Cuando no está estudiando para su maestría en salud pública, Bianca Ávalos procura visitar la Clínica Amistad o Casa Alitas, donde ayuda a inmigrantes y hispanos.
En Clínica Amistad, cerca de El Pueblo Center en el sur de Tucsón, Ávalos ayuda a tomar signos vitales a los pacientes, a registrarlos y traduce para doctores, asegurándose de que los pacientes entiendan lo que ahí se habló y se sientan seguros durante su visita al doctor.
En Casa Alitas, un programa católico que ayuda a inmigrantes después de que pasan por procesos inmigratorios, Ávalos hizo un video para enseñar a inmigrantes a entender los datos de un boleto de autobús y les ayuda con lo que necesiten para sentirse sanos y seguros durante su transición a su destino en Estados Unidos.
Ávalos, de 24 años, nació en Sacramento, California, y se mudó a Tucsón hace más de un año para estudiar su maestría en salud pública en la Universidad de Arizona. Sus padres nacieron en California, pero su mamá creció cerca de Zacatecas, en el centro de México.
“Mi madre ha enfrentado más barreras que yo y es hispana de primera generación y también es proveedora de atención médica”, dijo Ávalos. “Pero creo que lo principal que encuentro son más barreras psicológicas, porque las personas no toman en serio mis ambiciones debido a que soy hispana”.
Su mamá ha inspirado a Ávalos a seguir en la medicina. Cuando termine la maestría en salud en el 2021, planea empezar a estudiar para ser médico.
Ávalos dice que quiere ser doctora de cabecera para poder ayudar a la gente de manera más holística, usando lo que aprendió en su educación en salud pública y tomando en cuenta las diferentes culturas cuando trate a los pacientes.
Hasta ahora, “no se abordan los factores socioeconómicos que enfrentan las comunidades hispanas cuando intentan obtener atención médica” dijo Ávalos. “Es algo que quiero ver cambiar y espero poder participar en ese cambio”.