Es el momento del bacanora. Y las mujeres de Sonora están dispuestas a ocupar un lugar importante en esta industria.

Laura Espinoza, presidenta de la Asociación de Mujeres del Bacanora y Maguey de México, afirmó que a nivel mundial se ha abierto el espacio para algo nuevo que engloba historia, cultura y tradición.

La empresaria explicó que la asociación integrada por 35 mujeres se constituyó en febrero del 2019.

Creada en 2019, la Asociación de Mujeres del Bacanora y Maguey de México agrupa a 35 mujeres productoras de bacanora de Sonora.

Aunque su creación es reciente, los planes a largo plazo incluyen incrementar la exportación de la bebida espirituosa destilada del agave, impulsar la economía de los 35 municipios con denominación de origen mediante asociaciones comerciales con mujeres que puedan convertirse en productoras de la plántula y fomentar el turismo en la llamada Ruta del Bacanora.

“Si bien el tequila es la bebida nacional, también es cierto que es un producto ya industrializado y tiene el mercado mundial, se puede decir, saturado, y siempre hay espacio para algo nuevo y diferente”, dijo Espinoza. “Es el momento del bacanora, todo lo que engloba su historia, cultura y la tradición, porque es 100 por ciento artesanal”.

El camino para lograr estas metas no será fácil, reconoció, pero la asociación ha unido a sonorenses que durante años han trabajado con el bacanora y que hasta el momento se mantenían en el anonimato.

Hoy pretenden colocar productos de calidad en todo México, seguir sumando colaboradoras y cumplir con sus metas económicas y sociales.

“Definitivamente ha sido complicado, pero estamos organizadas”, dijo. Agregó que, por el momento, el negocio del bacanora es complicado para todos, hombre y mujeres. “Sobre todo cuando en Sonora se consumen más litros de tequila de lo que se produce de Bacanora”.

Espinoza, quien hasta septiembre del 2018 fuera presidenta municipal del municipio de Bacanora, Sonora (pueblo de la sierra de donde es originaria la bebida), cree que los 77 años de prohibición han marcado al producto, sobre todo ante las autoridades. A pesar de que desde el año 2000 se obtuvo la Declaratoria de Denominación de Origen para los 35 municipios, hasta la fecha solo se han otorgado 45 licencias, de las cuales solo dos cuentan con certificación oficial.

Algunos productos de mujeres empresarias del bacanora en México. Pascola (botella a la derecha), es producido por Casa Tetakawi, fundada por Adriana Torres y Mirna Grajeda en Sonora.

“Desafortunadamente, en Sonora se conoce poco acerca de esta bebida. Porque es cierto que la prohibición arraigó al bacanora en la sierra de nuestro estado y eso le da el valor de la tradición que lucha por sobrevivir, pero también hizo que las autoridades lo sigan viendo como un problema de salud, no como un proyecto cultural que fomenta la tradición”, dijo Espinoza.

Esta nueva asociación está dispuesta a explotar sus conocimientos y experiencias para la planeación de proyectos enfocados en cada una de las etapas de la producción del bacanora, desde planes de capacitación para plantar agave hasta la promoción de políticas públicas que proporcionen una base firme a su trabajo y resultados.

A corto plazo, consideró Espinoza, las Mujeres del Bacanora han avanzado rápido gracias a socias como Adriana Torres y Mirna Grajeda, fundadoras de la compañía productora de bacanorade Casa Tetakawi, quienes han logrado colocar su producto en Arizona, California y Nevada. Pascola, su bacanora embotellado, ha ganado múltiples reconocimientos a nivel mundial.

Bacanora 314 Huellas, Mazot y Batuq son otras marcas que se muestran en los estantes de licorerías, bares y restaurantes de Tucsón, Phoenix, Sedona, Palm Springs, Pasadena, San Diego y otros puntos del sur de Estados Unidos. Las empresarias también están negociando para introducir sus marcas en Europa.

Espinoza detalló que su compromiso es con la tradición y con quienes la mantienen viva, por lo que se han unido a la Red Nacional de las Mujeres del Maguey y del Mezcal, así como de las Mujeres del Tequila, el Sotol y la Charanda.

El camino por recorrer aún es muy largo, reconoció e implica crear conciencia y educar a la industria, a políticos y al mercado.

“Sabemos que aún hay mucho camino por recorrer, sobre todo cuando en los eventos y convenciones los asistentes preguntan por nuestros jefes o por los fundadores de las marcas que presentamos”, dijo, con una sonrisa en el rostro.

A pesar de que en el año 2000 se obtuvo en México la Declaratoria de Denominación de Origen para 35 municipios de Sonora productores de bacanora, solo se han otorgado 45 licencias, de las cuales dos cuentan con certificación oficial, según la Asociación de Mujeres del Bacanora y Maguey de México.

Espinoza considera que la industria se acostumbrará a la mujeres empresarias del bacanora. En el bacanora no hay competencia, dijo, “al contrario, estamos fomentando la unidad para incidir en las autoridades, para que entiendan que el desarrollo económico es grandísimo, y en la gente, que reconozca su historia en el bacanora y que se sienta orgullosa de él”.

El próximo 24 de abril, la Asociación de Mujeres del Bacanora y Maguey de México participará en el Agave Heritage Festival en Tucsón, donde Laura y otras asociadas expondrán los productos, la historia y la cultura que envuelve al bacanora.

En Tucsón, el bacanora de estas mujeres sonorenses puede encontrarse en el restaurante Penca, The Owls Club, Hotel Congress, Daisy Mae’s Steak House, Plaza Liquors & Fine Wines, Elvira’s, El Charro Cafe y Tito & Pep, entre otros. Los interesados por adquirir el producto artesanal en Phoenix pueden hallarlo en Ladera Taverna y Cocina.


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Elsa Leticia Romero es periodista independiente de Hermosillo, Sonora. Puede ser contactada en elsa.romeror@gmail.com