hija de Rodríguez y cuatro nietas también fueron presentadas en la gala. Muchas hijas y nietas de otros miembros han sido Florecitas, pero ninguna de las familias de la Liga se ha beneficiado con una de sus becas, dijo Rodríguez.

Cuando ellas dos se unieron a la Liga, fue una oportunidad de salir de su rutina diaria de cuidar el hogar, la familia y el trabajo. La familia de Rodríguez estaba en el negocio mayorista de pescados y restaurantes, y Trujillo trabajaba en su restaurante familiar.

Las integrantes de la Liga se reunían los miércoles por la noche, hablaban de negocios y luego socializaban. Se hacían amigas y descubrían mentoras.

“Era un ambiente de comadres. Se sentía”, dijo Rodríguez. Trujillo dijo que era mucho trabajo, pero esa “era la noche de las chicas”.

Sin embargo, a medida que pasaban los años, fue menguando la capacidad del grupo de atraer suficientes miembros nuevos para reemplazar a los que salían o fallecían. Conseguir mujeres más jóvenes se convirtió en un desafío.

Aunque tanto Rodríguez como Trujillo tienen cada quien una hija que se ha unido a la Liga, les desconcierta que otras mujeres no han seguido en el grupo.

Tal vez, analizaron, la explosión de los teléfonos inteligentes y medios de comunicación social ha desempeñado un papel inverso, desalentando a las mujeres de tener relaciones cara a cara. O tal vez la Liga tiene más competencia entre otras organizaciones y grupos, dijeron.

Cualquiera que sea la razón, dijo Rodríguez, es imprescindible que más mujeres se involucren. La Liga les dará la bienvenida.

La Liga celebrará una reunión para las ex Florecitas el 2 de septiembre. Las Florecitas de este año tendrán su Misa anual celebrada el 3 de septiembre en la Catedral de San Agustín y la Fiesta en Xochimilco se llevará a cabo el 9 de septiembre en el Grand Ballroom del Centro de Convenciones de Tucsón.

Las ex Florecitas y personas interesadas en ser miembros de la Liga pueden llamar a Trujillo al (520) 327-3740. O visite el sitio web del grupo: http://leagueofmexicanamericanwomen.org.


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Ernesto “Neto” Portillo Jr. es editor de La Estrella de Tucsón. Contáctalo en netopjr@tucson.com o al 573-4187.