Sammy Rodríguez pensó que su tiempo con los jugadores y las familias de Los Niños Little League había llegado a su fin en 2011, cuando su hijo menor salió de las Pequeñas Ligas.
Rodríguez había pasado los últimos cuatro años sirviendo como presidente de la liga, e incluso más años antes como padre de familia ayudando con varias tareas mientras sus hijos se abrían camino desde las ligas llamadas minors, majors y finalmente a las junior. Los otros padres y jugadores se volvieron como una familia.
Varios años después, Rodríguez no dudó cuando se le pidió que regresara como presidente de Los Niños para evitar que se cerrara esta liga. El presidente saliente había dejado que los números de registro cayeran demasiado bajo, y además de eso, la liga estaba en apuros económicos.
Los Niños solo tenía 78 jugadores registrados la temporada antes de que Rodríguez asumiera el cargo a principios de 2019. Tomó mucho trabajo, pero al comienzo de la temporada, Rodríguez había más que duplicado esa cifra.
Ahora, la Liga Pequeña, ubicada en las calles Craycroft y Valencia, está prosperando, en gran parte gracias a Rodríguez, su esposa y dos de sus hijos mayores.
J.E. Ramirez detiene un roletazo mientras Los Niños Little League All-Stars trabajan en el campo durante la práctica del 22 de junio.
Pero después de reconstruir Los Niños y capear una pandemia, esta temporada presentó a los Rodríguez su mayor desafío hasta el momento. Cuando se le dio permiso a la liga para seguir adelante con la temporada 2021, Los Niños ya no tenía miembros en la junta directiva.
Entonces los Rodríguez dividieron las posiciones y lo hicieron todo ellos mismos.
‘Empezamos desde cero’
Cuando Sammy Rodríguez retomó Los Niños en 2019, fichar jugadores no fue tan fácil como lo fue en la década anterior.
“Fue una lucha, porque teníamos que conseguir la confianza de todos los padres para volver. Tuvimos que ser entrevistados por los padres”, dijo Rodríguez. “Lo que fue realmente genial de todo esto ... los niños que entrené (hace años) vinieron con sus hijos”.
Registrar a nuevos jugadores no fue el único desafío de Rodríguez. Cuando se hizo cargo de Los Niños, había solo $1,050 en la cuenta bancaria e incluso más adeudos en facturas pendientes. El equipo restante ya no era seguro para los jugadores.
“Literalmente comenzamos desde cero”, dijo Rodríguez.
Afortunadamente, Rodríguez pudo asegurarse un patrocinio con los Conquistadores de Tucson y algunos otros patrocinadores, incluidos los Diamondbacks de Arizona, Circle K e In-N-Out Burger. Sus fondos pagaron el equipamiento de los 10 equipos de la liga, alimentos y suministros para el snack bar, tiza para las líneas de base y mallas de sombra para los dugouts. Incluso sobró dinero para cubrir la tarifa de inscripción de $100 para las familias que necesitan ayuda.
“Me estaba exponiendo, pidiendo patrocinios”, dijo Rodríguez. “Presentamos nuestro caso y les dijimos que el potencial estaba aquí”.
Además de aumentar el registro y encontrar una manera de pagar para mantener la liga, el campo local de Los Niños, el Parque Regional Thomas Jay, necesitaba algunas mejoras serias. Rodríguez se enteró de que había dinero en el presupuesto para pagar las mejoras del parque, pero tendría que demostrar a los supervisores que era necesario. Le dijeron a Rodríguez que necesitaba recolectar 250 firmas de apoyo para las mejoras, y Rodríguez se puso a trabajar para que esto sucediera.
Desde entonces se han realizado mejoras, pero aún queda trabajo por hacer. El marcador se construyó en 1976 y, aunque ha sido reprogramado al menos una vez, otra vez está fuera de servicio.
Tener que ser inteligente con sus fondos limitados obligó a Rodríguez y su familia a ser creativos y exponerse aún más, hablando con miembros de la comunidad y funcionarios sobre lo que podrían hacer para ayudar a la liga con problemas de efectivo.
Encontraron un contacto en Visit Tucson que donó todas las pelotas de los juegos de beisbol de exhibición para que Los Niños las usaran para practicar. Esa persona los conectó con un representante de Pass It On Soccer, quien estará proporcionando equipamiento al equipo.
“Es genial, porque somos pequeños. Estamos aquí, muy poca gente nos conoce”, dijo Brandi Rodríguez.
Tuvieron un gran 2019, con el nombre de Los Niños en la marquesina de los Diamondbacks, y entraron en 2020 calientes.
“Estábamos tan entusiasmados”, dijo Rodrigeuz. “Nuestros registros entraban y entraban”.
Y luego llegó la pandemia.
Una familia unida
La liga se vio obligada a cancelar sus ceremonias de apertura del 28 de marzo, en las que estaba programado que el supervisor del Condado Pima, Ramón Valadez, inaugurara el campo de softbol de la liga. Y el resto de la temporada 2020 siguió así.
Pero con toda la familia de Rodríguez trabajando en Banner-University Medical Center tenían cosas más importantes de las que preocuparse que una temporada cancelada.
La esposa de Rodríguez, Brandi, y la hija, Cassandra, trabajan en el Centro de Cáncer, mientras que él trabaja como coordinador de recepción en la cadena de suministro de materiales. El hijo menor de Rodríguez, Christopher, trabaja en el campus sur de Banner, en gestión de materiales.
Cuando llegó el 2021, Rodríguez le dijo a Brandi que solo tendrían que esperar y ver.
“Tenemos que ir por el campo médico”, dijo Rodríguez. “Pero se nos ocurrieron todas estas regulaciones y obtuvimos la aprobación para jugar. Comenzamos tarde, pero obtuvimos excelentes registros”.
Dado que muchos padres de Los Niños también trabajan en el cuidado de la salud, Rodríguez dijo que era fácil conseguir que las familias aceptaran el plan de seguridad.
“Tomamos todos sus comentarios y opiniones, y les dijimos que necesitamos que todos estén básicamente vigilando que están siguiendo todos los protocolos”, dijo Rodríguez.
Este año, no hubo más equipos compartidos, y lo único que Los Niños proporcionó para los jugadores fueron pelotas de beisbol y bases. Cada jugador tuvo que encargarse del resto y la temporada transcurrió sin problemas.
Casi.
“Pero lo triste fue que perdimos a todos los miembros de nuestra junta”, dijo Rodríguez. “COVID tuvo un gran impacto. Intentamos reclutar gente”.
Esos esfuerzos de reclutamiento no fueron tan exitosos como el reclutamiento de jugadores de Rodríguez, por lo que lo hicieron solos.
Aaron García, a la izquierda, y Andrés Castro corren al plato mientras Los Niños Little League All-Stars dan vueltas para terminar la sesión de práctica nocturna en el Parque Regional Thomas Jay.
Rodríguez manejó los deberes de presidente, árbitro principal y gerente de equipo. Brandi y Cassandra Rodríguez se ocuparon de la tesorería y el registro, y Cassandra también se encargó de las relaciones públicas y la secretaría. Christopher Rodríguez completó el grupo, ocupando las otras posiciones necesarias en la junta y también entrenando al equipo juvenil (Juniors) que inició en All-Stars el sábado 26 de junio.
“Y todavía estamos casados”, dijo Brandi Rodríguez riendo. “Lo superamos y estamos felices. Agotados, pero felices”.
Afortunadamente, algunos miembros de la junta se inscribieron para el próximo año, y Sammy Rodríguez les llegó a los padres durante las ceremonias de clausura de este año y les dijo que estaban desesperados por recibir ayuda. Rodríguez dijo que los padres han sido excelentes al participar en otras áreas, incluida la ayuda con la tienda de snacks y tomar posiciones de entrenadores, y que no podrían mantener a Los Niños funcionando sin la ayuda adicional.
Rodríguez dijo que cuando se hizo cargo de la liga, su objetivo era registrar a 400 niños.
“Es factible, y estuvimos muy cerca el año pasado”, dijo Rodríguez. “Cuando los niños que entrené vienen con sus hijos, eso es una gran crecimiento”.
Y a pesar de una lista un poco más pequeña esta temporada, con ocho equipos de los 10 equipos de 2019, la temporada sigue siendo fuerte. Los Niños envía dos equipos a All-Stars este año por primera vez desde que asumió el mando, y la temporada de otoño comenzará en agosto.
‘Quieres ayudarlos tanto como puedas’
En la práctica para los All-Stars de 9, 10 y 11 años de la liga el martes 22 de junio por la noche todo fue trabajo para los jugadores de Los Niños, con la excepción de las carcajadas que estallaron entre los ejercicios. Mientras las pelotas estaban en juego, el campo estaba en silencio y la pequeña estatura de los jugadores era a menudo el único recordatorio de su corta edad.
Brandi y Cassandra Rodríguez estaban colocadas en una mesa de picnic con otras dos mujeres, pegadas a la práctica y acurrucadas juntas para hablar sobre dónde los jugadores habían mejorado o aún necesitaban trabajo.
Cassandra Rodríguez, de 31 años, fue la única niña de Rodríguez que no jugó beisbol. En cambio, creció jugando voleibol y tenis, jugó softbol una vez y lo dejó después de recibir un pelotazo en la cara.
Jugó tenis en la escuela secundaria, pero iba a los juegos de Los Niños con sus hermanos y padres, por lo que también era su liga.
“Cuando llegó mi hijo ... comencé a meterme en el beisbol”, dijo Cassandra Rodríguez. “Es por eso que realmente me apasionó estar aquí para todos estos niños. Los miras y piensas, ¿dónde estarían estos niños si no lo hicieras?”.
Ese fue el atractivo para que Cassandra Rodríguez se uniera a los esfuerzos de sus padres este año. Y ella hizo más que simplemente unirse, Sammy Rodríguez dijo que su hija pagó ella misma la cuenta del seguro total de $ 1,400 de la liga.
“Vivíamos aquí. Todavía vivimos aquí. Estamos aquí de lunes a sábado”, dijo Cassandra Rodríguez. “Toda nuestra dedicación y devoción ha estado en las Pequeñas Ligas”.
Cassandra Rodríguez dijo que las miradas en sus caras cuando están en el campo hacen que el trabajo extra valga la pena.
“Quiero ver más equipos”, dijo Cassandra Rodríguez, y agregó que se trata del toque personal de saber el nombre de cada jugador y el hijo de cada padre.
Sin embargo, la liga es más que una competencia, dijo Sammy Rodríguez. Se trata de dar un buen ejemplo en el campo y en casa, y hay reglas que seguir.
El comportamiento de los jugadores en casa debe se bueno, y mantener buenas calificaciones y un buen expediente académico también es importante.
La regla final es que si un jugador se presenta a practicar, tiene que sonreír. El martes por la noche, el campo estaba lleno de esos jugadores.
Julián Carbajal se sentó en las gradas durante la práctica viendo a su hijo Julián Jr. practicar para el partido del sábado. Carbajal firmó como entrenador esta temporada, diciendo que lo disfrutó más de lo que pensaba.
“Fue realmente bueno. Se notaba que (los niños) necesitaban salir y estar con otros niños nuevamente”, dijo Carbajal. “Mi hijo se divirtió mucho”.
Carbajal regresará para el otoño y probablemente más allá.
“Dices que no vas a entrenar, pero una vez que ves lo divertido que es y empiezas a ayudar, dices: ‘Tal vez lo haga”, dijo Carbajal. “Especialmente cuando tus hijos están ahí afuera. Quieres ayudarlos tanto como puedas”.