Carta de una lectora de La Estrella de Tucsón al personal médico del Hospital Saint Mary’s y extensivo a todo el personal de hospitales que hacen más llevadero el dolor de pacientes y de sus familiares en esta pandemia:
En una era donde hay tantas historias que contar, muchas veces tomamos la decisión de enfocarnos en historias que reflejan el enojo, la impotencia, tristeza y tragedia que hoy ha envuelto al mundo entero. Por eso, hoy tomo la decisión de enfocarme primero que todo en dar mis infinitos agradecimientos a varias personas que no solo hicieron su deber como profesionales de la salud médica, sino que llevan a su lugar de trabajo el calor humano y con ello hacen posible lo imposible para tantas familias.
Mi papá ingresó a al hospital St. Mary’s el julio 5, 2020. Después de tener problemas respiratorios, fue trasladado en ambulancia debido a su bajo nivel de oxígeno. Esa mañana sería la última vez que él miraría a la cara a un familiar.
Al ingresar al hospital fue diagnosticado con COVID-19. Este diagnóstico fue devastador para toda la familia, ya que mi papá padecía de cáncer de pulmón etapa 4 y acababa de terminar su 12va ronda de quimioterapia. Mi papá estuvo ingresado por 6 días en la unidad de COVID-19 de este hospital sin poder tener visitas de ninguna índole.
Pero aun con las reglas impuestas por el hospital como respuesta a esta pandemia, las enfermeras y doctores que lo atendieron fueron maravillosos con mi papá y con mi familia. Todo el personal que estuvo al cargo de mi papá directa e indirectamente hizo todo lo posible para ayudarnos a mantenernos comunicados con él por varios métodos tecnológicos disponibles.
Estas personas nunca se negaron a nuestras peticiones ni nos respondieron como si esto estuviera fuera de sus responsabilidades, a pesar de que así era: ¡Todo lo que hicieron estas enfermeras para darle a mi papá y a nosotros la oportunidad de decirle cuánto lo queremos y poder decir el último adiós estaba fuera de sus responsabilidades laborales! Estas enfermeras nos ayudaron una y otra vez y lo hacen por amor al ser humano sin saber quiénes somos, de dónde venimos o qué hacemos…. Esto es amor a la humanidad.
Yo hoy quiero decirte a ti, enfermera, doctor de St Marys Hospital, gracias por cuidar a cada uno de esos pacientes que están ahí y sobre todo a los que están en la unidad del COVID-19. Quiero que sepas que tú hiciste este proceso llevadero, quiero que hoy sepas que él fue un buen hombre, con fe y amor a su familia. Y quiero creer que, aunque ustedes no lo conocieron, este amor que ustedes mostraron al cuidarlo con tanto amor, respeto y compasión es solo una cosecha más de la persona que él fue.
¡Gracias de parte de todos sus hijos!
Que descanse en paz, Jose A. Castilblanco.
Gracias Dr. Lykins, Dr. Berner, Dr. Ortiz. Enfermeras: Alicia Encinas, Jenn Serrano, Jessica, Sam. Sé que hay más enfermeras y enfermeros que cuidaron a mi papá no nombrados aquí porque no sé sus nombres, pero sí sé que tú también fuiste una persona importante en este proceso. ¡Gracias a todos!
Sara E Ratliff