Estimados tucsonenses y amigos del sur de Arizona y Sonora, ¿ya se dieron a la tarea de disfrutar las delicias gastronómicas que ofrece Tucsón? Y es que esta ciudad hermana de Hermosillo, Ciudad Obregón, Puerto Peñasco y Nogales (todas sonorenses), además de contar con su Parque Nacional Saguaro, el Museo del Desierto de Arizona-Sonora o sus muy bien conservadas construcciones coloniales, también ofrece un menú de platillos que no le piden nada a las altas cocinas del mundo.
No por nada Tucsón fue reconocida en 2015 como Ciudad Gastronómica por parte de la Unesco, y todo gracias a la gama de sabores, olores y texturas que ofrecen los establecimientos ubicados a la vuelta de su casa.
Todo esto motivó la creación del documental "El otro Tucson", del director Favio Winehouse (leer entrevista en el recuadro), el cual hace un recorrido por restaurantes, panaderías, cervecerías, puestos de comida, etc. que, si no conocen ya, deben apurarse a hacerlo.
Este trabajo audiovisual es producto de la convocatoria de guion “Un Taco de Ojo de Tucson”. Como premio, el sonorense Favio Winehouse, ganador del concurso binacional, convirtió su escrito en este cortometraje que forma parte de la Selección Oficial del Film Fest Tucson 2019, que se llevará a cabo del 10 al 12 de octubre en Tucsón.
UN BANQUETE PARA LOS OJOS
Lo primero que sobresale del corto son los ingeniosos créditos de inicio, creados con pan a punto de ser horneado. Desde ahí se anuncia que el contenido del corto no sólo informará sobre el aspecto culinario de Tucsón sino que abrirá el apetito del espectador.
Narrado con la voz en off del propio director, El Otro Tucson está conformado por las entrevistas del propio cineasta a algunas personalidades de la ciudad, quienes explican el porqué del reconocimiento y la importancia de la comida en general de esta ciudad. Tal fue el caso de la antropóloga Maribel Álvarez, quien afirma que la comida es el “pegamento social”, nombrando al hot dog estilo Sonora como el platillo más representativo de la ciudad.
Felipe García, vicepresidente de Visit Tucson, no duda en afirmar que el reconocimiento de la UNESCO no fue otra cosa que una confirmación de algo que ya se sabía.
ORGULLO SONORENSE Y MEXICANO
También escucharemos a dueños de varios establecimientos emblemáticos, como Don Guerra, propietario de Barrio Bread, quien deja claro su amor por el pan en el respeto que muestra por los ingredientes y al proceso en general, mismos que son el origen de la calidad y sabor de su producto.
“Quiero gritar el orgullo que es ser sonorense y mexicana; y hago lo mío: el taco… Hay que representar bien lo que es Sonora y Arizona”, comenta la chef María José Mazón, quien proclama campechanamente que “cualquier güey” puede hacer un taco, pero que hay que saber ser el mejor güey para hacer el mejor taco. “A la gente se le olvida que hay otro Tucsón”, el Tucson gastronómico, dice la propietaria de Boca Tacos.
Total que así como Mike Mallozzi habla de Borderlands Brewing, su productora de cerveza artesanal que ha saciado la sed de sus visitantes desde hace años, también lo hace John Martínez sobre su restaurante Tito & Pep, quien resalta el intercambio culinario entre Sonora y Tucsón. Por cierto, resulta simpático cuando el entrevistado recuerda con nostalgia su platillo favorito: lengua en chile colorado, que le preparaba su abuela. De ahí viene su visión de hacer feliz a la gente al cocinarle una buena comida.
No podía faltar el puesto de tacos en la calle que, en este caso, está manejado por un carismático Juan José Almanza, quien se declara amante de los olores y la lumbre, y afirma, además, que a su puesto le falta alma si no hay frijoles y salsa bien picosa.
Como ya vio, hay panaderías que hornean exquisiteces, restaurantes que mezclan culturas, cervecerías reconocidas, taquerías que elevan al taco a un sitio de glamour, asaderos de carne de primer nivel, etcétera, que son parte de El Otro Tucson, el cual le espera para cuando usted se decida a descubrir esa otra cara.