El mensaje llegó en mayúsculas. Era tan claro como el cielo del desierto después de una lluvia de verano.

“LA PRODUCCIÓN ‘AMERICAN MARIACHI’ DE LA COMPAÑÍA DE TEATRO DE ARIZONA FUE LA OBRA CON MÁS VENTAS EN LA HISTORIA DE LA COMPAÑÍA’, decía el comunicado de prensa.

Más adelante se leía que se vendieron casi 5,900 boletos individuales durante las tres semanas de la puesta en escena en marzo en el Templo de la Música y el Arte, donde Arizona Theatre Company (ATC) presenta sus obras en Tucsón.

No fue sorpresa aquí para muchos tucsonenses que están parados sobre la cultura de esta música y su belleza. Es el poder del mariachi el que generó la exitosa bienvenida para ATC.

“Sabía que le iría bien”, dijo Billy Russo, director de operaciones de ATC. “Pero no creí que tanto”.

“Ponles mariachi y vendrán”, no es un viejo dicho mexicano, pero bien podría ser una frase popular.

La obra, en la que se presentaban los músicos tucsonenses Esteban Dagnino, Stephanie Swift Molina, Francisco Javier Molina, Ali Pizarro y Antonio A. Pró, superó las expectativas de todos.

También le fue bien en Phoenix, superando las ventas previstas para abril en el Herberger Theater Center, donde la producción de tres semanas superó en 24 por ciento el objetivo de venta de boletos individuales.

“Fue la obra más importante de la temporada”, dijo Russo. Platicamos por teléfono mientras él asistía a una conferencia de teatro regional en Milwaukee el viernes 3 de mayo. Dijo que el éxito de la obra era un tema popular entre los asistentes a la conferencia.

Russo dijo que el atractivo de la obra fueron sus temas universales de familia, valores y el manejo de las tradiciones, ya sea que flaqueen o se rompan. La obra también le hablaba a su público, que en gran parte asistía por primera vez al teatro y probablemente mexicoamericano.

La historia se centra en Lucha, quien es la cuidadora principal de su mamá enferma. Cuando Lucha descubre un viejo disco de música mexicana y lo toca, la demencia de su mamá se disuelve temporalmente y la estimula. Eso hace que a Lucha se le ocurra la idea de formar un mariachi de puras mujeres. Pero un mariachi femenil en los años de los 70s era algo contrario a su cultura mexicoamericana y a los deseos de su padre, un músico de mariachi.

“Le doy todo el crédito al dramaturgo (José Cruz González)”, dijo Russo.

El éxito de la obra demostró también que los temas latinos pueden atraer a grandes audiencias.

Russo dijo que para el 45 por ciento de los asistentes de Tucsón esa fue su primera vez en una obra de teatro, y en Phoenix ese índice subió hasta 67 por ciento. Dijo que no se ha elaborado una encuesta más detallada, pero él cree que muchos de los asistentes en Phoenix y Tucsón eran latinos.

“American Mariachi” no fue la primera obra de ATC con un tema latino. A lo largo de los años, ya ha presentado obras escritas por latinos o con actores latinos. Pero esta obra no sólo fue escrita por un dramaturgo mexicoamericano, sino que la mayoría de los actores eran latinos y la historia era auténticamente mexicoamericana.

Cuando la audiencia latina se ve representada a sí misma en el escenario del teatro (o en una pantalla de cine), cuando ve historias que son contadas con respeto y honestidad, asiste al teatro. Y los latinos no son ajenos al teatro. México y otros países latinoamericanos tienen una larga historia teatral.

Tucsón ha tenido por mucho tiempo compañías dedicadas a presentar narrativas mexicoamericanas en el escenario. A principios del siglo pasado, Carmen Soto de Vásquez estableció el Teatro Carmen en South Meyer Avenue, en el Barrio Viejo. Ese teatro en español era considerado el más sofisticado de la época.

A principios de la década de los sesenta, Felizardo Valencia, maestro latino de español en el Distrito Escolar Unificado de Tucsón; Barclay Goldsmith y Raquel Rubio-Goldsmith; mi papá, Ernesto V. Portillo; y otros, crearon El Teatro del Pueblo, un grupo teatral que por varios años presentó obras locales, nacionales e internacionales en Safford Junior High School.

Subsecuentemente llegó Teatro Libertad, un grupo de teatro “callejero” de Tucsón en los años setenta que se transformó en Borderlands Theater, que hasta la fecha sigue produciendo obras con temas latinos.

“Queremos vernos a nosotros mismos. Queremos ver nuestras historias, de nuestras comunidades”, dijo Eva Tessler, quien desde 1994 ha actuado, dirigido y bailado en grupos teatrales en Tucsón y otras partes del país.

Actualmente, Tessler está involucrada en Teatro Dignidad, un grupo nuevo que estrenó “The Sound of Cracking Bones” (El sonido de los huesos que crujen) en inglés y en español en el Teatro Cabaret del Templo de la Música y el Arte, del 9 al 19 de mayo.

A ella no le sorprendió que a “American Mariachi” le fuera bien. Después de todo, dijo, la música de mariachi es popular entre el público no latino.

Russo dijo que reflejar a las comunidades de color de Tucsón en el escenario de ATC es un valor y un objetivo del grupo profesional de teatro.

“Tenemos que reflejar a las comunidades que viven alrededor de nosotros”, dijo.

No sólo para ser incluyentes, sino para asegurar el crecimiento futuro en Tucsón y Phoenix, donde la población latina sigue aumentando.

“American Mariachi” no tendría por qué ser un caso de éxito aislado. Puede ser un modelo para futuros éxitos.


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Ernesto “Neto” Portillo Jr. es editor de La Estrella de Tucsón. Contáctalo en netopjr@tucson.com o al 573-4187.

Traducido por Liliana López Ruelas.