Para millones de fieles fans alrededor del mundo Queen es, sin duda, su banda favorita. Mientras que para otros tantos es uno de sus grupos predilectos; el resto de los mortales melómanos que siguen el género rock, por su parte, reconocen a esta banda británica como una de las más grandes que ha dado la historia de la música.

Es verdad que para muchos Queen dejó de existir el día en que Freddie Mercury dejó el mundo, aunque lo cierto es que la banda sigue considerándose en activo gracias a que dos de sus miembros originales: Brian May y Roger Taylor (John Deacon está retirado), siguen realizando presentaciones ocasionales.

Tanta fue la importancia de su emblemático solista que su sola presencia fue, por años, el estandarte de la asociación; es por eso que, si una película iba a contar la vida del grupo, era de esperarse que los esfuerzos de esta iban a enfocarse en su figura central.

Farrokh Bulsara (nombre de origen parsi/indio), quien a partir de los 7 años comenzara a ser conocido como Freddie, nació en la isla Zanzibar, en Tanzania, y se mudó a los 18 años junto a su familia a Inglaterra a causa de un conflicto armado que desestabilizó su país; eso sí, no sin antes haber estudiado en algunos colegios de corte británico en donde aprendió y dominó el idioma inglés y comenzó a dar muestras de su talento musical.

El mayor éxito de esta asociación ocurrió en Reino Unido, aunque tuvo una gran repercusión en muchos de los mercados del mundo (en especial el de Estados Unidos), alqo que se ha acrecentado con los años con puntos altos en distintos momentos, como el empuje mundial que le dio Wayne’s World (Penelope Spheeries, 1992) a su Bohemian Rhapsody, y el We Are the Champions que se suele tocar cada que alguien (en forma individual o por equipos) obtiene algún campeonato.

Bohemian Rhapsody (Bryan Singer, 2018) es un filme que prometió servir como un retrato fiel de la legendaria banda, pero que terminó siendo, como era de esperarse, el biopic semi oficial del gran Freddie Mercury.

Por cierto, en el anecdotario quedará el hecho de que Bryan Singer consiguió mantener el rol de director a pesar del penoso historial que dejó en su paso por el proyecto, incluidos sus constantes pleitos con Rami Malek (su protagonista) en el plató o sus repetidas ausencias del set, hechos que provocaron su despido.

La película cuenta la historia de esta asociación musical desde sus inicios, cuando cuatro ilusionados jóvenes músicos intentaban abrirse paso en el universo musical inglés con sus composiciones originales, así como su posterior éxito y la controversial decisión de su cantante principal de separarse del grupo para perseguir una carrera como solista.

Centrándose en los altibajos que tuvo el cantante (ya de solista) debido a ciertas malas influencias, la trama dedica una atención especial en este periodo de crisis que terminó con la reagrupación de la banda (gestionada por él mismo) para realizar una presentación inolvidable en el Live Aid, con un Freddie recientemente diagnosticado por el entonces mortal virus del SIDA pero todavía en plenitud de sus facultades artísticas.

Completan el elenco Joseph Mazzello como el bajista John Deacon, Ben Hardy como el baterista Roger Taylor y Gwilym Lee como el talentosísimo guitarrista Brian May. Actúan también Lucy Boynton en el papel de Mary Austin, Mike Myers como Ray Foster y Tom Hollander como Jim Beach.


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