Oscar Soria

Foto: Jeffry Scott

Oscar Soria.

Uno de los acontecimientos más curiosos se acaba de presentar en el beisbol de Ligas Menores, un juego casi perfecto (fue juego sin hit) donde el equipo que lanzó la joya de pitcheo vino perdiendo el partido.

Recordar que recientemente metieron al sistema de Ligas Menores la regla donde si el encuentro se va a extra innings cada entrada se iniciará con corredor en segunda base, ello con el fin de evitar los maratones de 13, 14, 15 o más innings donde el pitcheo viene teniendo labores que elevan el riesgo de una lesión.

Y ocurrió que un equipo sucursal de los Yanquis de Nueva York lanzó en forma perfecta pero tampoco pudo anotar, de modo que el partido se fue a extra innings y gracias a la nueva regla el rival puso en base a un corredor por primera ocasión en el juego.

Ese corredor anotó sin pegar de hit. Se presentó un error y ello ayudó a lograr la carrera, pero incluso se puede dar tranquilamente el caso de un juego donde un equipo no coloque a un solo corredor en circulación por las vías tradicionales y aún así ganar.

Esto me hace recordar una de las mejores preguntas sobre reglas de beisbol, varios la pudieran considerar capciosa y creo se pudiera armar un buen debate, ¿cuántas maneras hay de embasarse?.

La más conocida es la del batazo de hit (1), ya sea con sencillo, doble, triple o jonrón, incluso cuando se conecta el batazo y este golpea a un corredor, luego está la base por bolas (2), ya sea natural o intencional, también la base por golpe (3), gracias a un error (4) y en la jugada de selección (5), la que en muchas partes se le conoce como bola ocupada.

También tenemos cuando se gana la primera base por la interferencia del receptor (6), es decir cuando la manopla del cátcher hace contacto con el bat al momento de hacer el bateador el swing, así como el ponche corrido (7), es decir en un wild pitch o pasbol.

Y todavía falta una, es la que más suele faltar cuando se pregunta por las maneras de embasarse, es cuando se ingresa como corredor emergente (8), en realidad es una vía distinta a las demás, si ese corredor anota va a las estadísticas del que ingresó desde la banca.

Si la pregunta de las vías para embasarse incluye la palabra “bateador” entonces cambia el resultado, está última no cuenta y se reduce siete.

Ahora en Ligas Menores podemos incluir una novena vía para ponerse en circulación, la de los extra innings abriendo el episodio, aunque seguirían siendo siete si la pregunta fuera ¿por cuántas vías se puede embasar un bateador?.

El pitcher derrotado

Ejemplos sobran en el beisbol de los escenarios donde gana el juego un pitcher con pocos méritos y lo pierde alguien que no merece perder, de ahí que a la hora de premiar a los mejores lanzadores en una temporada cada vez pesa menos el record de ganados y perdidos.

Pero el simple hecho de que un lanzador pueda perder un juego donde lanza en forma perfecta es de lo más extraño.

Esto del corredor en segunda base abriendo cada extra inning se ve difícil llegue a verse en Grandes Ligas, lo cierto es que ya existe en Ligas Menores y se presentó de inmediato un resultado extraño.

Por cierto a raíz de esta regla baja considerablemente la posibilidad de presentarse un juego que tumbe la marca del duelo de más innings en la historia, uno que se registró en Clase Triple A en abril de 1981 entre Rochester y Pawtucket, hasta se hizo un libro sobre aquel maratón, se llama “parte baja de la entrada 33”.


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Correo electrónico: oscsoria@aol.com