Es algo difícil de comprender que hayan tenido que pasar 14 años para que se hiciera realidad la llegada a las carteleras de Incredibles 2 (Brad Bird, 2018), secuela de aquella cinta encantadora que el mismo Bird dirigiera en el ya lejano 2004, supuestamente porque su realizador se prometió a sí mismo no retomar la saga de esta familia de superhéroes sino hasta que pudiera escribir una historia a la altura de su predecesora.

Lo anterior suena a exageración luego de que es de todos sabido que lo único que le interesa a casi todas las compañías productoras en Hollywood es extender lo más posible el éxito de cualquiera de sus productos. Pero bueno, a Pixar sí le creo un poco más, pues ya hizo lo mismo con Finding Dory (2016), que apareció 13 años después de la original y con Monsters University, que vio la luz 12 años después de la primera parte.

Buscando estar dentro de lo que actualmente es ya una tendencia global actual (más bien de Hollywood, porque en otros países le hacen el fuchi al movimiento) la Meca del Cine vuelve a ser políticamente correcta y pone al frente de un producto estrella como este a una protagonista femenina; otros ejemplos recientes son Ocean’s 8, el remake de Ghostbusters, Three Billboards Outside Ebbing, Missouri, Tomb Rider, Anhilation, todas las mujeres de Black Panther, Red Sparrow, A Wrinkle in Time, Alita: Battle Angel, The Girl in the Spider’s Web, etc.

The Incredibles 2 retoma las aventuras de esta popular familia con poderes especiales viviendo una vida bastante normal. En ella los padres, Bob Parr, conocido como Mr. Incredible (Craig T. Nelson) y su mujer Helen Parr, alias Elastigirl (Holly Hunter) afrontan sus responsabilidades lo mejor posible, incluyendo los caprichos y necedades de sus dos hijos adolescentes Dash y Violet (Huck Milner y Sarah Vowell, respectivamente) y su inquieto y peligroso recién nacido Jack-Jack Parr (Eli Fucile).

Antes de arrancar la acción en serio en donde se verán múltiples y terribles amenazas a grandes ciudades, la cinta se dará el tiempo de presentar algunas postales de la vida cotidiana de la familia: las peleas de rutina entre los dos adolescentes, las convivencia conyugal entre la pareja, las tribulaciones causadas por el recién nacido dotado con peligrosos poderes, etc.

La trama parte de una premisa interesante: luego de lo causado por los protagonistas en la ciudad al intentar salvarla, los superhéroes están vetados por la ley (a eso se debe que los personajes principales están inmersos en su repetitiva vida), sin embargo, al ver que el caos en el exterior regresa, se invita a uno de sus miembros a utilizar sus súper poderes al servicio de la ley.

Para sorpresa de Bob (T. Nelson) es su esposa (Hunter) la elegida para el puesto, por lo que el padre de familia deberá mantener su uniforme de Mr. Incredible en el clóset y hacerse cargo del hogar que su esposa ha mantenido funcionando como reloj hasta ese momento.

Es a partir de ese momento que la cinta comienza a seguir dos líneas que le resultarán encantadoras a la audiencia: por un lado están los episodios de buena acción de Elastigirl salvando a la ciudad de los peligros que van apareciendo y, por el otro, los de de Mr. Incredible asumiendo su posición de padre y madre a la vez.

Sin embargo todo lo anterior no es otra cosa que una preparación para el climático tercer acto, en donde toda la familia deberá intervenir (incluido el bebé) para salvar al mundo del villano de este capítulo; con ello se probarán a ellos mismos que juntos son mejores mientras aprenden lecciones de vida que los unirán más que nunca.

Completan el elenco Bob Odenkirk como Winston Deavor, Samuel L. Jackson como Lucius Best/Frozone, Sophia Bush en el papel de Voyd e Isabella Rossellini como Ambassador.

Hasta la próxima


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