Como una niña chicana creciendo en el Este de Los Ángeles, era difícil para Estella González imaginarse convertida en autora. Aunque creció devorando libros de la biblioteca pública y siempre le fue bien escribiendo, la falta de representación hacía que su sueño se viera solo como eso, un sueño.
Nunca pensó en ser escritora como una forma realista de ganarse la vida, pero escribir siempre fue algo que estaba en su cabeza.
“Creo que tuve suerte de crecer en East Los Ángeles, porque en la biblioteca pública había un Centro de Recursos Chicanos y tenían libros de escritores chicanos”, dice González. “Eran principalmente escritos por hombres, eso es cierto, pero al menos podría decirme a mí misma: ‘Tal vez uno de mis libros estará en esos estantes algún día’”.
Tomó esta porción de representación junto con la que encontró en la escuela cuando se le asignó leer un libro de Jane Austen, la única autora explorada en su clase de inglés en un mar de “hombres blancos muertos”, como ella los llama.
Entonces, juntando sus dos pedacitos de representación, no podría ser un sueño tan lejano para una niña chicana tener éxito como escritora.
Pero había un obstáculo más, aún más grande que la falta de representación, y era tener padres inmigrantes. Su mamá de Chihuahua y su papá de Jalisco, México.
Es difícil justificar la decisión de convertirse en autor ante alguien que dio mucho para que pudieras convertirte, no sé, en médico, enfermera o químico. Padres que trabajaron duro para estar en Estados Unidos para poder darles a sus hijos una mejor oportunidad en la vida que la que obtuvieron.
“Me preguntaban, ‘¿cómo vas a ganar dinero con eso? Escritora’”, dice González. “Y yo les dije: ‘No lo sé. Lo resolveré’”.
Y lo hizo.
Obtuvo su licenciatura en inglés de la Universidad Northwestern, en Illinois, y después de eso tomó algunos trabajos donde podía ser “escritora adyacente”, como ella lo llama. Trabajó en marketing y en los años 90´s como reportera en Los Ángeles para The Wave, pero no fue hasta que se mudo a Tucsón en 1997 que decidió darle una verdadera oportunidad a la escritura creativa.
Comenzó tomando algunas clases de escritura de ficción en Pima Community College y enviando trabajos a revistas literarias, hasta que salió de Arizona para obtener su maestría en Bellas Artes en Ficción de la Universidad de Cornell en Nueva York.
Por supuesto, todavía hay muchos obstáculos como mujer chicana para convertirse en escritora, pero en los años 90´s era mucho más difícil.
Durante los talleres, los otros estudiantes de sus clases le decían que no podían entender o relacionarse con su trabajo, porque se centraba principalmente en su existencia chicana y, a veces, usaba palabras en español.
“Creo que, como lector y escritor, debes estar abierto a todas las culturas diferentes, pero hay resistencia”, dice González. “Siempre ha habido esa resistencia de algunos lectores de inglés que dicen: ‘bueno, no puedo relacionarme’. Bueno, yo me relacioné con Shakespeare. Me encanta su poesía y sus obras son increíbles. También amo especialmente a Jane Austen. ¿Qué tengo que ver con una mujer que vivió en el periodo de Regencia en Gran Bretaña? Nada, pero ella es una mujer y estaba pasando por dificultades con su familia, y puedo relacionarme con eso. Todos tenemos familias. Todos somos humanos”.
Siempre ha habido una punzada de desafío en González. Desde romper el molde y perseguir la escritura, hasta perseguirla de la “manera incorrecta” pero apegada a sus armas, definitivamente ha valido la pena.
Sus historias han recibido múltiples distinciones y premios. Recientemente, en los International Latino Book Awards anuales recibió el premio Rising Star por Chola Salvation, publicado en 2021, que ganó medallas de oro al Mejor Primer Libro y Mejor Colección de Cuentos.
El libro se compone de historias interrelacionadas, la mayoría tomando lugar en el Este de Los Ángeles, que juntas muestran las complicadas vidas de una comunidad chicana en conflicto, como en la que González creció.
Dos años después, González ahora es la escritora residente de la Biblioteca Pública del Condado Pima (PCPL), donde llevará a cabo consultas de sesiones individuales para escritores y talleres de escritura para la comunidad hasta fines de abril 2023.
El programa de residencia comenzó en 2016 como una subvención de la Biblioteca Estatal de Arizona. Hay dos residencias durante el año, la que Estella esta tomando ahora, y otra de mayo a julio donde habrá otro escritor.
“Creo que va a ser realmente genial”, dice Margie Farmer, bibliotecaria de artes literarias de PCPL. “Ella tiene experiencia en la enseñanza en Pima College y una amplia experiencia en educación y su nuevo libro es uno con el que estamos familiarizados”.
Farmer trabaja en la bibliotecas del Condado Pima para supervisar la publicación anual del Libro del Año del Suroeste, es la líder de la carpa de Nuestras Raíces en el Festival de Libros de Tucsón que se realizó los días 4 y 5 de marzo y supervisa el programa de Escritor en Residencia de la biblioteca. Conoció a González en el Festival de Libros de Tucsón de 2022 y cuando llegó el momento de elegir un nuevo escritor en residencia, invitó a González a presentar su interés y de ahí se dio para que ocupe el rol hasta abril.
Las consultas y talleres son para escritores de todas las edades, todos los géneros de escritura y todos los niveles de experiencia. González tendrá ocho sesiones de 30 minutos por semana, los martes estarán en la Biblioteca Quincie Douglas y los miércoles en la Biblioteca Flowing Wells. Las sesiones comienzan a la 1 p.m. y se ejecutan cada media hora, y la última sesión comienza a las 2:30 pm.
Aunque dice que su español “no es perfecto”, está dispuesta y ansiosa por ayudar también a los escritores en español (le cambié a en español, porque españoles es el gentilicio para los de España) a pulir sus habilidades, incluso si tiene que sacar el traductor de Google algunas veces.
“Espero que los escritores encuentren apoyo para sus sueños, especialmente los escritores aspirantes que buscan el coraje para hacer esto para ganarse la vida”, dice González. “También quiero que los escritores se den cuenta de que la biblioteca, especialmente las bibliotecas públicas, y los bibliotecarios, son un recurso para ayudar a empujarte o nutrir esas aspiraciones de escritura, porque miro hacia atrás y pienso: ‘wow, si no tuviéramos esa biblioteca cuando niña, no sé qué habría sido’”.
Llama al (520) 594-5335 o pasa por la Biblioteca Quincie Douglas para registrarte para consultas ahí y llama al (520) 594-5228 o visita la Biblioteca Flowing Wells para registrarte en esas sesiones. Hay un límite de una sesión por semana por persona.
Los tres talleres durante su residencia son:
Mapeo de la memoria: uso de los cinco sentidos para crear carácter, conflicto y entorno. Domingo 5 de marzo de 1 a 2 pm, en el Festival de Libros de Tucsón. Biblioteca Principal de la Universidad de Arizona, 254/Piso Principal
Mapeo de la memoria: uso de los cinco sentidos para crear carácter, conflicto y entorno. Sábado 25 de marzo de 1 a 2:30 p.m. en la Biblioteca Valencia, 202 W. Valencia Rd.
Escribiendo en comunidad. Sábado 22 de abril de 1 a 2:30 p.m. en la Biblioteca Nanini, 7300 N. Shannon Rd.