Soria

Jeffry Scott / La Estrella de Tucsón

Óscar Soria, comentarista en español de Los Dbacks y columnista de La Estrella de Tucsón.

Es común escuchar que en el beisbol ya no hay líderes como antes, que no los hay por diferentes motivos.

Recuerdo cuando Kirk Gibson era manager de los Arizona Diamondbacks. Llegó a prohibir el uso de los teléfonos celulares en el vestidor en ciertos horarios, quería una mayor convivencia entre su gente.

Gibson sentía que el pelotero se tenía que acercar a los compañeros sobre todo cuando el juego estaba a unas cuantas horas de comenzar, platicar con ellos y no andar atendiendo asuntos de otra índole en el aparato inteligente. Así difícilmente iba a surgir un líder en el vestidor.

Otro motivo es la manera como ahora las mismas directivas tratan a varios jóvenes estelares, con todo tipo de concesiones, los hacen sentirse poderosos, casi intocables.

No olvidar el episodio aquel en el equipo Washington Nationals cuando el ya experimentado Jonathan Papelbon le llama la atención al muchacho de entonces 22 años de edad Bryce Harper. El joven no acepta el regaño y se le ve molesto levantando la voz, al rato hay empujones.

¿Qué veterano va a querer hoy regañar al prospecto si lo ve actuar de una manera equivocada?, mejor cuida su trabajo porque lleva las de perder.

Son solo unos ejemplos de cómo esto ha ido cambiando, sigue habiendo líderes. Yadier Molina es uno de los mejores, inspira respeto, pero definitivamente cada vez hay menos.

Este importante cambio me parece pudiera jugar un papel relevante en el tema que tanto se ha estado comentando últimamente, la posibilidad de una huelga en Major League Baseball.

Hay molestia de parte de los peloteros por lo batalloso que está resultando firmar un contrato últimamente. “El sistema de agencia libre está roto” declaró hace unos días el estelar lanzador Justin Verlander, por su parte el también pitcher Adam Wainwright dijo que si no había fuertes cambios en el sistema era inevitable una huelga.

¿En realidad irán a estar unidos los peloteros en algo así?, porque al menos existen razones para verles cierta debilidad en ese sentido.

Hay quienes si están consiguiendo contratos y fuertes, además con equipos que no acostumbraban dar ese tipo de contratos, como ocurrió con Manny Machado que firmó por 300 millones de dólares con los San Diego Padres.

La última vez que se fueron a la huelga fue en 1994, ya se pagaban sueldos fabulosos y por ende la opinión pública criticó a los peloteros. Sin embargo estaban muy unidos y había líderes entre ellos con contratos millonarios, que argumentaban procedían de esa forma viendo por los intereses de las siguientes generaciones.

También había quienes habían pasado por varias batallas de ese tipo y digamos aportaban su experiencia. Por ejemplo al mexicano Fernando Valenzuela le tocaron varios paros laborales, el de 1981 que interrumpió su año de novato, otro breve en 1985 que duró apenas dos días, el de 1990 durante la pretemporada y el paro de 1994. En cambio actualmente no hay uno solo entre los activos que haya batallado con algo así.

Ni Derek Jeter pasó por una huelga mientras estuvo como pelotero de Grandes Ligas.

Esperemos que no se llegue tan lejos, que todo se resuelva, y en todo caso surjan más líderes, igual que el mismo Derek Jeter, pero para apoyar en lo deportivo, como lo hizo el gran capitán.


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