Fue en el año 2011 cuando inició la Fiesta Mexicana de Beisbol, los juegos de pretemporada de Liga Mexicana del Pacífico en Tucsón. Al poco tiempo la Fiesta se expandió a otras partes del estado y luego a otras entidades, como Nevada, California y Texas.

Ya es una tradición, los últimos días del mes de septiembre y los primeros de octubre los relacionamos con la LMP en territorio estadounidense, principalmente en Tucsón.

La mayoría de los elementos que se observan en los primeros encuentros de preparación son jóvenes de la base nacional, no es fácil para ellos ganar la titularidad. De hecho jamás lo ha sido, de ahí la necesidad por lucir en los duelos de pretemporada.

Este año incluso será más complicado tener un rol relevante durante el rol regular. La LMP subió de ocho a 12 la cantidad de extranjeros que se pueden tener en el roster durante la primera vuelta, ya para la segunda mitad regresará a ocho.

La Fiesta Mexicana de Beisbol presenta excelentes atractivos porque se registra un excelente ambiente, pero también porque hay una fuerte competencia en el campo de batalla.

Seguramente hay muchos jóvenes que están conscientes de lo difícil que es ganar un lugar en el roster y asisten solo para intentar avanzar en su carrera, tener un poco más de experiencia, sin embargo en el fondo sin duda desean tener una sobresaliente labor y convencer al manager que son necesarios al menos en la primera vuelta.

Y aquí vale la pena resaltar algo. El año 2011 que fue cuando inició la Fiesta Mexicana en Tucsón fue también algo así como el arranque de la época dorada de la LMP. Los Yaquis de Obregón lograron el título de la Serie del Caribe, dos años después volvieron a coronarse, luego en 2014 fueron los Naranjeros de Hermosillo los monarcas del Caribe y en 2016 los Venados de Mazatlán.

Cuatro títulos en seis años, la mejor prueba del buen beisbol que se ha estado jugando en el circuito, del buen espectáculo que se ha estado viendo en Arizona.

Los directivos lo dicen una y otra vez, es una liga de espectáculo y no de desarrollo, sin embargo la competencia que se registra buscando un lugar en el roster y luego la relevancia que se intenta tener en los partidos de temporada regular viene a ser parte importante del desarrollo, les ayuda también a crecer mentalmente.

La carrera del pelotero está llena de retos, la Fiesta Mexicana de 2018 lo será para varios.

Vienen de caminos muy distintos

Entre los cuatro equipos de LMP que estarán este año participando en los juegos en Tucsón está el que se ha visto más consistente en los últimos años. Los Águilas de Mexicali llevan siete temporadas seguidas con record positivo y hace dos calendarios fueron campeones.

También estará el plantel que más urgido llegará al inicio de la próxima campaña, los Cañeros de Los Mochis, porque cerraron el 2017 con la espantosa racha de 17 derrotas seguidas. El record de la liga es de 20, lo tienen los Mayos de Navojoa.

Naranjeros de Hermosillo y Yaquis de Obregón son los otros clubes de la LMP que estarán participando. Mantienen una buena rivalidad que suele notarse cuando se enfrentan en Tucsón.


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