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Un día, mientras estudiaba la carrera en la Universidad de Arizona, un amigo le hizo a Ramón Valadez una pregunta que cambió su vida.

¿Quería ir a ver cómo era una junta de la mesa directiva escolar? Dijo que sí.

Quien una vez fue un chico tímido y callado en Pueblo High School, Valadez descubrió su vocación por la política y el servicio público. De ahora 51 años y con una larga trayectoria como supervisor del Condado Pima, ha sido líder en la política local y estatal por más de 30 años.

Después de aquella reunión de la directiva escolar, Valadez conoció a Raúl Grijalva, entonces decano asistente de asuntos estudiantiles hispanos y ahora diputado federal, e hizo campaña para él cuando Grijalva buscó un lugar en la Mesa de Supervisores del Condado Pima en 1988.

Valadez también hizo sus prácticas profesionales con Dan Eckstrom, quien en el 2003 triunfaría como supervisor del condado.

Después de la universidad, Valadez apoyó en campaña, trabajó y fue asesorado por Ed Pastor, quien fue el primer diputado latino en Arizona. Pastor murió el año pasado.

“Todas esas campañas estaban destinadas a enseñarme a hacer bien el trabajo”, dijo Valadez, reflexionando. “Mis mentores invirtieron en mí para que yo pudiera servir a otros”.

Valadez es norteamericano de primera generación. Sus padres son de México.

“Siempre asumí que la gente con liderazgo no se veía como yo”, dijo. Pero siempre se sintió parte de la comunidad, no distinto a la gente que lo rodeada.

Se lanzó por primera vez como representante estatal en 1996. Tenía 27 años y agujeros en los zapatos, y trabajaba como loco.

La noche de la elección, Eckstrom lo jaló para hablar con él antes de que salieran los resultados. Le dijo, “Radar”, el sobrenombre de Valadez, “no importa qué pase, siéntete agradecido”.

Ganó la elección y expresó su gratitud por la oportunidad de servir. Recientemente, le pasó ese mismo mensaje de agradecimiento a Andrés Cano.

Una de las lecciones que Valadez tuvo que aprender muy rápido como representante estatal fue a hablar fuerte y decir lo que piensa, cualidades que él admiraba de los demás. Los latinos son criados para respetar a sus padres y sus mayores, y él se encontró rodeado de líderes mayores.

Kelly Presnell / La Estrella de Tucsón

El supervisor del Condado Pima, Ramón Valadez, posa para una foto en la 4ta Avenida de Tucsón, zona donde ha pasado gran parte de su vida.

Valadez fue diputado estatal por dos periodos, donde contribuyó a la aprobación del impuesto de 50 centavos sobre la venta para educación con apoyo bipartidista y de los electores, y después se desempeñó por un periodo como senador estatal, donde ayudó a crear el Departamento de Vivienda de Arizona.

Había sido reelecto en el Senado cuando la gobernadora Janet Napolitano le pidió que trabajara con ella. Realizó esa labor por nueve meses, y entonces, cuando Dan Eckstrom se jubiló, Valadez fue designado para sucederlo.

Desde entonces, Valadez ha sido supervisor del condado, y el próximo año se volverá a postular.

Como supervisor, Valadez dijo que se siente orgulloso de su participación en el establecimiento de la Autoridad de Transporte Regional, la aprobación de bonos electorales, la creación de un sistema modelo de salud mental y la guía de una estrategia fiscal que movió al condado durante la recesión sin elevar el impuesto a la propiedad.

A lo largo de su carrera, mucha gente le ha pedido a Valadez su consejo sobre cómo hacer que los latinos voten, y dijo que aún no encuentra una respuesta.

¿Cómo lograr que los latinos estén más comprometidos con la participación cívica? “Tenemos que asegurarnos de que nuestro gobierno sea para ellos”, dijo Valadez.

“En mi percepción, la principal tarea del gobierno es asegurar que todos tengan la oportunidad de triunfar”, dijo. Se trata de encontrar caminos para resolver los problemas de nuestros vecinos, hacer mejores a nuestras comunidades, educar a nuestros niños y crear un ambiente justo para que la gente haga negocios, dijo.

Quiere que todos presionemos un poco más para llegar más lejos de lo que habíamos pensado, y le gustaría inspirar a otros a participar.

“Ten fe y corazón”, dijo, “Hay un futuro. Sé parte de él”.

ENGLISH VERSION

One day, in college at the University of Arizona, a friend asked Ramon Valadez a question that changed his life.

Did he want to go see what happens at a student government meeting? He said yes.

Once a shy, quiet kid at Pueblo High School, Valadez discovered his calling in politics and public service. Now 51 years old and a longtime Pima County supervisor, he’s been a leader in local and state politics for more than 30 years.

After that student government meeting, Valadez met Raul Grijalva — then assistant dean for Hispanic student affairs, now a U.S. Congress member — and campaigned for him when Grijalva ran for the Pima County Board of Supervisors in 1988.

Valadez also interned for Dan Eckstrom — the man he would eventually succeed as county supervisor in 2003.

After college Valadez campaigned for, worked for and was mentored by Ed Pastor, who was the first Latino congressman in Arizona. Pastor died last year.

“All those campaigns were meant to teach me to do the job well,” Valadez said, reflecting. “Mentors invested in me so that I could serve others.”

Valadez is a first-generation American. His parents are from Mexico.

“I always assumed someone in leadership looked differently than me,” he said. But he always felt like he was part of the community, no different than the people around him.

He ran for state representative for the first time in 1996. He was 27 years old with holes in his shoes and he was working crazy long hours.

Eckstrom took him aside on election night, before the results were out, and said, “Radar,” — Valadez’s nickname — “no matter what happens, be grateful.”

He won that election and expressed gratitude for the opportunity to serve. He recently passed the gratitude message to Andres Cano.

One of the lessons Valadez had to learn quickly as a state representative was how to speak up and speak his mind — qualities he admired in others. Latinos are raised to respect their parents and elders, and he found himself surrounded by older leaders.

Valadez served two terms in the State House, where he helped pass a half-cent sales tax for education with bipartisan support and voter support, followed by one term in the State Senate, where he helped create the Arizona Department of Housing.

He was re-elected to a second Senate term when Gov. Janet Napolitano asked him to work for her. He did that job for nine months, and then when Dan Eckstrom retired, Valadez was appointed to succeed him.

Valadez has been supervisor since, and he’ll run again next year.

As a supervisor, Valadez said he has been proud of his role in establishing the Regional Transportation Authority, passing bond elections, creating a model behavioral health system, and guiding a fiscal strategy that moved the county through the recession in a time when the county lost more than 25% of its assessed value without hiking property taxes.

Next up: infrastructure. The county has a plan to address every road in the unincorporated county areas in the next 10 years.

Over his political career, many people have asked Valadez for advice on how to get out the Latino vote, and he said he hasn’t yet found an answer to that problem.

How to get Latinos more engaged in civic life? “We need to make sure our government is about them,” Valadez said.

“In my mind, the government's principal job is to ensure everyone has an opportunity to succeed,” he said. It’s about finding ways to solve our neighbors’ problems, make our communities better, educate our kids, and make a fair environment for people to do business, he said.

He wants people to push a little more to get further than we thought we could, and he’d like to inspire others to get involved.

“Have faith and have heart,” he said. “There is a future. Be a part of it.”


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