ENGLISH VERSION BELOW
Hace más de 33 años comencé este viaje de vida en el servicio público, y todo por mi respuesta a una pregunta poco probable. Esa respuesta fue sí, y yo fui el primer sorprendido al escucharlo salir de mi boca a la edad de 17 años.
Mi hermano gemelo idéntico y yo, ambos graduados de Pueblo High School, nacimos y crecimos en Tucsón como hijos de padres inmigrantes naturalizados de Jalisco y de Sonora, México. Hasta ese momento, yo había sido reservado, tímido, y nunca había salido de mi propia sombra. No sabía que esa sola respuesta me llevaría por el camino del servicio a mi comunidad al que he dedicado mi vida adulta.
Nunca hubiera imaginado entonces a las personas que conocería y ayudaría, las causas dignas que perseguiría, las aventuras que viviría y los riesgos y desafíos que asumiría. A medida que esa parte de mi vida llega a su inevitable final, estoy agradecido por haberme permitido invertir en el pasado, presente y futuro de nuestra gente y nuestra comunidad.
Cuando era niño, recuerdo estar sentado en la parte trasera del carro familiar con mi hermano y escuchar a mi padre decirnos cuánto había crecido Tucsón, con unas 500,000 personas, que se extendía el este hasta Broadway Boulevard y Wilmot Road. Sentado en la parte trasera del auto, nunca imaginé lo que me deparaba mi futuro.
He tenido la suerte de haber servido a Arizona y al Condado Pima, en particular, a medida que crecimos de una comunidad de aproximadamente 640,000 a más de 1 millón de habitantes. Durante ese mismo tiempo, hemos visto la elección de siete presidentes de los Estados Unidos y siete gobernadores de Arizona, y mientras estaba en la Junta de Supervisores he trabajado con otros siete supervisores del Condado Pima.
Hice muchos amigos y una nueva familia mientras también perdía a otros, más recientemente a mi difunto amigo y hermano, el supervisor Richard Elías, de quien recuerdo con cariño muchas discusiones, pero cuyo amor por nuestra comunidad, por mí y por nuestras travesuras fue indudable.
Al reflexionar sobre mis años en el servicio público, veo un Condado Pima que ha sido rico por su diversidad de personas, culturas y lugares y, sin embargo, en tiempos de conflicto somos un solo pueblo y una sola comunidad. Un lugar que busca equilibrar las necesidades y deseos de nuestra increíble gente con nuestro pasado, presente y futuro. También somos un pueblo con muchas ideas diversas y el desafío de convertir esas ideas en una visión para un mejor lugar.
Uno de los mayores desafíos que hemos enfrentado como comunidad es que hemos criado y educado a nuestros jóvenes y luego ellos y sus familias se han mudado para trabajar desde otro lugar en el campo elegido.
Pero gracias al trabajo en equipo con todos nuestros socios, ciudades y pueblos, servicios públicos, empresas privadas y la entidad de desarrollo económico regional, y una nueva estrategia regional, eso cambió. Desde 2015 hasta principios de este año al comienzo de la pandemia de COVID-19, nuestra comunidad vio casi 50,000 nuevos empleos.
El COVID-19 presenta nuevos desafíos a nuestro mercado laboral. Los trabajos que estaban desapareciendo lentamente se han ido más rápido, como si nuestra economía se acelerara de 5 a 10 años. El nuevo desafío será preparar a nuestra gente para esta nueva economía con nuevas habilidades y, lo más importante, garantizar que todos puedan beneficiarse. No debemos dejar a nadie atrás.
También ha mejorado el acceso a una atención sanitaria de calidad. Muchos de nosotros estamos familiarizados con el Hospital Kino, que fue el único hospital al sur de Broadway Boulevard desde que la mayoría de nosotros tenemos memoria. En su punto más bajo, sirvió principalmente como sala de emergencias y hospital psiquiátrico.
Hoy, rebautizado como Banner-University Medical Center South, ubicado en el campus Kino junto al Pabellón de Salud Mental (Behavioral Health Pavilion), ha prestado servicios a cientos de miles de residentes del Condado Pima a través de sus numerosas clínicas, hospitales de servicio completo y servicios de salud mental y conductual. Garantiza que el acceso a una atención médica de calidad no dependa del lado de la ciudad en el que vivamos.
Recordé que algunas de las mejores lecciones y experiencias que me han enseñado a trabajar con otras personas y alcanzar el éxito en la vida vienen de cuando practiqué deportes de equipo. Entonces, cuando el beisbol profesional que hacía aquí su entrenamiento de primavera dejó el Condado Pima, hicimos de Kino-Veterans Memorial Sports Park un lugar comunitario disponible para deportes de equipo y eventos comunitarios.
En 2006, soñé por primera vez con un complejo de futbol regional para nuestra comunidad en Southgate. Hoy en día, el complejo Kino Sur tiene 12 campos de futbol de calidad profesional, 20 canchas de pickle ball y una tiendita. Pronto, la fase 2 traerá un hotel, restaurantes, oportunidades comerciales y otras instalaciones.
Hemos visto una mejora en el transporte a través de la Autoridad de Transporte Regional de 2006. Mayor protección de nuestros hogares durante eventos climáticos extremos en el centro de Tucsón a través del Proyecto de Control de Inundaciones de Arroyo Chico. Mayor acceso a oportunidades y materiales educativos, de crecimiento personal y de entretenimiento con la expansión de nuestro sistema de bibliotecas y los servicios que ofrecen. Mejoras a nuestros vecindarios más antiguos y oportunidades de propiedad de vivienda a través del Programa de Reinversión de Vecindarios y el programa de Bonos de Vivienda Asequible de 1997 y 2004. La preservación de nuestro espacio abierto y la planificación de nuestro crecimiento futuro a través del Plan de Conservación del Desierto de Sonora.
Ahora, nos enfrentamos quizás a uno de nuestros desafíos más difíciles. Las mejoras y los cambios que he comentado no se han producido por una sola persona sino porque como comunidad estábamos unidos.
En muchos casos, cuando comenzamos, hubo desacuerdos y críticas, pero teníamos un objetivo final compartido de hacer una comunidad mejor y más fuerte. Hicimos esto tomando ese desacuerdo y preguntándonos qué podíamos aprender unos de otros. Descubrimos que teníamos más en común de lo que sabíamos. Nos dábamos cuenta de que tenemos más que nos une que aquello que nos divide. Aceptemos el desafío de descubrir una vez más lo que nos une y avanzar juntos como un solo pueblo y una sola comunidad.
Mientras me preparo para salir de la escena pública como funcionario electo de 24 años y servidor público de más de 33 años, lo hago con una gratitud increíble. Estoy agradecido con mi Dios, mi esposa, Lucía, mi familia, especialmente mis padres e hijos, mi equipo, algunos de los cuales han estado conmigo desde el principio, y todo el personal del condado, a quien verdaderamente le pertenece el mérito de nuestros éxitos en el Condado Pima. Gracias a todos los que creyeron en mí y me apoyaron.
También quiero agradecer profundamente a los hombres y mujeres que me dieron su tutoría y enseñanza en las lecciones que marcaron la diferencia en mi vida. En recompensa, ofrezco la esperanza y el impacto positivo en las vidas de otros que sus lecciones hicieron posible.
Mis planes personales son simples: quiero descansar, pasar tiempo con la familia y mantenerme involucrado donde pueda. Profesionalmente, he aceptado un puesto como director de operaciones en MedCare2U, una empresa local de telemedicina, así como también seré socio y director para el sur de Arizona de Total Spectrum, una firma de relaciones gubernamentales y estrategia política.
Un solo consejo para aquellos que me suceden: valoren la oportunidad de servir a nuestra comunidad y marcar la diferencia, porque el tiempo pasa demasiado rápido. Cuiden de nuestra comunidad y amen a toda nuestra gente.
ENGLISH VERSION
Over thirty-three years ago, I started along this life journey in public service because of my answer to one unlikely question. That answer was, yes, and to hear it come out of my mouth at the age of about seventeen was a surprise especially to me.
My identical twin brother and I, both Pueblo High School graduates, were born and raised in Tucson as the sons of naturalized immigrant parents from Jalisco and Sonora, Mexico. Up until that moment, I had been reserved, shy and had never stepped out of my own shadow. I did not know that my one answer would lead me along the path of service to my community to which I have dedicated my adult life. I could never have imagined then the people that I would meet and help, the worthy causes that I would pursue, the life adventures I would have, and the risks and challenges I would take on. As that part of my life reaches its inevitable end, I am grateful for having been allowed to invest myself in the past, present and future of our people and our community.
As a child, I remember sitting in the back of the family car with my brother and listening to my father tell us how much Tucson had grown at about 500,000 people and spanned as far east as Broadway Boulevard and Wilmot Road. Sitting in the back of the car, I never imagined what my actual future held.
I have been blessed to have served Arizona and Pima County, in particular, as we grew from a community of about 640,000 to over 1,000,000 people. During that same time, we have seen the election of seven Presidents of the United States and seven Governors of Arizona, and while on the Board of Supervisors, I have served with seven other Pima County Supervisors. I have made many friends and new family while losing others, most recently, my late friend and brother, Supervisor Richard Elias with whom I fondly remember many arguments, but whose love for our community, me and mischief was without question.
As I reflect on my years in public service, I see a Pima County that has been rich through its diversity of people, culture, and places and yet in times of strife we are one people and one community. A place that seeks to balance the needs and desires of our incredible people with our past, present and future. We are also a people with many diverse of ideas and the challenge of crafting those ideas into a vision for a better Pima County.
One of the greatest challenges we have faced as a community is that we have raised and educated our young people, then they and their families have had move away from home for jobs in their chosen field.
Today, because of teamwork with all our partners, cities and towns, utilities, private businesses and the regional economic development entity, and a new regional strategy, that changed. From 2015 until earlier this year at the beginning of the COVID-19 pandemic, our community saw almost 50,000 new jobs.
COVID 19 presents new challenges to our job market. Jobs that were slowly disappearing, have gone away quicker as if though our economy accelerated by 5 to 10 years. The new challenge will be preparing our people for this new economy with new skills while most importantly making sure everyone can benefit. We must leave no one behind.
Access to quality healthcare has also improved. Many of us are familiar with Kino Hospital which was the only hospital south of Broadway Boulevard for as long as most of us can remember. At its low point, it served primarily as an emergency room and psychiatric hospital. Today, renamed Banner-University Medical Center South located on the Kino campus along with the Behavioral Health Pavilion, it has served hundreds of thousands of Pima County residents through its many clinics, full-service hospital, and mental and behavioral health services. It ensures that access to quality healthcare will not depend on what side of town we happen to live.
I remembered some of the greatest lessons and experiences that have taught me to work with others and reach success in life came from playing team sports. So, when professional spring training baseball left Pima County, we made Kino-Veterans Memorial Sports Park a community venue available for team sports and for community events. In 2006, I first dreamt about a regional soccer complex for our community at Southgate. Today, Kino South complex has twelve professional grade soccer fields, twenty pickle ball courts, and the snack bar. Soon, phase 2 will bring a hotel, restaurants, shopping opportunities and other amenities.
We have seen an improvement in transportation through the 2006 Regional Transportation Authority. Greater protection of our homes during extreme weather events in central Tucson through the Arroyo Chico Flood Control Project. Greater access to educational, personal growth and entertainment materials and opportunities with the expansion of our library system and the services they offer. Improvements to our older neighborhoods and homeownership opportunities through the Neighborhood Reinvestment Program and the Affordable Housing Bond program of 1997 and 2004. The preservation of our open space and planning of our future growth through the Sonoran Desert Conservation Plan.
Now, we face perhaps one of our most difficult challenges. The improvements and changes that I have discussed have not come about because of just one person but rather because as a community we were united. In many cases, when we began there was disagreement and criticism, but we had a shared end goal of making a stronger and better community. We did this by taking that disagreement and asking of ourselves what could we learn from each other? We discovered that we had more in common than we knew. We realize that we have more that unites us than divides us. Let us accept the challenge of once again discovering what unites us and move forward together as one people and one community.
As I prepare to walk off the public stage of as an elected official of 24 years and public servant of more than 33 years, I do so with incredible gratitude. I am grateful to my God, my wife, Lucia, my family, especially my parents and sons, my staff, some of which have been with me since the very beginning, and all county staff to whom the credit truly belongs for our successes in Pima County. Thank you to all of you who believed in me and supported me.
I also want to profoundly thank the men and women who all played a part in mentoring and teaching me those lessons that have made a difference. In payment, I offer the hope and positive impact in the lives of others their lessons made possible.
My personal plans are simple, I want to rest and spend time with family staying involved where I can. Professionally, I have accepted a position as COO with MedCare2U, a local telemedicine business, as well as partner and Southern Arizona director for Total Spectrum, a government relations and political strategy firm.
One final piece of advice to those that succeed me, cherish the opportunity to serve our community and make your difference because time passes too quickly. Take care of our community and love all our people.
Quien una vez fue un chico tímido y callado en Pueblo High School, Valadez descubrió su vocación por la política y el servicio público. De ahora 51 años y con una larga trayectoria como supervisor del Condado Pima, ha sido líder en la política local y estatal por más de 30 años.