Mientras todo el planeta está realmente mortificado por los dos eventos de gran magnitud que han cimbrado la vida de la población mundial (no me refiero a ataques terroristas, bombardeos o cosas por el estilo, sino a la última temporada de Game of Thrones y el estreno de Avengers: Endgame), el resto de la humanidad, es decir, los que saben de ambas cosas pero les da lo mismo, siguen el curso de su vida sin penas y sobresaltos, levantando las cejas con indiferencia y viendo tranquilamente otras opciones interesantes que les pueda ofrecer la televisión y el cine.

Para este otro grupo de personas que quieren ver historias más o menos normales, de esas en donde no hay superhéroes salvando a cada rato al mundo (ahora ya al universo) ni dragones o caudillos que quieran sentarse en un trono de hierro para ser el mandamás que gobierne por encima de todos, hay varias ofertas para entretenerse.

Un ejemplo es “Long Shot” (Jonathan Levine, 2019), una comedia ingeniosa que tiene sus buenas dosis de romance surgido en un par de protagonistas que a nadie, sinceramente, se le hubiera ocurrido colocar como pareja: Charlize Theron y Seth Rogen.

La cinta nos presenta a un tal Fred Flarsky (Rogen), un periodista talentoso y liberal que, debido a precisamente a esta personalidad, suele meterse en problemas a cada momento. Por otro lado está Charlotte Field (Theron), una atractiva diplomática cuya voz tiene eco en todo el mundo debido, también, al resto de sus cualidades: tiene belleza, inteligencia y sofisticación.

Al parecer este par no debería tener nada en común, pero da la casualidad de que la atractiva Charlotte fue alguna vez niñera de Fred cuando este era apenas un niño, con el detalle de que él la ha considerado desde siempre el amor platónico de su juventud.

En eso, cuando ninguno de los dos se lo esperaba, se da un emotivo reencuentro, momento que Fred aprovecha para intentar impresionarla con su sentido del humor y su mentalidad idealista.

El comportamiento y la actitud del periodista tienen un efecto especial en la diplomática quien, al decidir contender por la presidencia de su país, decirlo nombrarlo como responsable de elaborar sus discursos, a pesar de la negativa del resto de sus consejeros.

La cosa aquí es que el sencillo periodista no está preparado para la vida competitiva ni al nivel de glamour al que acaba de introducirse, lo cual hará que ambos, sobre todos Fred, se las vea negras mientras intenta adaptarse a ese ámbito y mantener su esencia.

El atractivo del filme será ver cómo, mientras entre ambos se da una especie de interacción laboral en donde intentan respetar su relación profesional, la convivencia entre ambos hace surgir en ellos un interés romántico que hará que surjan situaciones inesperadas e incluso peligrosas. Le adelanto que, sorpresivamente, la química entre ambos funciona muy bien en pantalla; ya lo verá.

Long Shot es la tercera participación de Rogen en una cinta de Levine, luego de haber trabajado juntos tanto en “50/50” (2011) como en “The Night Before” (2015), proyectos en donde el humor fue la fórmula predominante.

Completan el elenco O’Shea Jackson Jr. como Lance, Andy Serkis como Parker, Alexander Skargard interpretando al Primer Ministro James Steward y Bob Odenkirk (Better Call Saul) en el papel del Presidente Chambers.

Hasta la próxima.


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