No todos los días un antiguo residente de Tucsón, de los que mantienen su corazón y sus raíces en el valle del desierto, tiene la oportunidad de volver a casa. Pero ese día llegó para Roberto Martínez, respetado mariachi de amplia trayectoria.
Martínez vuelve a casa como el nuevo director de Mariachi Los Diablitos de Sunnyside High School y como maestro de mariachi de la escuela.
Para la comunidad del mariachi de Tucsón -la cual es grande– el regreso de Martínez es una gran noticia. El por muchos años integrante del Mariachi Cobre, creado en Tucsón, será sucesor de Refugio “Cuco” Del Cid, quien murió en enero y fue maestro del mariachi de Sunnyside por más de 20 años.
Del Cid era conocido a nivel internacional por sus dotes de mariachi y en Sunnyside, donde desarrolló uno de los primeros programas de mariachi para preparatoria en Tucsón, considerada por muchos el lugar de nacimiento del mariachi en este país. El lunes 14 de mayo, Sunnyside High School celebró la vida de Del Cid poniendo su nombre al auditorio escolar.
Martínez, quien por casi cuatro años ha estado dando clases de mariachi a niños en edad escolar de Chicago, se refirió a Del Cid, a quien conoció hace años, “una institución” y expresó admiración por él.
Pero con el nombramiento de Martínez –la directiva de Sunnyside aprobó su contratación en abril–, no sólo continuará el programa de Sunnyside para mantener el legado que Del Cid creó, sino que los maestros y estudiantes de mariachi de Tucsón se enriquecerán con el conocimiento y experiencia de Martínez.
“En primer lugar, él es un egresado de Sunnyside e ícono en el mundo del mariachi”, dijo el superintendente de Sunnyside, Steve Holmes, quien también fue maestro de mariachi en Roskruge Middle School. “Sabíamos que teníamos que encontrar al alguien que representara la siguiente etapa del legado de Cuco y del programa de Sunnyside. Escogimos a una estrella del género”.
Martínez empezó su formación como mariachi con Los Changuitos Feos de Tucsón, considerado el primer mariachi juvenil de Estados Unidos. Cuatro años después de graduar de Sunnyside High School en 1974, Martínez se unió al Mariachi Cobre, creado en 1971 y que se ha presentado dentro y fuera del país.
El Mariachi Cobre se ubicó en Florida, donde estableció su casa en el parque temático Disney World’s Epcot. Martínez fue una pieza integral de este mariachi, afinando sus habilidades en la vihuela, una pequeña guitarra de cinco cuerdas. Además, Martínez ha dado clases y diseñado el plan de cursos para la Conferencia Internacional del Mariachi en Tucsón, que cada año atrae a cientos de estudiantes.
John Contreras, director del Mariachi Aztlán de Pueblo High School, dijo que la reciente contratación que Sunnyside hizo de Martínez, quien fue uno de los primeros instructores de mariachi que tuvo en la conferencia, es un gran paso en el continuo desarrollo y progreso de esa música en las escuelas de Tucsón.
“Roberto es conocido como uno de los mejores intérpretes de vihuela en la música de mariachi”, dijo Contretas, y agregó, “pero más que nada él es un maestro”.
Martínez está emocionado de volver a Tucsón. Muchas veces había pensado en regresar, pero nunca pensó que sería para dar clases. Dijo que lo platicó con su esposa, Josie López Martínez, egresada de Cholla High School, y sus cuatro hijos, todos adultos jóvenes.
Dijo: “Los muchachos dijeron ‘¡hazlo!’”.
Básicamente, Holmes le dijo eso mismo a Martínez cuando éste le expresó su interés en el trabajo.
“Inmediatamente dije que las estrellas se estaban alineando para Sunnyside”, dijo Holmes.
Martínez, dijo Holmes, no sólo será un valioso mentor para otros maestros de música de mariachi en Tucsón, sino que será una enriquecedora adición al programa de bellas artes de la escuela.
“Mariachi es uno de esos activos que hablan de nuestra cultura e historia”, dijo Holmes.
Y es ahí donde reside la importancia de las clases de mariachi en las escuelas públicas. Reafirma la cultura y la historia detrás de la música y sus orígenes. Cuando los estudiantes se involucran en la música, los transforma, les da un profundo sentido de orgullo sobre quiénes son y sus estudios.
“De repente todos se encienden”, dijo Martínez, de 61 años, sobre sus jóvenes alumnos en Calmeca Academy of Fine Arts & Dual Language en Chicago, una escuela de kínder a 8vo en la que la mayoría de los estudiantes son latinos.
Martínez dijo que está preparado para el reto de sostener el trabajo que Del Cid comenzó en Sunnyside. Añadió que aportará su propia perspectiva y lecciones a Los Diablitos y a otros estudiantes.
¿Y cuál es esa perspectiva clave y lección central que Martínez compartirá con sus alumnos?
“Si estudian duro, las puertas se abrirán y pasarán cosas buenas”, dijo.