Oscar Soria

Foto: Jeffry Scott

Oscar Soria.

Veía recientemente una encuesta hecha a peloteros de la Major League Baseball en torno a cuál sentían que era la estadística más importante. En esta época de tanto estudio, tanto número, es difícil que una estadística domine en su totalidad; y así fue, hubo respuestas de todo tipo, desde las más modernas como las victorias por encima del reemplazo, hasta las más antiguas como el promedio de bateo.

La estadística de partidos jugados igual fue tomada en cuenta, por un promedio bajo, pero a fin de cuentas hubo quienes la consideraron la más importante; y vaya que la actualidad nos presenta un buen ejemplo de su valía.

Nadie puede negar que los Arizona Diamondbacks están dominando su división por méritos propios. El pitcheo está dejando números impresionantes y el cuarto bat, A.J. Pollock, está cargando al equipo. Fue nombrado el Jugador del mes de abril en la Liga Nacional y de inmediato Jugador de la primera semana de mayo, pero también se están presentando muchas lesiones en el rival a vencer del sector, con los Dodgers de Los Ángeles.

Justo la semana pasada, mientras los Dodgers jugaban en Phoenix, anunciaron que perderían por el resto de la temporada al shortstop Cory Seager y por los próximos dos meses a Hyun-Jin Ryu, su mejor lanzador en estadísticas en la actual temporada. En ese momento tenían fuera a Yasiel Puig, Justin Turner, Logan Forsythe, Julio Urías y varios más. Luego, rematarían anunciando la salida del roster de Clayton Kershaw debido a una lesión.

Definitivamente es cuando más se valora la salud en el roster y, por ende, la estadística de partidos jugados. Tan sencillo como que si uno no juega no puede producir.

La última vez que los Diamondbacks ganaron su división fue en el año 2011, jugaron tremenda pelota, ganando 94 partidos. Igual, en aquella ocasión hubo una lesión clave en el rival a vencer, fue cuando a los San Francisco Giants se les lesionó el receptor Buster Posey en un encontronazo en home (la acción que provocó que se prohibieran los encontronazos en home) y de ahí en adelante batallaron. Posey estuvo en apenas 45 juegos y resultó clave no tenerlo.

Por encima de todo, uno tiene que hacer su trabajo para ganar un título. Es verdad, por lo mismo requiere salud, que sus “caballos” tengan un número alto en la estadística de partidos jugados, como ocurrió en aquel 2011 con el pelotero número uno de los Diamondbacks, Justin Upton, quien estuvo en 159 juegos.

El sin hit ni carrera en Monterrey

La visita de la MLB a Monterrey, Nuevo León, con tres juegos entre Dodgers de Los Ángeles y San Diego Padres, ruvo excelentes asistencias y buenos partidos, principalmente el primero, donde se dio un juego sin hit ni carrera de manera combinada de los pitchers de Dodgers. Digamos que fue al estilo de ahora, ya casi no hay partidos completos.

Impresionante lo que sigue pasando con el dominio del pitcheo, porque ya son 16 juegos en el año donde un pitcher abridor lanza al menos 6 innings sin hit ni carrera.

Sean Manaea, de los Oakland Ahtletics, logró una joya de pitcheo ya en 2018 y ahora fueron 4 pitchers de los Dodgers quienes lograron el primer “no hit-no run” en forma combinada en la historia de la franquicia.

También hace una semana vimos una de las labores más imponentes en la historia del Chase Field de Phoenix. Fue de Gerrit Cole, de los Houston Astros, que lanzando la ruta completa permitió un solo hit y ponchó a 16.

De hecho, de acuerdo con la estadística de “game score”, vino siendo la mejor labor en la historia de la casa de los Diamondbacks. Cole tuvo un score de 100, superando el 97 que tuvo dos veces Randy Johnson.


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Correo electrónico: oscsoria@aol.com