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Rubén Pacheco, un soporte para los más jóvenes

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Rebecca Sasnett / La Estrella de Tucsón

Rubén Pacheco daba clases de secundaria, pero decidió salir del aula para trabajar directamente con adolescentes que necesitan ayuda en la escuela, sea por razones familiares, académicas o de comportamiento. Foto en Challenger Middle School el 30 de octubre de 2019.

Después de ser maestro de estudiantes de secundaria por 14 años, Rubén Pacheco decidió que quería un trabajo donde ayudara a los estudiantes que más lo necesitan.

Pacheco, de 47 años, ahora es intervencionista académico en Challenger Middle School, donde ha trabajado más de 20 años.

“Parte de la razón por la que tomé este trabajo es porque quería ese desafío en mi vida”, dice Pacheco. “Mi lugar y mi compromiso con esta comunidad iban a ser donde más me necesitaran”.

Como maestro, veía la gente que trabajaba haciendo lo que él hace hoy y se daba cuenta de qué tan difícil era ese trabajo, pero también observaba los resultados y cómo impactan a los estudiantes que necesitaban ayuda.

“Creo que todos los niños cuando tienen 13, 14 años, merecen una oportunidad”, dice Pacheco. “No creo que su mapa, su historia, esté escrita. Todavía puedes cavar allí y tener un efecto”.

En su nuevo papel, Pacheco, junto con consejeros y administradores, ayuda a estudiantes con problemas académicos, personales, o a estudiantes que tienen dificultades con el crecimiento social, con las materias y a quienes son acosados.

También hacen mediación entre estudiantes que se pelean, investigan los conflictos y les enseñan a los niños formas de arreglar los problemas.

El equipo dedica su dia a ver qué tienen que hacer para que un estudiante sea un poco más exitoso, dice Pacheco.

“Cualesquiera que sean las barreras en el camino, tratamos de eliminar esas barreras”, dijo.

Pacheco también tiene un programa de tutoria después de la escuela, que al principio empezó como un tipo de castigo para estudiantes, pero que se ha convertido en un programa a donde los jóvenes pueden ir a pensar, leer, platicar y estudiar en paz.

Rebecca Sasnett / La Estrella de Tucsón

Rubén Pacheco daba clases de secundaria, pero decidió salir del aula para trabajar directamente con adolescentes que necesitan ayuda en la escuela, sea por razones familiares, académicas o de comportamiento. Foto en Challenger Middle School el 30 de octubre de 2019.

A veces, Pacheco visita a estudiantes en sus casa, cuando los padres piden ayuda para convencer a un niño de que vaya a la escuela. También se reúne con los papás de estudiantes que se están metiendo en problemas.

Pero a veces se junta con padres nadamás para conocerlos y entender mejor al estudiante, y así tratar de construir un puente entre la vida del alumno en casa y en la escuela, dijo.

A Pacheco se le hace difícil mantener limites en lo que puede hacer para ayudar a los estudiantes. Pero entiende que por más que trabaje, hay situaciones en sus hogares que él no puede cambiar.

“No puedo seguir a los niños a casa. Uno hace el trabajo necesario para ayudarlos en la vida, pero ya se sabes con algunos de estos niños a qué van a ir a casa”, dice Pacheco. “Y es difícil separarme de eso e irme a mi casa, porque eso es algo que no puedo arreglar.

“Puedo ayudar a un niño y puedo trabajar con un niño y estar en el presente con un niño y estar en la lucha, pero no puedo ir a casa y cambiar las condiciones de la familia”.


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