Con el Juego de Estrellas de la Major League Baseball a la vuelta de la esquina (julio 17), ya se dieron a conocer los nombres de los titulares y resto del roster de Liga Americana y Liga Nacional. Como todos los años, hay historias fabulosas que contar. Paul Goldschmidt tiene que ser una de las mejores.
El primera base de los Arizona Diamondbacks estaba tan perdido en la caja de bateo durante el mes de mayo, que su caso era de lo más preocupante. Pensar en una invitación al Juego de Estrellas del 2018, que, por cierto, será en Washington, era imposible.
Presentó en mayo un porcentaje de bateo de .144 con sólo 3 cuadrangulares. Los números fueron peores que en septiembre del año pasado, cuando se cayó en la recta final de la campaña.
Goldschmidt se levantó en junio y resultó el pelotero del mes en la Liga Nacional. Tuvo promedio de bateo de .364 con 10 jonrones, luego en julio andaba por el mismo rumbo.
Fue tan aparatosa la caída de Goldschmidt que el hecho de coincidir con la caída de los Diamondbacks (récord de 8-19 en mayo) hizo pensar que de plano estaban destinados a tomar el mismo rumbo. Afortunadamente, ese rumbo mejoró, porque jugador y equipo se recuperaron en junio (récord de 19-9) y volvieron a la pelea.
Será la sexta participación seguida de Goldschmidt en el Clásico de Media Temporada, deberá tener un significado especial por lo complicado que se le había puesto el panorama.
El pitcher de Diamondbacks Patrick Corbin también fue invitado. Para él será la segunda participación, aunque veremos si le toca lanzar, porque lo más probable es que abra partido el domingo previo al Juego de Estrellas, lo que lo dejaría sin oportunidad de subir al montículo en Washington.
Este tipo de detalles como el de Corbin, o lesiones que se presentan, hace que otros peloteros reciban el llamado y por ahí pudiera venir una invitación más para un integrante de los Diamondbacks.
Del resto
Hay otras historias fabulosas entre los invitados al partido que se llevará a cabo el martes 17 de julio, probablemente hasta mejores que la de Paul Goldschmidt. Por ejemplo, Matt Kemp, de los Dodgers de Los Angeles, parecía destinado al desempleo. Fue adquirido en ese tipo de transacciones donde dos organizaciones se intercambian “casos problemáticos”, los Dodgers lo adquirieron de los Atlanta Braves por Adrián González en diciembre del 2017.
Kemp fue al entrenamiento primaveral buscando ganar un lugar en el roster de Dodgers, prácticamente de la banca, terminó de titular en el equipo y ahora hasta será titular de la Liga Nacional en el Juego de Estrellas. Por su parte, Adrián González anda sin trabajo de Grandes Ligas.
Nick Markakis, de los Braves, asistirá por primera vez al Clásico de Media Temporada y ya tiene 13 campañas en la gran carpa.
Blake Treinen jugaba antes con los Washington Nationals, era el cerrador, le fue muy mal y lo cambiaron a los Oakland Athletics el año pasado. Ahora volverá a Washington como estelar; está viviendo una estupenda campaña con un equipo que está sorprendiendo.
Hay otros casos dignos de resaltar. Mitch Moreland de los Red Sox como primera base, por algo dejaron ir en Boston a Hanley Ramírez, era ilógico sentar a Moreland. ¿Se acuerdan cuando los Diamondbacks cambiaron a Jean Segura? Lo enviaron a Seattle y fue criticado el cambio por soltar a Segura, en ese movimiento iba también el jardinero Mich Haniger, nadie hablaba de él y ahora tiene un lugar en el Juego de Estrellas.
Miles Mikolas (Cardinals) ya se había ido a Japón y volvió, Scooter Gennett (Reds) el año pasado fue dejado libre por los Brewers.
Casos fabulosos, más lo que se acumule en estos días, en que pudieran presentarse más invitaciones.