Archivo.- El enfermero José Cruz ayuda a Nelda Clark a programar su próxima cita para la vacuna, después de haber recibido la primera dosis de la vacuna de Moderna en Hacienda at the Canyon, en Tucsón, Arizona, el 27 de enero de 2021.

ENGLIS VERSION BELOW

La pandemia actual provocada por el Covid-19 ha modificado por completo nuestro modo de vida, ha cimbrado nuestras costumbres y echó abajo nuestra zona de confort en todos los sentidos.

En una región dinámica como la que conforman Arizona y de Sonora, el cierre de la frontera terrestre a viajes no esenciales desde marzo de 2020 no sólo limitó los flujos de personas, sino toda la actividad comercial, turística y familiar que ello implica. Las visitas de familiares y amigos procedentes de México, las compras en establecimientos y la derrama económica que ello significa quedaron en pausa.

Según estudios de la Universidad de Arizona, los mexicanos -en su gran mayoría sonorenses- que visitan Tucsón y sus alrededores gastan en promedio mil millones de dólares al año en esta ciudad -2,500 millones de dólares al año en todo el estado. Lo anterior muestra que el cierre tuvo como consecuencia directa un decremento en la economía local en varias ciudades de Arizona.

Paralelamente, si bien en dirección de México no ha habido un cierre hermético de la frontera, también las restricciones de ingreso a establecimientos, a sitios turísticos y, sobre todo el miedo de llevar o traer consigo el virus y con ello afectar a los seres queridos, ha disminuido considerablemente la movilidad humana hacia nuestro país. No sólo las visitas a familiares y amigos, sino los viajes a destinos turísticos de playa en el Mar de Cortés se han visto reducidos.

Más respuestas a sus preguntas sobre las vacunas del COVID-19

Sin embargo, hoy la campaña de vacunación nos trae esperanzas. Hace 13 meses no sabíamos a qué nos enfrentábamos, desconocíamos si este virus nos tendría en casa dos meses o medio año. Aunque sabíamos que había estudios para generar fármacos, también veíamos con temor el alza en el número de casos y, desafortunadamente, la pérdida de vidas humanas.

Desde un inicio también hubo personas escépticas que dudaron de la peligrosidad del virus, que pensaban que por haber presentado la enfermedad de manera asintomática no pasaría nada, que era mejor dejar que ésta se desarrollara y crear así “inmunidad de grupo”. No fue así. En países donde se intentó ese experimento, los resultados fueron letales. Quienes no tomaron en serio a la ciencia y la medicina, transmitieron el Covid-19 o lo pagaron con su salud… o su vida.

Por ello, hoy que tenemos la oportunidad de recibir una vacuna, de generar anticuerpos que nos den inmunidad ante el Covid-19, así sea temporal, debemos confiar en la ciencia más que nunca, sumarnos a un esfuerzo que esta vez sí permita crear una verdadera inmunidad colectiva, al haber un importante número de personas vacunadas.

Todos hemos escuchado sobre los efectos secundarios de algunas vacunas, o hemos leído notas alarmistas en la prensa, hemos recibido mensajes de internet o de WhatsApp con teorías conspiracionistas sobre la vacunación. Pero ¿nos hemos preocupado en verificar la autenticidad de dicha información o la confiabilidad de sus fuentes? Desafortunadamente, por esa desinformación, todavía hay personas que se oponen a la inmunización contra la influenza o el sarampión, sin que comprueben el presunto daño que atribuyen a esas vacunas.

Estamos hoy frente a la oportunidad más grande de recuperar una normalidad, y una vida más cercana a lo que conocíamos antes de la pandemia. Tenemos la suerte de que en Arizona la vacunación lleva un ritmo constante y de que para nuestra gente en México -aunque en un ritmo más lento- también hay un proceso de vacunación en marcha.

No es momento de tirar la toalla y desconfiar de los avances científicos. Si queremos volver a viajar, presenciar espectáculos y eventos deportivos en persona, si deseamos reunirnos nuevamente con familia y amigos, es momento de protegernos y, con ello, de proteger a quienes nos rodean.

Tenemos una luz al final del túnel, caminemos hacia ella decididamente. Si deseas más información sobre la vacunación, contacta a las autoridades locales o estatales, o llama a la Ventanilla de Salud del Consulado de México. Es mejor preguntar e informarse, que no vacunarse por falta de datos o por desinformación. Estamos para servirte y para apoyarte. Hagamos labor juntos: vacunémonos y ayudemos a quienes nos rodean a que también lo hagan.

El virus llegó para quedarse, derrotarlo está en nosotros.

Columna del Consulado: Marzo es mes de la mujer

ENGLISH VERSION

A light at the end of the tunnel?

The current pandemic due to Covid-19 has changed our whole way of life, it has destabilized our habits and shaken our comfort zone in all possible ways.

In a dynamic region such as the Arizona-Sonora, closing the land border to non-essential travel since March 2020 has limited all human movements, but also commercial, touristic and family ties that go with them. Visits from relatives and friends from Mexico, shopping at local businesses and its economic impact in the local economy went on hold.

According to a report by the University of Arizona, Mexicans -mostly Sonorans- that visit the greater Tucson area spend an average of one billion dollars per year here -2.5 billion dollars in the whole state-. This information only shows that the border closing has had a negative impact in the local economy for several cities in Arizona.

On the other hand, even if the travel restrictions to Mexico were not as strict as the ones northbound, human mobility also decreased due to access limitations to shops or touristic places and, most of all, due to the fear of bringing the virus with us to Mexico or back to Arizona and affecting our loved ones. The number of trips to visit family and friends decreased, just as the ones for leisure at touristic destinations in the Sea of Cortés did.

Nevertheless, the vaccination campaign brings us hope today. Thirteen months ago, we didn’t know what we were facing, we weren’t sure if this virus would keep us locked for two months or for half a year. Even though we knew there was some research moving forward to find the right medication, we also saw with fear the rise in the number of cases and the unfortunate loss of human lives.

Since the beginning of this pandemic, there were some sceptic people who did not believe how dangerous this virus was, people who thought that having been asymptomatic themselves meant the virus was harmless and that it would be better to let the illness spread to create “herd immunity”. Countries that carried out that experiment faced lethal results. Those who didn’t believe in modern science and medicine helped spread the virus and, as a result, paid it with their health …or with their lives.

That is why today we have an opportunity to be inoculated, to generate antibodies that would help us get immune to Covid-19. Even if it is temporary, we have to trust science more than ever and join a collective effort that would allow us to create a real herd immunity thanks to a high percentage of people being vaccinated.

Most of us have heard about the secondary effects of the vaccines, or have read disturbing press notes about them, some of us have even received e-mails or whatsapp messages with conspiracy theories about the vaccination. But, have we really verified the authenticity of all this information? Or if the sources were even reliable? Unfortunately, there are still some people that oppose immunization, even against flu or measles, without even verifying the hypothetical damage caused by the vaccines.

We are being offered a great opportunity to go back to a certain normality and to a life that would be closer to the one we knew before the pandemic. We are lucky that in Arizona the vaccination process is constantly moving forward and that for our loved ones in Mexico -even thought the pace is slower- there is also a vaccination process going on too.

It is not the moment to give up or distrust what science has achieved. If we want to go back to traveling, to enjoying live shows and sportive events, to having large gatherings with family and friends, then it is time to protect ourselves and thus protect those around us.

There is a light at the end of the tunnel, let’s be brave enough to follow it. If you want more information regarding the vaccination process, contact the county or state authorities, or call the Ventanilla de Salud at the Consulate of Mexico. It is always better to ask and be informed, than to skip the vaccine for not having enough data or for being misled. Let’s work together: get your shot and help those around you get their ones too. This virus is here to stay, defeating it is in each and every one of us.


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Enrique A. Gómez Montiel es cónsul adscrito de México en Tucsón. Encuentra cada mes su columna especial para La Estrella de Tucsón en www.laestrelladetucson.com.