Tucsón es una buena ciudad en cuanto a música. Bueno, quizá algo más que buena.

Muchos músicos talentosos nacen y son criados aquí o llegan a este valle inspirados por algún viejo talismán del desierto. Podría hacer una larga lista de músicos y grupos que han dejado su huella aquí o que actualmente gozan de un merecido prestigio. Pero no lo voy a hacer.

Lo que sí haré es agregar un nombre a esa extensa lista: Louie Marínez.

Marínez es un trompetista local de mucho tiempo y cantante en diferentes bandas chicanas de Tucsón y pasó siete años con el Mariachi Cobre, originario de Tucsón, en el Epcot Center en Florida. También fue el vocalista principal de un conjunto con sede en Texas antes de regresar a casa hace cinco años para retomar su trabajo musical y cuidar a su papá enfermo. Ahora, su currículum musical le ha dejado recompensas.

En enero, Marinez, de 51 años, será inducido al Salón de la Fama Tejano R.O.O.T.S. Marínez es el primer arizonense en unirse al grupo de élite texano como solista, según el presidente del Salón de la Fama, Rubén López (el cantante tucsonense Adalberto Gallegos fue inducido antes, pero como parte de un grupo).

Sabiendo lo orgullosos y exclusivos que los texanos pueden ser —R.O.O.T.S. son las siglas en inglés de Recordando a Nuestras Propias Estrellas Tejanas—, esto es algo grande para Marínez.

“Significa todo para mí. Todavía creo que es un sueño”, dijo Marínez en la cocina de su casa en el Barrio Summit por Old Nogales Highway, al sur del Aeropuerto Internacional de Tucsón. “Es un gran honor ser de Tucsón, nacido y criado aquí. Haber ido a la escuela aquí, haber ido al catecismo aquí, toda mi familia está aquí. Es el mayor honor en el que puedo pensar ahora”.

La música texana está enraizada en la cultura y tradición del sur y centro de Texas. Se basa en los valses y polcas del centro de Europa, en los corridos, el mariachi y el norteño mexicanos y en el blues, rock, country western y R&B norteamericanos. Las diferentes facetas están unidas por el rebote del acordeón, una inclinación hacia la influencia europea.

Si has escuchado la música de Selena, has oídio una variante moderna de música tejana, algunas veces llamada Tex-Mex. Si has escuchado la magia del acordeonista Flaco Jiménez, has oído el estilo de la vieja escuela de música de conjunto.

En Tucsón y el sur de Arizona, el baile tejano ha sido popular desde que las bandas tejanas llegaron aquí cuando viajaban entre el sur de Texas y el sur de California por la Interestatal 10. Los grupos solían presentarse en El Casino Ballroom en Sur Tucsón, en el viejo centro nocturno Sky Villa en South 12th Avenue o en Del Rio Ballroom, en la esquina noreste de la carretera y West Speedway. Esas populares bandas tejanas como Sunny and the Sunliners, Little Joe y La Familia y Latin Breed se presentaban con grupos consentidos de Tucsón como Love LTD, Orquesta Vida, Ritmo Suave y muchos otros.

Marínez y su familia crecieron con esa música. Es algo personal para él. Su mamá y sus tías cantaban las canciones famosas. Recuerda que su nana, Angelita Torres, lloraba cuando oía a Little Joe porque cantaba con mucho sentimiento.

“Eso me llega”, dijo.

Marínez empezó con la trompeta cuando tenía 9 años y asistía a la ahora cerrada Escuela Primaria Roberts, cerca de East 29th Street y South Columbus Avenue.

“Empecé a tocar la trompeta porque todos mis amigos empezaron a tocar la trompeta”.

Recuerda que había como 20 trompetistas en Roberts, y él era el número 20. Después del primer año, durante el verano uno de sus amigos lo invitó a unirse al mariachi. Marínez a penas podía tocar su instrumento, mucho menos se sabía alguna canción de mariachi.

Pero cuando su amigo le dijo a Marínez que el mariachi juvenil se dirigía ese verano a California para visitar Disneyland y otros parques de diversiones, Marínez se sintió motivado para aprenderse algunas canciones de mariachi.

Después de ese verano logró revertir el orden, y para cuando estaba en 5to grado él ya era el número 1 tocando la trompeta, dijo.

Empezó con el Mariachi San Xavier en la misa de 12:30 en la Misión del Bac. En preparatoria tocaba con Tierra del Sol y con el Mariachi América de Gilberto Velez, y después se unió al venerable Mariachi Cobre en 1989. Salió de Cobre para regresar a Tucsón y en 1996 formó el grupo Myzterio, con Rey Baltazar en la guitarra y Joe Sánchez en el bajo.

Un año después, mientras tocaban en San Antonio, Texas, el líder del grupo tejano Liberty Band escuchó cantar a Marínez y le ofreció ser el vocalista principal de la banda. Marínez dijo que sí. En 1999, Marínez regresó a casa y se reincorporó a Myzterio Band y se ocupó de su papá, Louis Moreno Marínez, quien murió en 2016, dos años después de que su hijo grabó su primer disco, “Sin Fronteras”.

Marínez confía en que la música tejana seguirá cruzando fronteras y llegando a nuevas audiencias. Aunque se ha considerado por mucho tiempo que esta música tiene un atractivo regional limitado, Marínez dijo que nuevos seguidores están llamando de Florida, de Michigan y del sur de México.

“Esta bien si quieren esta música”, dice. “No me importa si son de China”.

Tejano en China. Suena bien.


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Ernesto “Neto” Portillo Jr. es editor de La Estrella de Tucsón. Contáctalo en netopjr@tucson.com o al 573-4187.

Traducido por Liliana López Ruelas.