Mikey Barrios tiene un objetivo: ir a la Universidad de Stanford después de graduarse de Salpointe Catholic High School el próximo año.
Entre tanto, está haciendo todo lo correcto para avanzar en su solicitud de ingreso a la universidad, desde lanzar el Key Club de Salpointe y servir como su presidente, hasta postularse para el Consejo Estudiantil. Es el actual vicepresidente como junior y aspira a ocupar el puesto más alto el próximo año.
Actúa en las producciones teatrales de la escuela y tiene un trabajo los fines de semana, lo que no le impide conservar un GPA cercano a 4.0.
¿Y qué hace en su tiempo libre? ¡Está iniciando un negocio familiar!, o al menos avanzando en esa dirección.
Mikey quiere producir, embotellar y vender la tradicional horchata que preparaba su tatarabuela, una bebida de arroz, leche y canela que su abuela Christina Barrios también preparó a lo largo de su vida.
“Él le pedía a mi mamá que la preparara para sus fiestas de cumpleaños. Le encanta la horchata”, dijo Briana, su mamá.
En noviembre pasado, Mikey recibió un impulso hacia ese objetivo: su empresa Canela —el nombre que le dio a su proyecto de horchata—, ganó el premio del juez del programa inaugural StartUp Tucson Recipes for Success Food Accelerator.
Durante el otoño, Mikey fue uno de los 15 participantes en este programa que apoyó a empresarios y productores agrícolas a desarrollar nuevos productos alimenticios o a hacer crecer sus negocios ya existentes.
Mikey siempre ha sido fanático de la horchata de la abuela Christina, elaborada con una receta transmitida a lo largo de tres generaciones de la familia Barrios. A diferencia de las horchatas espesas y cremosas que venden en algunos restaurantes de Tucsón, y de los polvos instantáneos que se consiguen en las tiendas, la horchata de la abuela de Mikey era dulce, pero no demasiado, y más líquida.
Cuando Mikey —que había tomado una clase de innovación empresarial en sexto grado—, les dijo a su mamá y a su abuela que planeaba presentar la idea de la horchata al programa StartUp Tucson, ninguna de las dos se sorprendió mucho.
Mikey comentó que su idea es embotellarla y comenzar poco a poco, vendiéndola en los mercados de agricultores locales antes de comercializarla en las tiendas.
“A partir de ahí, quiero ir más grande, lo más lejos posible de Tucsón”, dijo poco después de ganar con su producto el premio del juez, uno de los dos reconocimientos en efectivo que se otorgan al final del programa.
Debido a que Mikey era muy joven aún, su abuela Christina asistió con él a las clases del programa, aunque ella misma comenta que Mikey fue el único que habló.
“Me quedé en un segundo plano. Todo giraba en torno a él”, dijo. “Yo hice el producto, pero él lo presentó, lo vendió, él lo hizo todo”.
Mikey Barrios quiere llevar a Canela Company más allá del programa StartUp Tucson. “Creo que con el trabajo que he realizado, todo el apoyo que he recibido, la reacción de la gente, el premio que nos dieron y las conexiones que he podido hacer, todo se está inclinando hacia algo que definitivamente, con todo nuestro esfuerzo, vamos a tratar de alcanzar”, dijo.
A propósito de la tradicional horchata
Por Gloria Knott
Si no está familiarizado, la horchata es una bebida tradicional mexicana, generalmente hecha con arroz, azúcar y canela. A veces se agregan almendras u otras nueces a la mezcla. Esta popular bebida se puede encontrar en casi todos los restaurantes de México y de Tucsón.
Su origen no es del todo claro. Algunas fuentes atribuyen la bebida a Egipto. Otros le dan crédito a España. Originalmente, se decía que la horchata se hacía con nuez chufa, también conocida como chufa, un ingrediente que finalmente fue reemplazado por el arroz.
A pesar de las muchas versiones en todo el mundo, hoy nos enfocamos en la horchata de influencia mexicana, que generalmente se ofrece junto a la popular bebida de Jamaica y cae bajo el paraguas de las aguas frescas.
En Tucsón, diversos restaurantes mexicanos la preparan y sirven cada uno a su manera. La Taquería Pico de Gallo, La Indita y Seis Kitchen están en este grupo. Algunos la preparan a manera de coctel y otros le agregan café o caramelo. ¿Qué tal una horchata latte? ¿Qué tal una cerveza con sabor a horchata?
Si quieres un poco de horchata en tu comida, en tu próxima visita a un restaurante mexicano en Tucsón, no dudes en pedir la tuya. Ten presente que muy pronto, gracias al ingenio de un joven tucsonense, también podrás encontrarla embotellada en la tienda de tu preferencia.